Esta historia comienza cuando yo tenía 17 años de edad. Un día regresando de la escuela a casa me di cuenta de que mi prima y mi tía habían venido a visitarnos. Ya tenía mucho tiempo de no verlas porque no viven en nuestra ciudad.
Al entrar a la casa vi que mi prima estaba muy cambiada desde la última vez que la había visto, se había desarrollado de una manera que me hizo pensar cachondamente. Yo sabía que nada podía pasar porque su familia era muy religiosa. Ella tenía 19 años tenía una cintura muy pequeña y unas caderas que a cualquiera se le antojarían, unas nalguitas bien paraditas y firme, parece que hace ejercicio pensé dentro de mí, unos pechos no muy pequeños pero tampoco muy grandes eran perfectos.
Ese día cuando llegue lo primero que hice fue saludar a mi tía y luego mi prima me saludó, me pidió que le diera un abrazo ya que tenía mucho sin verla y cuando se lo di se repego mucho a mi cuerpo y yo tenía el temor de que se me fuera a parar enfrente de todos, afortunadamente nada paso y solo mi corazón estaba a mil por hora, me disculpe y me fui al piso de arriba para dejar mis cosas y me puse a ver la tele.
En eso oigo que alguien va subiendo las escaleras y no era mi mamá ya que yo conocía el ruido que sus zapatos hacían y cuando me di cuenta mi prima estaba recargada en el marco de la puerta de mi cuarto y la invite a pasar, ella se sentó en un pequeño sillón al borde de la cama así que me senté junto a ella pero yo sobre la cama. Sin decir nada más ella me tomo de la mano y la puso frente a su pecho pero sostenida por sus dos manos, en eso que la suelta y mi mano queda sobre su pecho tan tierno y suave, mi prima empieza a respirar más rápidamente y supe que se estaba excitando en eso oigo otras pisadas en las escaleras y era mi tía y como era muy tarde para quitarle la mano de su pecho y como se iba a ver extraño la abracé para que pareciera normal.
Llegada la noche nos tuvimos que repartir en los cuartos, ya que no teníamos cuartos extra, afortunadamente cuando mi tía dijo que mi prima se iba a quedar conmigo, nada mas de pensarlo me excite así que me despedí y me fui a mi cuarto y me metí a la cama en ropa interior como era mi costumbre. Mi prima se había lavado los dientes y regreso a mi cuarto, me preguntó si tenía un short que le prestara porque había olvidado su pijama y le di uno que ya no me quedaba por chiquito así que lo tomo y se fue al baño y se lo puso, cuando regreso apago la luz, pero yo tenía la tele prendida y pude notar que el short le quedo entallado y se notaba bastante bien su trasero y traía puesta un playera holgada pero se le pegaba a su cuerpo y vi que no traía sostén. Por debajo de la cobija yo la traía bien parada.
Ella entró en la cama y después de un rato apague la tele, ella estaba de lado dándome la espalda y le susurre al oído que si la podía abrazar y ella asintió, yo la tenía superparada y cuando la abrasé sin sentirlo le repegué todo mi bultito en su esplendoroso culo, ella empezó a respirar rápidamente y en eso que se hace para atrás dejando mi pene bien aprisionado. Yo pase mi mano por debajo de su playera y le tome un pecho a lo que ellas soltó un gemido, la voltee y le empecé a mamar un pecho, ella me presionaba mi cabeza hacía su pecho, empecé a bajar mi mano hacía su entrepierna y me di cuenta de que ella empezaba a separar sus piernas, le empecé a acariciar su chochito sobre el short.
Le saque la playera y ella me metió la mano en mi trusa y me agarro mi miembro y lo empezó a acariciar, ella metió la cabeza debajo de la cobija y me desvistió, en eso sentí que algo muy caliente rodeaba mi pene y en lo que me di cuenta me la estaba mamando como experta, después de un rato me acomode e hicimos el 69, después de cómo veinte minutos ambos nos venimos en la boca del otro, ella se tragó toda mi leche. No acomodamos y nos besamos, continuamos acariciándonos. Después de un rato se me paro de nuevo, le empecé a acariciar el ano con un dedo y ella lo apretó.
Empecé a acercarle mi pene por detrás y ella me dijo que ere su primera vez, así que la voltee y me acosté sobre ella, la bese y le metí delicadamente el pene y ella empezó a arrugar la cara de dolor y a soltar gemidos silenciosos ya que mi tía estaba del otro lado del cuarto. Sentí como una pared me detenía en mi paso así que la saque poquito, la bese para taparle la boca y se la metí toda de un tirón, ella me enterró las uñas en la espalda, yo empecé con el mete-saca. Ella gemía como loca así que prendí la tele, estaba a punto de llenarla de leche su precioso chochito cuando me rodeo con sus piernas y me enterró de nuevo las uñas vaya sorpresa se vino antes que yo, al sentir eso no pude y le llene su chochito de leche, nos metimos a bañar juntos en una tina, ella se sentó sobre mí, yo le empecé a tocar sus pechos y después de un rato se me volvió a parar, cuando ella lo sintió se levantó poquito y se la metió toda de un tirón, me dolió un poco porque todavía estaba muy apretada, ella se empezó a dar gusto, solo la veía subir y bajar hasta que ya no pude más y la llene de nuevo con mi leche.
Terminamos de bañarnos y nos fuimos a la cama, esa noche dormimos desnudos abrazados. Ala mañana siguiente me despertó la sensación de que me la estaban mamando, cuando abrí los ojos era mi prima, me moví y la coloque en un hermoso 69. Pero esta vez yo le lubrique el ano con mi saliva, ya mero terminaba cuando le dije que quería terminar dentro de ella. Le dije ponte en cuarto, le empecé a meter un dedo en el ano y yo notaba que le dolía así que le dije que se masturbara, ella empezó a meterse un dedo en la vagina, una vez que le había dilatado un poco el ano le dije que recargara la cabeza en la cama y que se separara las nalgas, empecé a apoyar mi pene en su ano y le di un apretón en sus caderas para que despistara y se relajara, en eso de una ensartada le metí la mitad de mi pene en su ano, ella solo mordió la almohada y de un tirón se la metí toda, después de un rato y que su ano se dilato y se acostumbró a mi pene empecé el mete-saca y cuando vi ella estaba gimiendo como loca y tuvo como tres orgasmos, después de un rato le llene su ano como dos veces. Cuando terminamos ella me beso y me dijo que nunca lo iba a olvidar, que me amaba por ser yo quien la desvirgo de sus dos hoyos, nos metimos a bañar juntos y cuando terminamos nos prometimos que mientras durara su estancia en mi casa lo haríamos cada noche.
Después de dos semanas se fue y cada vez que me visita intentamos algo nuevo, luego les escribo otra historia, pero recuerden que esto fue verídico.