Enseguida yo les dije a mis hermanas que me dejaran en paz, o es que acaso ellas querían que las cogiera igual. Florencia dijo por mi no tengo problemas, desde que supe que estaba con mamá eso me ha excitado mucho, y cada noche lo comentamos mis hermanas antes de acostarnos.
Ya hace tres meses que mi marido se entero que es un cornudo, lo consintió creyendo que fue una aventura de verano, (ver confesiones de mi tía Clara), pero como les prometí me veo en la obligación de contarle mi historia con mi sobrino (25).
Viendo esas imágenes,comencé a tener fantasías sexuales con ellos. Me los imaginaba a ellos y a mi en plena orgía. Me imaginaba a mi amigo Juanje, haciéndolo conmigo mientras su hermana me chupaba las tetas o mi coño o viceversa o, las dos chupándole a el su hermosa verga...me puse tan mojada, que tuve que masturbarme allí mismo, acariciando mis pechos y pezones y sobando mi clítoris que se ponía cada vez mas grande...asi estuve un rato hasta que me llego un orgasmo increíble.
Mariano baja el pie del masaje hasta el suelo... no se lo que esta por hacer... no quiero abrir los ojos... el no saber lo que esta pasando me erotiza terriblemente. Me agita pensar que se puede estar acercando a mi cuerpo casi desnudo, deseoso y terriblemente caliente.
Me empezaba a masturbar mirándola, sin imaginar nada, sólo mirando su cuerpo, disfrutando de sus piernas y sus pechos abultados por estar durmiendo de lado. Me corría, lo limpiaba y me iba a la cama feliz.
Bueno esta es la parte mas interesante de lo íbamos hablando en el coche mientras nos dirigíamos a un lujoso hotel en las afueras de la ciudad, quería lo mejor para esa noche, no la iba a desperdiciar.
Yo quedé atónito cuando ella mencionaba mi nombre frotándose su clítoris. Enseguida se me paró mi miembro y me lo saque para hacerme una soberana paja, pero estaba tan excitado que mi madre salió de momento y me encontró.
Cuando la ayude a que bajara del cofre de madera nuestros cuerpos se volvieron frotar con fuerza... nuestra caras quedaron muy cerca... la mirada de Dana era un canto a la lujuria... respiraba con dificultad... me tomó de nuevo de la nuca y se fundió conmigo en un beso salvaje, comiéndose con desesperación mi lengua.
Sentada a su lado y entretenida en lo que estaba haciendo no me dí cuenta que mi bata estaba un poco abierta y con el movimiento dejaba ver gran parte de mis tetas. Como estaba desnuda debajo mire hacia mi cintura y ví que la abertura llegaba casi hasta mi sexo... aunque no se lo veía aún.
De pronto, al intentar mirar los libros que leían, me di cuenta de que la mayor estaba leyendo un libro erótico, a juzgar por los dibujos alusivos al sexo que había en la tapa. Más tarde, observé cómo se le habían puesto los pezones de sus tetas, que se marcaban a través de su bikini azul.
Después de pasar el vendaval, de la presentación de su novia. Rut y Mía se hicieron muy buenas amigas. Pero en el fondo Rut envidiaba a la futura esposa de su padre. Debido a el estrecho, laso de amistad que unió a las dos jóvenes. Rut decide ser ella quien organizará la despedida de soltera de Mía.
Ella tenia puesta una minifalda negra sin medias me di cuenta porque roce su pierna con mi mano sin quererlo, tenia unas piernas geniales dignas de ser mostradas sin medias, arriba llevaba una camisa blanca semi transparente por la cual se observaba el corpiño que era mas chico de lo que debería usar, lo usaba a propósito para provocar, así lograba que casi medio seno quedase a la vista de todo y mis ojos no podían dejar de mirarla.
Dicho esto, nos abrazamos y nos fundimos en unos besos muy apasionados, mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos. Empezó a besarme y fue bajando poco a poco. Yo estaba muy excitada por lo que, cuando llegó a mi pecho, mi respiración se entrecortó, mientras yo acariciaba su espalda.
Me desvestí, quedándome solo con los calzoncillos, y me acerque a la ducha, sin atreverme a desnudarme, así que empecé a perder el tiempo cepillándome los dientes, peinándome, etc. Mi madre se debió dar cuenta de que estaba incómodo porque entonces me dijo.
No le escondí un solo detalle, tampoco inventé nada, no hacía falta, la realidad de lo ocurrido era para Miguel más que suficiente para llegar a un grado de excitación mental haciendo que su cara la reflejara.
Saco un enorme objeto de plástico de la caja y la dejo caer al suelo. El estruendo que provocó me hizo salir de mi sueño y ver, con pasmo, como ponía en marcha aquello, que no era sino un vibrador y lo introducía en su culo. Se me heló la sangre. Estoy segura que, si me hubiesen pinchado, no habría sangrado lo más mínimo.
Cuando estuvo en pelotas, le invité a que me desnudara a mí.... me dejé desnudar y sobar por todo el cuerpo... su picha excitada estaba totalmente pegada a su vientre...
Después de una semana, éramos inseparables y un jueves, el día que aquí se sale por la noche, fuimos a dar una vuelta. Entre risas y cervezas fue pasando la noche; fuimos a la discoteca de moda y ella me dijo que iba al baño, que no aguantaba sin ir.
Yo no podía creer lo que estaba ocurriendo, que todo eso estuviese pasando ante mis ojos, en un boliche con gente que los conocía y que si los descubrían se armaba un quilombo de la gran puta, y sobre todo no podía creer que esa guarra fuera mi madre.
Su físico me pone a mil: imaginaros una morena delgadita de 1,67 de estatura, con unas tetazas exuberantes y unos muslos que terminaban en un divino culo redondito. Pasé muchos años reprimiendo mis impulsos de follármela.
Encontré impresionante lo insaciable que resultaba ser mi madre. Por ser un lugar no muy recatado decidí guardar silencio y trate de bajarme del lado de la ventana, pero algo me obligo a volver a mirar y a deleitarme con la escena. Verla poseída por un viejo caduco y verde como el tío era simplemente morboso e inquietante. Pese a querer ver mas no pude ya que el lugar no era ideal para espiar, así
Esa noche antes de salir vi que mi madre estaba vestida para el infarto; vestía un vestido largo, con una abertura en la pierna, el vestido era tan ajustado que se le marcaban las tetas y se podían apreciar los pezones bien duros y parados, junto a la tanguita bien cavada que llevaba, tenía tacos altos, el pelo humedecido con gel, su boca y uñas pintadas de rojo y la cara maquillada como una gata.
Ese día por la mañana le preparé el desayuno a mi hermano y a mis padres y se fueron a sus trabajos. Mi hermano fue el ultimo pero antes de que se fuese, me abrazo y me beso en los labios muy apasionadamente.
El que tenia bien claro lo que tenia que hacer era el avispado mocoso, que ya se había situado entre sus muslos separados con sus bermudas bajadas hasta los tobillos. Los primos habían hecho un trabajo previo maravilloso, por lo que la entrada fue como la seda, metiendo su larga verga hasta los testículos en el primer empujón.
Me pidió que me corriese en su boca y lo hice, lo cual me excitó aún más de lo que ya estaba y eso era difícil. Se tragó todo mi semen sin dejar gota alguna. Siguió chupándomela hasta que me corrí una 2ª vez, y yo estaba ya en el séptimo cielo.
Esa noche Aurora entró a su recámara a dormir, se cambió de ropa y se acostó; de rato llegó su mamá y le pidió que durmiera con ella, contestando Aurora, que mañana porque estaba cómoda en su cama; la mamá se retiró cerrando la puerta.
Como cada mañana dejaré que una mano permanezca posada sobre su montículo divino, ardiendo con el calor y las sensaciones que se desprenden bajo su palma, mientras que con la otra mano empezare a subirle el camisón desde las rodillas... como cada mañana.