Nunca antes del año pasado había tenido sexo con alguien mayor que yo, que tengo hoy 28 años. Ayudando al abuelito.
El baño estaba afuera de la casa, pero había varias personas esperando para entrar, por lo que decidí ir a orinar detrás de unos árboles bastante alejados de la casa.
A los 14 años uno se pajea por cualquier cosa, desde una foto hasta un recuerdo, pero lo mágico de la masturbación es que te permite fantasear hasta el límite de tu imaginación.
Comenzó a serrucharme suavemente, y empezó a cogerme con una calidad pocas veces vista. Abría mis nalgas con sus manos para observar como su pija entraba y salía de mi culo, mientras yo apretaba con él esa carne dura que tanto placer me estaba dando.
Con mi lengua recorría desde la base hasta el glande toda la extensión de su mástil. Lo besaba, lo lamía. Él me tomó de la cabeza y me ensartó la pija en la boca. Pude sentir mi nariz chocar contra los bellos de mi primo. Suavemente metía y sacaba su pija de mi boca, mientras me miraba lujurioso desde arriba.
En una fiesta de su hermano, El gato hace amistad con un amigo de éste.
Le confesé que escribo relatos eróticos para publicar en Internet, y se rió muchísimo, entonces le ofrecí pasar a mi habitación, donde estaba la PC, para que leyera alguno si así lo deseaba.
La risa y las burlas empezaron a meterse en el juego. Luis preguntó si ya que estábamos todos desnudos el juego había terminado. De inmediato dije que sólo los cobardes abandonaban un juego. Y José preguntó entonces, cómo seguir. Yo, me animé a instarlos a más.
Su boca se fue abriendo lentamente, hasta que nuestras lenguas se encontraron y comenzó a besarme él. Lo hacía muy bien. El sabor de su saliva se mezclaba con el del alcohol y a mi me enloquecía. Además, mi orto estaba ya que patinaba de tanta saliva que Karlitos me había dejado.
Sin dejar de enjabonarlo, me acerqué a él y le empecé a morder el cuello, lo pegué a mí y ahí pude ver su pija, que hasta entonces había pasado desapercibida por mi. Era hermosa, llena de venas y bien gorda, de unos 16 cm.
Me tragué esa pija llenándola de saliva una y otra vez, metiéndomela bien hasta el fondo y sacándola despacio dejando un hilo de saliva que hacía las veces de lubricante facilitando el sube y baja que se estaba dando.
A esta altura yo ya no le sacaba los ojos de encima, la cosa empezaba a ponerse caliente de verdad, mientras leía con una mano se tocaba la pija, y me pedía disculpas por eso, pero me decía que la culpa era mía por hacerle leer esas cosas.
Y estirando un brazo le toqué el bulto sobre el pantalón de tela que traía puesto, y antes que Seba reaccione con mi otra mano le apreté la pija sobre el pantalón, y como me lo imaginaba, ya estaba dura.
Diego se acomodó mejor para facilitarle la tarea a su amigo, que sin dudarlo un instante cuando vio el culo de este bien abierto y disponible, le enterró la cabeza de su pija de golpe, para luego, tomándolo de la cintura, metérsela hasta el fondo.
Un interesante viaje, Gato se queda solo en una habitación con uno de los monitores que le confiesa su pasión por una de las chicas, aunque quien sabe lo que pasará, lean.
Luego de un rato, cuando me sentí bien dilatado, crucé mis piernas a cada lado de su cintura y me fui metiendo de a poco ese mástil una vez que pasó la cabeza, el resto fue un sutil deslizamiento por su tronco aceitoso, me sentía totalmente ensartado, estaba pleno.
Salí de la ducha, me puse una bata y fui a la puerta. Ger se quedó en el agua. Hice pasar al chico y le dije que me esperara que enseguida me terminaba de vestir, y que su primo estaba bañándose. Y le señalé el baño.
Su lengua fue entrando en mi interior llenando todo de saliva que haría luego de lubricante. Separó bien mis piernas, y se ubicó entre ellas, comenzó a pasarme la pija por la raya del orto, que patinaba debido a la saliva de su lengua.
Me pidió que se la chupe, que quería acabar en mi boca. Comencé a chupar entonces, y casi sin quererlo mi mano metió nuevamente uno de sus dedos en su culo, él sólo decía "seguí...seguí". y yo seguía.
El mete y saca que ese pibe me hacía me ponía loco, jugaba con su pija en mi culo, lo hacía rápido a veces, despacio después, por momentos movía su cintura provocando que su pija se mueva como en círculos dentro de mi.
En cinco minutos estaba desnudo y en la ducha. Me besaba como desesperado, me decía que lo del micro le había encantado y que quería probar qué mas sabía hacer.
Julio cogió mi pija mientras me culeaba y comenzó a masturbarme, era delicioso, yo me estaba por venir cuando el me dijo que quería venirse dentro de mi culo, a lo que yo accedí de inmediato.