Primera experiencia con mi madre que me enseño a disfrutar

Me llamo Alberto, hoy tengo 24 años. Mi madre se llama Teresa y hoy tiene 42.

Con 18 años se quedó embarazada y soltera, tuvo mellizo, mi hermana María y yo. Voy a contar en diversos relatos mis experiencias sexuales más diversas.

Cuando tenía 17 años tuve mi primera experiencia, inolvidable y fue con mi madre.

Ella tenía entonces 35 años. Era alta, rubia, con grandes pechos, provocaba que los hombres la miraran, tez morena y un trasero muy apetecible.

Fue una noche de Mayo, mi madre había salido con unas amigas, mi hermana estaba en casa de unas amigas estudiando, y yo aproveché para llevar a Laura, una amiga, a casa, con intenciones claras de estrenarme.

Estábamos viendo la tele, besándonos, en fin en los inicios, yo estaba totalmente empalmado, la chica no hacia ascos, estaba sin camisa y ella solo con sujetador y los vaqueros, en eso llegó mi madre.

Me quede cortado, Laura se marchó abochornada, y mi madre a voces me reprendió, me dijo que no quería que dejara embarazada a ninguna chica tan joven, que tiempo tendría de follar, estaba muy enfada. Me envió a mi cuarto.

Yo estaba muy caliente, y enfadado, me desnude, me metí en la cama y me puse a ver una canal porno, me acariciaba, y estaba totalmente armado.

Entra mi madre en la habitación, ve la televisión que apago rápidamente, y se sienta a mi lado. Iba en camisón, sin sujetador, estaba preciosa, mi erección no bajaba, y aunque estaba tapado se notaba.

Teresa mi madre me comenzó a decir que no quería que dejase embarazada a nadie, que si conocía los preservativos, que si los sabía usar, y llorando me decía que sentía lo ocurrido, que comprendía las necesidades, que a veces ella las sentía.

De pronto saca un preservativo y me dice que me lo ponga, que quiere ver si sé usarlo, y a la vez me destapa y noto que se asombra al tamaño de mi pene, unos 22 cm, bastante grueso. Lo coge y me lo pone, yo muy cortado, y comienza a masturbarme, lento, rápido, lento, en un momento me corrí y quede exhausto. Mi madre reía. ¡poco aguante ¡ me dice.

Se echa a mi lado, me quita el condón y me limpia con su boca todo, lentamente, y se quita su camisón, yo estoy que alucino.

Sigue masturbándome con su boca, mi pene vuelve a ponerse en erección, es increíble, se la traga entera, con fruición, la mete y la saca de su boca, me chupa los huevos, yo estoy jadeando, me susurra que ahora lo disfrutaré mas, y es cierto.

Estoy a toda presión, jadeando, Teresa lo sabe, se incorpora un poco y se sienta sobre mí, en cuclillas, abre sus piernas, y me doy cuenta de que lo tiene totalmente depilado, poco a poco se va sentando y engullendo con su sexo entera mi polla.

Comienza a moverse, a mi la habitación de da vueltas. Arriba y abajo, lento, rápido. Me susurra que aguate, que soy muy macho, y de repente me corro, con mucha fuerza a tope, ella no para, hasta que se derrumba sobre mí.

Se da la vuelta, postura 69 y comienza a limpiar mi polla de semen y su liquido, tragando todo, y me dice que la limpie igual.

Fue una noche inolvidable, que ya contaré como repetimos.

Pronto contaré mas aventuras con alguna amiga de mi madre, mi hermana, e incluso con un amante de mi madre, pues yo hago a todo.