Hola lector, mi nombre es Andy y les contaré cómo comencé mi vida sexual con mi padre. Para empezar quiero decirles que soy una chica universitaria de mentalidad abierta y muy extrovertida, sigo viviendo con mis padres y está historia comienza cuando mi clima se descompuso.
xoxoxoxoxoxoxoxoxoxo
Me estaba muriendo de calor. Mi clima había vuelto a descomponerse y dormir en la sala no estaba en mis opciones, la única opción que tenía en este momento era ir a dormir al cuarto de mis padres. Sabía por su discusión de la tarde que mi mamá se había ido a la casa de su hermana a «despejarse con una noche de chicas» así que podía entrar en la cama sin molestar a mi papá.
Tomando mi sabana salí de mi cuarto y me dirigí al otro lado del pasillo a la habitación de mis padres. Entré despacio para no despertar a mi papá y fue como entrar al cielo, la recámara estaba fría y sentí como el sudor de mi cuerpo se secaba, miré a la cama y vi la silueta de mi papá en una esquina enrollada en el edredón así que me dirigí a la esquina contraria y me acosté y no pasó mucho tiempo antes que me quedara dormida.
***************
Me sentía tan bien en este sueño, tan relajada y húmeda, me froté sobre la presión que sentía en mi clítoris soltando un suspiro al sentir esa descarga de placer.
-Monica-gimió y fue en ese momento en que los recuerdos de anoche regresaron y quedé en shock al comprender que la persona que tenía una mano en mi entrepierna era mi padre que me había confundido con mi mamá.
Culpo a los restos de sueño que todavía sentía pues me quedé disfrutando de las caricias en mi coño.
Mi padre empezó a frotar más fuerte y cuando se pegó por completo a mi cuerpo fue que lo sentí tensarse al darse cuenta de lo que estaba pasando.
-¡Mierda! ¿Que demonios haces aquí Kate?- dijo furioso mi padre mientras se alejaba de mí.
-Lo siento pa, el clima de mi cuarto volvió a descomponerse.
Le respondí mientras me daba la vuelta para verlo. Mi papá tenía el ceño fruncido y aunque pensé que se levantaría de la cama solo se cubrió hasta el cuello con el edredón.
-Debiste despertarme- dijo consternado tallándose la cara con las manos-Creí que eras tu madre o nunca te hubiera tocado ¡Debiste detenerme hija!
-¿Por qué? Lo estaba disfrutando-dije riendo viendo lo rojo que se ponía papá.
-No bromees así, niña, estás cosas no se hacen entre un padre y su hija. Son cosas de adultos, que solo tu madre y yo hacemos.
Seguí riéndome de lo nervioso que estaba y me acerqué a él.
-Tranquilo pa, no es tan malo, además sé que mamá y tú han tenido muchos problemas estos meses.
Él se descubrió la cara y me miró enojado. -Son cosas de adultos no deberían importarte.
-Claro que me importan porque estás enojado siempre después de cada discusión y mamá ya nunca está en la casa- le puse un brazo en el pecho y lo mire a los ojos-Papá ya no soy una niña, también puedes hablar conmigo.
No me respondió pero me acercó hacia él en un abrazo y fue cuando vi su erección.
-Lo siento hija es algo normal en los hombres, no pasan en las mañanas.
Solté una suave risa y cuando quiso alejarme le subí la pierna y me moví para quedar encima de él.
-Yo puedo ayudarte con este papi-decía mientras me contoneaba contra él.
Mi padre se alarmó e intentó detenerme agarrándome de las caderas.
-Basta de juegos, esto no es gracioso.
-No estoy intentando que lo sea ¿Sabías que el sexo es bueno para quitar el estrés? Y si mamá te estresa yo puedo quitártelo.
-Ya basta.
Intentó agarrarme más fuerte pero me senté sobre él y sin detener mis movimientos en sus caderas me quité mi blusa de pijama quedando en topless.
-¡Hija pero que haces!-me gritó papá aunque si grito terminó en un gemido cuando di un pequeño salto sobre su polla.
Sus brazos perdieron fuerza y ahora en vez de intentar detenerme era el quien me movía al ritmo que le gustaba.
-Viste papi se siente bien.
-Pero está muy mal, ¿Lo sabes, no?-dijo con su respiración agitada.
-Será malo si alguien se entera pero esto será entre tú y yo papi.-Bajé mi cabeza para susurrar entre sus labios-Nuestro secreto.
Me asusté cuando de un movimiento me tiró a la cama y se levantó, por un segundo creí que se iría pero solo se quitó el edredón que lo cubría quedando desnudo, al parecer era de los que dormían sin nada de ropa.
En el segundo siguiente estaba encima mío besándome con rudeza, su barba me picaba pero se sentía muy bien.
-Serás ni pequeña zorrita dentro de esta habitación sin que tú mamá sepa, ok?-dijo separando sus labios de míos.
Asentí volviendo a pegar nuestros labios esta vez dejando que metiera su lengua en mi boca. Dejó de besarme un bajó su boca hacia mi cuello y luego hacia mis pechos donde dejó escapar un gemido ronco.
-Joder hija tus tetas son grandes.
Decía mientras las chupaba y pellizcaba con sus dedos.
-¿Más grandes que las de mamá?-pregunté entre gemidos.
-Mucho más grandes.
Siguió su recorrido de besos y cuando llegó a mis pequeños pantalones de pijama se levantó para quitarlos con mis bragas.
Me abrió las piernas con las manos en un rápido movimiento soltando una maldición antes de bajar la cabeza y hundirla en mi coño.
-¡Oh, cielos papá! ¡Se siente rico!
Gemía sin parar con mis manos en su cabello. Sentía como su lengua lamia toda mi raja y luego como su dedo se metía en mi agujero, podía escuchar con absorbía mis jugos, el ardor que me dejaba su barba, lo sentía todo y cuando creí que iba a morir de placer mi papá se separó de mi.
-Si no te la meto ahora creo que explotare.
Se levantó de la cama y fue a su ropero donde rebusco hasta sacar una tira de condones.
Mientras se colocaba el condón en su pene me acarició mi coño y suspiré de placer. Mis partes dolían en necesidad y mis piernas no paraban de temblar.
Cuando se terminó de colocar el condón se acercó gateando hacia mi, colocándose entre mis piernas y abriendolas bien para que pudiera entrar entre ellas.
-Si te duele mucho me avisas nena, si?
Solo asentí en respuesta un poco desesperada en que me la metiera.
Empezó a meterla lento,.los dos gemimos de placer y dolor, cuando estuvo hasta el fondo acomodó mejor nuestra posición para que pudiera bajar su cabeza para besarme.
-Estas muy estrecha mi niña, se siente como el cielo-dijo entre besos.
Sentía mucho Placer y un poco incomoda porque en mis experiencias pasadas nunca me había sentido tan llena como ahora. Cuando papi empezó a moverse primero lento y luego rápido sentí que todo pasaba en cámara rápida, sentía tantas emociones a la vez que solo podía cerrar los ojos e intentar no desmayarme de tanto que sentía.
Mi papá susurraba cosas que no entendía porque estaba en un estado de libido tan fuerte que apenas podía pensar y cuando bajó su mano a mi clítoris no pude contener el grito cuando a los segundos sentí que flotaba pero los gemidos roncos de mi papi me trajeron de vuelta al presente.
Sentí como su brazos cedían y dejaba caer su peso en mi.
-Papi me aplastas-dije apenas con la respiración hecha un desastre.
Mi papá no respondió pero se salió lento de mi y se dejó caer a mi lado.
-¿Te quité el estrés papi?- pregunté mientras lo abrazaba colocando un brazo en su panza sonriendo viendo como su vientre subía y bajaba con rapidez mientras intentaba recuperar el aliento.
-Si mi niña, aunque todavía me siento un poco estresado
Rico relato me imaginé haciendo lo mismo con una hija si tuviera