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Max, pequeño pero follón II

Cuando le vi salí de la clase, esperé unos segundos y entré detrás de él sin que me viera. Él se bajó la cremallera (todavía sin verme) y se puso a mear en el urinario de la pared. Yo aproveché para mear en el de al lado, y así ver la polla que tanto había ansiado durante esas semanas.

Max, pequeño pero follón I

Fui bajando con mi boca, deteniéndome en sus pezones, que en cuento notaron mi lengua se pusieron duros como su polla. Seguí bajando y llegué a mi manjar favorito. Empecé a respirarle y morderle con ternura por encima del calzoncillo para acabar bajándoselo.