Relatos eroticos amor filial

relatos eroticos de amor filial e incesto: primas, tios, hermanas, madres...

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Madre, mujer y hembra

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Yo me quede super caliente, empecé a escuchar fuertes gritos en la recamara de mis padres no tomando en cuenta que se decían entre sí, como a los 15 minutos se escuchó un fuerte golpe en la puerta de su recamara, de inmediato se abrió la de mi cuarto entrando mi madre llorando y con sangre en la nariz se echó a mis brazos de inmediato yo quería ir a reclamar a mi padre su proceder no permitiéndose mi mama.

Mellizas IV: el fotógrafo

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Aun así, la rigidez habitual de mi miembro cuando soy poseído no podía ocultarla, pues con cada envite la rozaba por detrás. El tenue roce de su fino camisón contribuía a aumentar mi placer, por lo que sin siquiera darme cuenta, cada vez buscaba mas ese contacto.

Mellizas III: La comunión II

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Pues desde donde estabamos veíamos perfectamente como Ingrid permanecía recostada en el sofá, frente a nosotras, con los ojos cerrados, tratando de no pensar en quien la estaba llevando al borde del orgasmo. Pues era el perrazo el que, meneando alegremente la cola, tenia incrustada las fauces en su acogedora intimidad; lamiendo, entusiasmado, la dulce cueva que habíamos dejado tan amablemente a su entera disposición.

Mellizas II: la comunión

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Después la obligue a que fuera, completamente desnuda, a nuestro dormitorio, para que se trajera el regalo que traíamos para ella. Ingrid lo abrió delante mía, y así pude ver la sorpresa que reflejo su rostro cuando sacó de la caja un consolador doble, acoplado a un cinturón de cuero.

Mi cuñada y familia II: la suegra

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Por la noche durante la cena ella estaba sentada a mi lado, yo me divertía con la escena pues estaba el padre que se follaba a la hija y la madre de mi mujer a la que me follaba yo. Con todo el descaro del mundo le metía mano a mi suegra por debajo la mesa, le había subido la falda y le toqueteaba el coño por encima de las bragas.

Mellizas I: La boda

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A regañadientes accedí a que me volvieran a atar y amordazar, esta vez en el pequeño cuarto trastero, con la excusa de que así evitarían que les chafase la broma, a la espera de que apareciera Carmela a ponerse el traje de novia; que yo podía ver, muy bien puesto, en una esquina del cuarto, gracias al enorme espejo que las mellizas habían tenido la amabilidad de mover, para que a través de la estrecha rendija de la puerta pudiera ver todo el cuarto.

El ardor de Teresa

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Teresa, que así se llama mi sobrina, estaba sentada en la cama, recostada contra la cabecera, con una bata ligera y transparente que casi caía de su cuerpo. Con una mano se acariciaba los senos,que son realmente bien formados, y con la otra se acariciaba la rajita mientras suspiraba y se agitaba con evidentes muestras de excitación.

Zet: la diosa de la lujuria y lascivia

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Y así como estaba semidesnuda en la cama, empecé a besarles los pies de una manera sensual, tierna, única, poco a poco con mis manos y mi boca iba recorriendo su piel, y nuestra respiración empezó a tornarse como una música de chopin, que retumbaba en las paredes del cuarto, ella inconscientemente se inquietaba, no sabía lo que pasaba, pero yo estaba allí.

El orgasmo más importante de mi vida

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Estaba anocheciendo cuando llegó mamá de su consultorio -es médica clínica- apurada porque tenía que ducharse y cambiarse para ir a una recepción a la que estábamos invitados. Peleamos un rato porque yo no quería ir, pero la decisión estaba tomada de acuerdo con papá, y eso en mi casa... es palabra de Ley.

Mi tía Mercedes

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Historia de incesto o amor filial que trata de la relación tía - sobrino, descubriendo que la tía es una mujer liberal y bastante viciosa, que llega a prostituir a su propio sobrino.

El violento deseo de la tarde

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Esas tardes en que yo se los entregaba en cada momento, en cada rincón, cuando aprendió a mamarlos con delicadeza, a veces, y con furia otras, en que me sentí amamantando a un animal joven, hambriento y mío y en que los dos nos dejábamos llevar por este juego diabólico que nos llenaba cada día de un deseo creciente.

Tres generaciones

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En ese instante su cara estaba llena de sudor, con los ojos hinchados como los de un polluelo que acaba de romper el cascarón, todo mojado, acalorado, con el cabello en el rostro como si hubiese sido depositada en la axila de un gigante; sus mejillas blancas estaban por lo tanto algo manchadas del maquillaje que no soportaba tanta humedad; su respiración tensa, difícil, caliente y teledirigida a mis fosas nasales y a los sensores que tengo en la lengua.

Descubrí a mi hermana

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Tenía un tanga cuya línea apenas le tapaba la raja. ¡Menudo culo! Ya no pude más y me saqué la polla, que no es por nada, era más grande que la de aquel tipo. Miranda se arrodilló y le hizo una mamada de escándalo a Juan, que así se llamaba. Luego él la dio la vuelta y por fin la vi las tetas.

El probador III

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Me tenía excitadísimo, ella lo notó y empezó a acariciarlo, hasta que bajó el zipper y lo tuvo al descubierto. Se agachó y lo miraba como una niña mira una paleta, le empezó a dar besos y a jugar con él. Me da un beso en la boca y se abalanza contra mi pija, se la metió en la boca.

Mis inicios

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Con lo que ellas me estaban haciendo yo sentía que explotaba en orgasmos uno tras otro y arrojando líquido; mi tía tomó con su dedo de mi líquido y lo untó en su clítoris para masturbarse; la amiga se acercó a Laura y también se empezó a masturbar mientras me acariciaba los testículos.

Al tener miedo de una tormenta se metió en su cama II

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Con tales palabras ya no me contuve y ni me escondí mas, quería presenciar la desvirgacion total de teresa, ver su cara, sentir su dolor y vi cuando papá le abrió y acomodo sus piernas al lado de él y coloco su pene tieso en su rajita y le metió, la cabeza de la gran verga, a lo que ella dio un gemido y se lo fue introduciendo poco a poco. A como me lo metio a mi, con todo amor,

Un amante perfecto I

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Dicho esto, le di un beso en la cabecita de su verga como dándole las gracias por permitirme seguir disfrutando de su hermosa verga, continuando con mis besos a todo lo largo de toda ella. Con mi lengua empecé a recorrer todo el entorno de su glande, antes de metermela en mi boca por completo para chuparsela.

La tarjeta pirata

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Sonó el teléfono, eran los amigos que llamaban para ir al cine. Él les contó la situación, pero mi cuñada lo alentó a ir. Ella se pensaba tomar una infusión con limón y miel y el medicamento recetado por el médico y guardaría cama. Yo me ofrecí a preparar su petición y le dije a mi hermano que cuidaría de ella, que la atendería en todo lo que pidiese.

Mi tía Martica I

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Un día que fui a su casa me impresionó al verla en unos shorts que dejaban ver sus lindas piernas doradas, la razón por la cual fui era que necesitaba unos libros que mi tía poseía le di un beso cerca de la boca como sin intención le dije a mi tía que si prestaba los libros, ella me respondió que por supuesto que como no se los iba a prestar los libros a su sobrino preferido, mi tía desde un tiempo para acá me traía loco y en ese momento tenia toda la verga erecta me presto los libros

La película

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Me enseñaron en un instante como debía moverlos arriba y abajo constantemente, con una cierta cadencia, y luego me abrieron totalmente de piernas, para poder acariciar mi intimidad a fondo y con mucha más comodidad.

El incesto III

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Se recostaron a la siesta, ella en la misma posición, que en este momento, el la beso en la frente, ella tomo su cuello, el la beso en los labios y cayendo sobre su cuerpo sumiso se dejo desnudar, fueron pocos minutos, pero suaves, constantes en pasión, una penetración, otra más que solo acrecentaban las ganas de repetirla, su leche lleno una vez más ese vientre que una vez lo cobijo, pero la entrega de ambos durmió sus cuerpos en contacto.

El probador II

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Todo transcurría con normalidad. Llegamos, nos instalamos en la casa en la playa, cada uno tenía una habitación ya que la casa era inmensa. Como era el mediodía almorzamos algo y nos dispusimos a bajar a la playa.

El incesto II

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La similitud era clara, el beso de él la dejó estupefacta, nunca lo había hecho en público, era toda una declaración de amor, de juramento de amor eterno, el departamento estaba esperándolos, era la primera vez que pasarían varios días juntos, lejos del servicio doméstico, lejos de los amigos, lejos de la sociedad que sabían no podrían comprender nada de esa relación.