Una rubia de ojos claros y mirada penetrante, le comía el rabo a un negro mientras este le acariciaba los pezones. Por un momento me quede parado por mi sorpresa, pero después reaccione y pensando que no vendría nadie debido a la lluvia, podría cerrar la puerta con llave para que nadie pudiera sorprenderme, así que lo hice, cerré con llave y cogí una silla, me baje los pantalones, me senté y acogiéndomela a dos manos empecé a chascármela como si nunca hubiera sentido el placer del sexo.
Me rodeo con sus brazos, espera Nacho, por favor compórtate. No te preocupes no va a pasarte nada de lo que no te hallan hecho ya me dijo en mi oreja, mientras la besaba, no aguante más y.yo le correspondí abrazándome de su cuello y abriendo mis labios para besarnos, él introdujo su lengua y que deliciosa la sentí, se la succione con mis labios y empece a jugar con ella con mi lengua; mientras él me apretuja contra su cuerpo, acariciándome mis nalgas sobre la falda, no tardo mucho en levantármela y acariciarme sobre mi pantis, mientras nos seguíamos besando.
Con fruición, con deleite, con toda la pasión que era capaz de sentir y con toda mi experiencia concentrada en ese acto, comencé a basar ese coñito, primero por los lados recorriendo con mi lengua sus frágiles pliegues y tratando de abrir esa delicada caverna con mi lengua que progresivamente y como un niño busca la teta materna, buscaba su precioso botón hasta encontrarlo allí, expuesto, palpitante, rosado y delicado, para iniciar tal ves la mejor faena que recuerde en lo que a succionar, morder, deleitar y saborear un clítoris había hecho en mi vida.
Esta historia se desarrolla en el seno de una familia normal y corriente como cientos de miles de familias que existen en el mundo, los acontecimientos y los hechos que en ella ocurren son producto de la propia naturaleza humana y el destino el cual dicta lo que tendrá que ocurrir en cada momento y de una forma totalmente inevitable.
Bese sus pechos, lamí sus tetitas, me dirigí hacia su axila, aspire su aroma de hombre, hummm, que rico hueles Jorge, y le bese ahí, le chupe y continúe por su brazo, lentamente me dirigí hasta su mano, bese cada uno de sus dedos, se los chupe y levante la mirada, después él me diría que parecía una gata en celo, una puta dándole gusto a su hombre), chupe su ombligito y me deslice hasta donde se encontraba su verga...
Viendo que yo aún no tengo mi orgasmo, se levanta y se hecha hacia atrás de manera de quedar de rodilla frente a mí y con mi verga a la altura de su rostro, la toma y se la traga completamente, para después empezar un sube y baja sobre mi instrumento que en pocos segundos logra el ansiado clímax, en medio de un borbotón de semen que la pilla sorprendida y le cae en el rostro y entre los senos.
Ella se quedó quietita, jadeando sobre la cama, soportando todavía mi cuerpo encima de su cuerpo tembloroso, diciendo con su vocecita entrecortada que era toda mía, que me amaba y que se enloquecía de deseo y de placer, que ya no le alcanzaba con ser mi hijita sino que quería ser mi mujer. La besé en la boca y mi hijastra me respondió con su lenguita insaciable.
Las envié donde tus abuelos porque deseaba tener esta conversación a solas contigo" y empezó a decirme lo mala que había sido mi comportamiento la noche esa y que lo que yo había hecho no tenía nombre pues me había aprovechado de mi propia madre, lo que era antinatural y que lo sucedido nunca podría saberlo nadie, pues entonces el nombre de ella quedaría manchado ya que lo que le había hecho a ella era una degeneración, pues no podía ser que un hijo violara a su madre.
Mi madre, escondida tras unos arbustos, quedó sorprendida con el tamaño de mi instrumento y la invadió una desazón que recorrió todo su cuerpo. No podía apartar la vista de ese aparato que se exhibía impúdico, lleno de venas colmadas de vitalidad, de un tamaño que la sobrecogió, en parte porque mi sexo es más grande que lo normal y en parte porque hacía muchos años que no veía uno. La curiosidad fue más fuerte en ella y en lugar de salir a enrostrarnos nuestro proceder siguió callada observando mi herramienta que se aprestaba a trabajar.
De pronto nos llegó el orgasmo casi al unísono y nos apretamos, nos hundimos uno en el otro, como queriendo fundir nuestros cuerpos, mientras nos regalábamos nuestros jugos en un intercambio de placer que agotó nuestras fuerzas. y acabamos entre besos, mordiscos y promesas de amor y deseo.
Las dos mujeres dedicaron gran parte de la mañana a dormir y una vez que desayunaron, cerca de mediodía, Ana, que había despertado particularmente eufórica, sugirió tomarse un aperitivo antes de almorzar, el que se convirtió en más de tres, lo que motivo que Edith se pusiera tan alegre como su cuñada, tal vez por su poca costumbre de beber.
Tres horas después, me levante y me di una ducha, para darle agua caliente a mi panochita que todavía sentía adolorida pero feliz, al terminar me envolví en mi bata y salí a llamar por teléfono a mi esposo, quien me dijo que llegaría tarde porque tenía mucho trabajo. Después regreso mi hermana y le conté que me sentía muy feliz, ya que parecía que por fin iba a ser mamá, ella me felicito, sin saber que se trataba de un hijo de su esposo, nuestro Jorgito. Nos despedimos y me acosté.
Como resultado de su paso de niña a mujer ella lucía ahora la plenitud de sus formas juveniles, que me embrujaron y se clavaron en mis sentidos cuando la brisa de su paso por mi lado me envolvió con su perfume suave y fresco.
Luego compró una paleta de dulce y la lamía con avidez y dijo: "¿no se te antoja que sea tu verga la que yo estuviera chupando?". Total que le dije que si por la tarde podía verla, pero me contesto que ya eran tres visitas a su casa y que hasta su hijo se podría dar cuenta. Además de las vecinas que son tan chismosas, y para mala suerte no podía dejar mucho tiempo a su hijo por la tarde para que fuéramos a un hotel.
En el camino me imaginaba que ella se agachaba y me mamaba la verga pero solo platicamos, al llegar a su casa me pase y ella comenzó a buscar la dichosa medicina, a veces pasaba y me acariciaba en eso entro a su recamara y me llamo, al entrar la vi hincada con el culo al aire, me dijo que si la ayudaba y al pararse choco su trasero con mi verga, a lo que comento que en que estaba pensando
A la vez me pidió que la acompañara a la tienda para darle opinión y luego aprovechaba de irse a su casa en mi auto. Yo ni tonto que fuera le dije que con gusto la acompañaba y así fue, allí estaba yo entrando a la tienda con ella y saludando a una amiga suya que resulto ser la dueña del local.
Primero me desvistió, y me llevó al jacuzzi que estaba listo para ocuparlo, le tiró al agua unos polvos que dijo eran sales, mi suegra se empelotó y ya mi pichula comenzó a ponerse tiesa, ya quería chuparle la zorra y meterle mano por los orificios, calma me dijo, tranquilo que yo mando.
En ese entonces contaba con 35 años y era el menor de una familia de ocho hermanos, todos casados sin embargo sin la fortuna de tener hijos pues mi mujer no había podido lo que fue el detonante para el divorcio, de mis siete hermanos y hermanas surgieron 16 sobrinos, 9 varoncitos y siete hermosas niñas, la más pequeña era sarita la cual contaba con siete años, de ahí seguían Lucia y Guadalupe con nueve años, Sofía de 10, Verónica de 11 y Susana y Daniela de catorce años; yo los quería a cada uno de ellos por igual y nunca me había pasado por la mente lo que a continuación detallo.
Cuando la conocí me hice muchas fantasías, pero nunca pensé en una posibilidad como la que estoy viviendo: poseerla. En mis sueños ella se enamoraba de mí y vivíamos un romance hermoso y pletórico de besos y abrazos, en el que no había sexo, ya que esa posibilidad estaba absolutamente fuera toda posibilidad.
Los sábados mi mujer salía muy temprano y me quedaba solo, a eso de las nueve y media, llegaba Amanda y luego de tomar un té, realizaba sus labores hasta más o menos las 2 de la tarde, luego de un par de semanas la comencé a mirar con ojos más críticos para analizarla, primero le miré el culo que es lo que más me importa, se veía de lo más normal no muy pronunciado pero redondo y paradito cuando se agachaba se le veía muy bien, pensé en mi suegra con su tremendo poto y me puse caliente
Dijo en voz alta a su hijo, el que llego y como era más alto se puso tras suyo en punta de pies y se estiro para alcanzar la fuente, pero al hacerlo flor se hecho hacia atrás y el muchacho perdió pie y se fue hacia adelante, quedando apegado a su madre, sintiendo a la altura de sus entrepiernas el suave roce de la seda de la bata, lo que lo excito de inmediato.
Toda duda respecto de sus intenciones habían quedado respondidas cuando la vi a través del espejo introduciendo su mano en el interior de su falda para alcanzar su calzón y masajear frenéticamente su sexo hasta alcanzar el orgasmo, mientras yo la excitaba metiendo mi verga a la muchacha de la casa, dejando a su vista mi palo que entraba y salía de la gruta de la morena.
Entré, con la seguridad que no habría nadie, y me fui directo a mi cuarto, que queda junto al de mi hermano, cuando escuche gemidos y susurros, me extraño, ya que primero pensé que se trataba de ladrones, pero luego pude identificar las palabras que cada vez dejaban de ser palabras y se convertían en gritos de placer.
Mi hermana de 24 años se casó con una ricura de hombre de su misma edad, el mismo que se quedó viviendo por casi cuatro años a mis trece años él ya me gustaba mucho y siempre me sentaba en sus piernas y podía sentir su polla haciendo presión en mis nalgas y a esa edad me mojaba y se me calentaba mi conchita, pasó cuatro años y mi cuñado salió de nuestro hogar y se fue a vivir a otro lugar fuera de nuestra ciudad, salí de vacaciones de mi colegio y mis padres me preguntaron que a donde deseaba pasar mis vacaciones
Con estas frases ya no pude más y cuando ya sentía que descargaba toda la crema le hice señas con la cabeza de que ya venía y ella me excitaba más con sus palabras: "ya te vas a venir mi rey, échame todos tus mocos, todas tus cremas para que me los coma" y descargué tanta leche que me dolieron los testículos pero mi comadre jadeaba al lamer y succionar todo ese chorro de leche caliente y siguió lamiendo y limpiando con su boca hasta que la verga se hizo pequeña y pidió un rato de reposo para volver a templarse y meterse en la pepa de mi comadrita.
Me acerqué y le di un fuerte beso en los labios, pasó mi mano por la cintura, cada roce de su cuerpo con el mío me excitaba aún más, sus manos resbalaron hasta apoyarse en mis nalgas, noté que bajaban un poco más y entraban por debajo mi falda, sus manos calientes se pasean por mis nalgas y hacen intentos de ir mas allá, sin atreverse a más.
Era la primera vez que me culeaba a mi suegra y por el culo, no me lo podía creer. Nos miramos y le pregunto qué siente, me dice que le duele mucho su hoyito, la acerco al lavaplatos y con agua fría la lavo bien su agujero y la concha, le pido que se agache le acerco la lengua a su culito para lamerlo durante un buen rato, hasta que se relaja por completo.
Como mis padres trabajaban, al salir de clase continué yendo a casa de mi abuela, donde merendaba y hacia los deberes hasta que mis padres venían por la noche a recogerme, muchas noches incluso me quedaba a dormir con ella. Pasaba más tiempo con ella que con mis padres, yo la quería a ella más que a los dos juntos, la verdad es que mis padres nunca fueron muy cariñosos.
Ustedes deberían saber cómo es el proceso de escribir. Uno escribe, reescribe, va hacia delante, vuelve hacia atrás y así, paso a paso, palabra a palabra, se lucha, se avanza. Me llevó mucho tiempo escribir todo lo que quería trasmitir, ya casi estamos en jueves. Por eso me atrevo (necesito) adicionar algo más.
La escena es muy excitante y noto mi cuerpo alterado, en un movimiento inconsciente mi mano roza la entrepierna de mi primo, que no aparta ojo del espectáculo, noto que su miembro también esta erecto, al querer separar mi mano noto que él me la coge y me la retiene encima del bulto de sus pantalones, una situación un tanto embarazosa para mí, intento de nuevo separar mi mano en eso que voy a perder el equilibrio y en lugar de apartarme me sujeto a su miembro