Visa para un sueño: Mi sobrino

Hola mi nombre es Danitza, tengo 37 años, mido 1.70m, peso 70 kilos, soy blanca y mis medidas son 94-65-102.

Soy divorciada, sin hijos, ya que me casé muy joven a los 18 años y la verdad es que descubrí que los hombres una vez que tienen el anillo puesto, sufren una metamorfosis realmente lamentable.

Por ello, mi matrimonio fue muy breve, apenas duró un año y divorciándome a los dos, por mandato legal.

Es decir, descubrí que el matrimonio es puro cuento.

Vivo sola en un departamento de una solo dormitorio y trabajo en una agencia de viajes lo que me permite cierta comodidad sin llegar a vivir lujosamente.

En las mañanas antes de ir al trabajo, asisto a un gimnasio a ejercitar mi cuerpo al que, con esfuerzo y dedicación, he logrado que resista los embates de la naturaleza y no aparento mi edad sino parezco una persona menor de treinta años.

Me gusta vestir en el trabajo minifaldas super ajustadas y en casa jeans pegaditos, shorts hasta la rodilla apretados y polos pegaditos que muestren la división entre mis pechos que son grandes y están muy bien formados.

Por culpa de mi fracaso matrimonial viví experiencias sexuales furtivas pero no conseguí sino decepcionarme más de los hombres, llegando a una conclusión que ya es universal: todos los hombres son iguales.

Tengo una sola hermana Mariella, casada, tiene dos hijos: Danuska de veintiséis años y Víctor de dieciocho.

Parecerá una locura pero siento una terrible atracción por mi sobrino Víctor quien en estos últimos años se ha desarrollado muy bien y sueño que me haga suya.

Lo describo: 1.75, 80 kilos, ojos verdes, musculoso, tiene un trasero bien formado y paradito; en suma es el deseo de cualquier mujer que se considere normal.

Bueno mi hermana, su esposo y mis dos sobrinos pasaban apuros económicos, ya que ambos padres se quedaron sin empleo producto de la crisis, encima no podían retirar sus ahorros del banco, por lo que me comentaron que su idea era emigrar a Estados Unidos para hacer realidad el famoso «sueño americano».

Para lograr obtener el dinero para los pasajes de los cuatro y tener una bolsa de viaje, vendieron todo lo que se pueden imaginar: la casa, el auto, joyas, artículos de valor, tanto económico como sentimental.

A mi cargo quedó, por trabajar en una agencia de viajes, toda la parte del trámite del pasaporte y la dichosa visa de turista.

Como tengo experiencia, no me fue difícil conseguirlos para que los cuatro pudieran viajar.

Entonces se fijó la fecha de viaje y les entregué los pasaportes visados, pero mi sobrino me seguía calentando la cabeza ya que lo deseaba mucho y lo menos que quería era que se vaya.

Entonces la noche anterior al viaje fui a despedirme de mi hermana y su familia, sin embargo, logré entrar a la habitación de mi hermana y robar el pasaporte de mi sobrino Víctor que estaba en su sobre sellado.

Lo sellé nuevamente con los tres restantes y me fui a mi departamento muy excitada.

Tremenda sorpresa se llevarían al día siguiente en el aeropuerto, ya que solo pudieron viajar tres, quedándose Víctor, varado y sin casa donde dormir.

Mi hermana me llamó pidiéndome que lo alojara durante el mes que iba a durar el trámite del duplicado de la visa, yo al comienzo me hice la difícil, toda hipócrita, pero luego accedí gustosamente.

Cuando llegó mi sobrino, lo recibí bañadita, vestida con un pantalón negro de tela recontra ajustado y un polo que resaltaba mis enormes senos, ya que quería impresionarlo.

El problema era que mi departamento solo tiene una habitación por lo que le dije a Víctor que se acomode en el sofá de la sala para dormir.

El aceptó sin ningún problema ya que no tenía donde ir.

Ya en la noche a la hora de acostarme, escuché unos ruidos procedentes de la sala donde se supone dormía mi sobrino, lo encontré llorando diciendo que extrañaba a su familia y que tal vez nunca volvería a verlos ya que para obtener un duplicado de visa hay que someterse a una nueva evaluación y él pensaba que lo rechazarían por ello el temor.

Yo lo consolé diciéndole que no estaba solo, que me tenía a mí y para que se sienta acompañado y no extrañe a su familia, le permití que durmiera en mi cama conmigo, total era de plaza y media y había espacio para los dos.

Así pasamos la primera noche en la que no pasó absolutamente nada, dormimos sin mayor novedad.

Al día siguiente me fui al trabajo y Víctor la pasó todo el día en mi casa viendo películas, ya que tengo como cien de acción, terror, suspenso, comedia y porno… si! me gusta ver películas pornográficas lo que me parece absolutamente normal.

Seguramente mi sobrino ya sabía y hasta creo que ya las había ojeado.

En la noche nuevamente debíamos compartir la cama, pero esta vez yo me anticipé y me hice la que dormida para ver sus movimientos.

Antes me di un duchazo y me puse un short de lycra ajustadísimo encima de mi tanga y un polo blanco sin brassiere que traslucía todos mis pechos.

Una vez que me hice la dormida, me puse a esperar y como a los quince minutos vino Víctor a la habitación pero no a dormir, sino que se a ver una porno mía que duró como una hora, yo solo la podía oír ya que duermo de costado mirando a la pared junto a la cama pero me excité muchísimo y seguro Víctor también.

Cuando terminó la película, mi sobrino se metió a la cama, pero en vez de darme la espalda como en la primera noche, esta vez se me pegó mucho y pude sentir su pene parado en mi culo, seguro el creyó que yo estaba dormida y empezó a clavarme por el culo encima de mi lycra, ajustadísima, moviéndose de adentro para afuera.

Por mi parte yo, haciéndome la dormida, le movía un poco el trasero pero sin delatarme, mientras que él me culeaba por encima de la ropa.

El chico tenía buenas intenciones pero al parecer esa película lo transtornó un poco.

Al día siguiente al levantarme, lo encontré dormido, me fui a bañar y solo tapado con una toalla regresé a la habitación donde el estaba durmiendo.

Entonces me desnude y empecé a vestirme para el trabajo: me puse mi ropa interior, mi blusa y mi minifalda.

Luego me retiré hacia el trabajo pero recordé que había olvidado las llaves de la reja de la calle, por lo que tuve que volver a la habitación pero Víctor ya no estaba, se había metido al baño.

Entonces por pura curiosidad vi por el ojo de la cerradura que se estaba masturbado con los ojos cerrados mencionando mi nombre: Danitza te amo, ah!.

Llegué a la conclusión que se había el hecho dormido para espiarme mientras me cambiaba para el trabajo.

En la noche, llegué tarde al depa, Víctor ya dormía pero se había metido a la cama solamente con una truza pequeñísima que resaltaba su tremendo paquete y sin polo.

Estaba para comérselo! Yo no me iba a quedar atrás, me bañé, me puse un baby doll blanco con portaligas e hilo dental y sin más, también me metí a la cama.

Esta vez ninguno le dio la espalda al otro, los dos estábamos mirando el techo, supuestamente durmiendo, entonces yo tomé la iniciativa, por ser mayor y más experimentada, poniéndole mi pierna izquierda encima de sus dos piernas, cerca de su pene.

Víctor ni se inmutó, entonces me di la vuelta poniéndome de costado mostrándole mi enorme trasero para que me lo clavara como la noche anterior, pero igual, no reaccionaba.

Me puse a pensar que realmente estaba dormido, que se había, tal vez, masturbado tanto que estaba exhausto y con mucho sueño.

Entonces aprovecharé, me dije y levanté la frazada para verle mejor su paquete, luego le bajé la truza pequeñísima y tampoco se inmutó.

No hay duda está totalmente dormido, pensé y pude ver su miembro de mas o menos 19 cm, rosadito, limpiecito, con poco vello púbico y una cabecita enorme.

No pude resistir la tentación y olvidando que era mi sobrino, comencé a mamárselo.

Que rico estaba, se comenzó a parar y yo que le pasaba la lengüita por la cabecita, el tronco para terminar chupando sus huevos. Delicioso. Víctor comenzó a gemir, se estaba despertando…

Ah, ah, que rico, sigue así mi vida

Hola mi amor, que rico pene tienes

¿Tía? Pensé que era un sueño

Un sueño que se hace realidad para nosotros dos

Tía te deseo, ah, ah, quiero hacerte el amor, ah

(Chupando) Hazme tuya mi nene

Y dicho esto él, totalmente desnudo, empezó a quitarme el brassiere del baby doll y me chupaba las tetas como un niño que quiere su leche.

Que ricas tetas tienes, tía

Ah, ah, si mi amor y son todo tuyas

A continuación, agarró mis dos enormes tetas y metió su verga entre ambas metiendo y sacándolo sin parar.

Luego siguió chupando mis tetas y con la otra mano, me despojó del hilo dental que tenía, dejándome desnuda y Víctor pudo contemplar mi enorme concha totalmente depilada, limpiecita y enteramente a tu disposición.

Quiero saborearte, quiero comer tu conejito, Danitza

Así, quiero que me tutees, ya no soy tu tía, ahora quiero ser tu mujer, mi amor

Luego, empezó a meter su lengua a mi vagina y la movía rápidamente metiendo y sacándola lo que me produjo que me viniera en su boca y que Víctor saboree todos mis jugos, estaba teniendo un orgasmo, mi sobrinito me hacía feliz.

Mi amor ya no puedo más, quiero penetrarte Danitza

Hazme lo que quieras papacito, soy toda tuya

Entonces Víctor con el pene totalmente tieso me hizo poner en cuatro patas mirando la cabecera de la cama y me lo metió por atrás en mi vagina.

Parecíamos dos animales insaciables cogiendo, totalmente pegados uno al otro.

Ah, ah, Danitza que bien te mueves

Si mi amor, ah , ah , no pares, no te vayas a venir, ah, ah

Te adoro mi reina, ah, ah, muévete

Ah, ah, culeame todo lo que quieras

Luego hice que Víctor se echara en la cama y yo encima de su pene lo cabalgaba, mis senos enormes bailaban y saltaban al ritmo de nuestros frenéticos movimientos, yo subía y bajada sobre su pene hasta que mi sobrino no pudo más…

Ah, ah, Danitza no puedo más, voy a venirme…

Ah, oh, oh, oh, si mi amor quiero sentirte adentro

Y me llenó de abundante leche toda mi vagina, que rico sentir ese espeso líquido caliente dentro de mi, yo ya era su mujer.

Así nos quedamos dormidos, hombre y mujer totalmente exhaustos.

A la mañana siguiente cuando me desperté Víctor ya se estaba bañando en la ducha, yo como estaba desnuda aproveché el momento y me metí para que nos bañemos juntos….

Hola Víctor, como estas mi amor?

Danitza linda, lo de anoche fue inolvidable, te amo

Entonces nos dimos bajo el correr del agua un tremendo beso recontra apasionado, lo que hizo que su joven miembro nuevamente esté parado como un mástil. Hicimos el amor parados, entonces se me ocurrió una idea…

Víctor, mi vida, hay algo que quiero decirte…

De que se trata cariño

Quiero ser tu mujer en todo sentido

A que te refieres?

Soy virgen de atrás y quiero dártelo

Oh, mi amor, eres tan linda, te adoro

Así, Víctor comenzó a untar su pene y el agujero de mi culo con abundante jabón…

Víctor te quiero, voy a ser tuya para siempre

Danitza te amoooooooo……………

Ahhh! Me duele, no pares, ahora no te detengas, mi amor

Oh, si, que buen culo tienes…

Ah, ah, si, culeame mas, muévete, metelo hasta el fondo

Me lo metió bastante rato, cada vez me dolía menos, pero que rico que es sentir un pene dentro del culo de una, es una sensación riquísima e inolvidable. Mi sobrino derramó toda su leche en mi trasero.

Cuando terminamos de hacer el amor, tuve que confesarle lo de los pasaportes y no se molestó mucho.

Viajó el mes siguiente pero el recuerdo que ha dejado en mi es imborrable e imperecedero, se comportó como un machazo y me hizo sentir una verdadera mujer.

Lo extraño mucho, pero su familia me ha invitado a pasar una temporada por allá.

Vamos a ver que ocurre, ya les contaré por intermedio, nuevamente, de mi amigo Juan Morcillón.