Capítulo 2
Iniciación filial II
Bien, antes que nada deseo agradecer a quienes me enviaron su mail, alentándome a seguir contando mis experiencias, a todos ellos gracias.
Luego de esa primera y maravillosa experiencia, con mi mamá esperábamos cada momento que estuviéramos solos para darnos un buen revolcón.
Durante la jornada en el colegio, que por cierto era larga (doble turno), esperaba ansioso llegar a casa y encontrarme con ella (yo era el primero en llegar un par de horas después llegaban mis hermanos y mi papá) teníamos muy bien controlado los horarios en cada uno llegaría cada día de la semana.
Cuando llegaba del colegio la buscaba en la casa y le daba un beso tremendo, para que supiera que quería «juerga» (a esa edad era a toda hora), luego merendaba y me daba una ducha para estar listo, algunas veces ella ya me esperaba envuelta en una toalla, que apenas tapaba su cola, todavía con la piel húmeda que me indicaba que recién salía de darse una ducha, esos días de merienda había solo sexo.
Les voy a relatar a continuación lo que paso un par de días después de nuestra primera relación, la segunda oportunidad que tuvimos de estar solos en casa.
Al llegar y buscar a mi mamá, la encontré saliendo del baño envuelta en su toalla.
– Hola má. Le dije al mismo tiempo de darle un beso en la boca.
– Hola, mi amor, como te fue hoy. Fue su respuesta como si quien llegara fuera mi papá.
– Bien, pero no veía la hora de estar con vos.
– Bueno date una ducha y vení a mi cama, que yo también te estoy esperando ansiosa. Me dijo con los ojos brillantes de deseo.
– Por que no me ayudas para hacerlo mas rápido. Le dije, ya algo caliente.
Me sonrió y entro al baño conmigo, me ayuda a desvestirme mientras nos besamos.
Al entrar a la ducha, ella me comenzó a enjabonar todo el cuerpo, pasando más tiempo con mi pija ya parada que el resto del cuerpo.
Pude ver que la toalla se abría a la altura de sus muslos dejando ver su triangulo de pelos brillantes y recortados.
Apure el baño y me apreste a salir, ella me ayudo a secar, sentía su respiración agitada y su cara empezaba a cambiar de color.
Caminamos hasta su cama abrazados, le quite la toalla todavía parados, y apreté mi cuerpo contra el de ella, mientras mi lengua busca el contacto con la suya, mis manos subían desde su cola a sus pechos, y las suyas buscaban tomar contacto con mi dura pija.
Se sentó al borde de la cama y agarrando mi pija me dijo.
– Haber mi amor como estas hoy. No supe si me habla a mi o a mi verga.
Y la llevo a su boca, comenzó a succionarla, a besarla, a pasar su lengua a largo del tronco, repitiendo la acción una y otra vez, yo estaba flotando en el aire, al ver como me estaba dando su mejor mamada…
Sentía que estaba por acabar, y ella de inmediato lo supo también
Dejo de mamarme y se tendió en la cama abriendo sus piernas que aun colgaban de la cama, al ver su cueva brillante por sus flujos, me arrodille entre ellas y hundí mi cabeza entre sus piernas, pase la lengua a lo largo de toda su concha, ayudándome con las manos para mantenerla abierta, jugué con su clítoris que apenas asomaba de entre los labios, era chiquito, pero estaba duro, (esto me lo había explicado ella en una conversación que tuvimos un día atrás) empujaba su cadera contra mi boca.
– Así… mi amor… justo ahí, es como me gusta. Me dijo acariciando mi cabeza.
– Esto te gusta mami, a la vez que ponía un dedo dentro su cueva que resumía jugos calientes, y continuaba lamiendo el botoncito.
– Si mi amor… todo lo que me haces me gusta. Dijo con vos entrecortada
Empecé a acelerar en movimiento de mi dedo que entraba y salía de su cueva haciendo que acabe.
Yo quería penetrarla, estaba por acabar si siquiera tocármela.
Me pare y ella se acomodo en la cama.
– Vení mi amor quiero sentirte dentro mío… dijo separando las piernas.
Subí sobre ella, mi pija entro de un solo tiro en su concha repleta de flujos, me quede un instante quieto sintiendo el calor de su mojada concha alrededor de mi verga.
– que lindo es tenerte todo adentro mío mi amor. Dándome un beso de lengua que casi llegaba a mi garganta.
Comencé a bombearla, pero tal era mi calentura, que enseguida inunde de leche su vagina.
Mi mama comenzó a mover su cadera, amarrándome de la cintura, manteniéndome dentro suyo.
– así mi amor, cogeme así, siento toda tu lechita caliente dentro mío. Decía mientras apuraba sus movimientos.
Sentí como su concha apretaba mi pija al momento que acababa, sus manos me apretaban la cintura con fuerza.
Estuvimos así un rato, quietos, recuperando la respiración, yo mantenía mi pija dentro suyo, sintiendo el calor de su concha.
– Parece que estamos muy calientes, no? Me dijo mi mama sonriendo.
– Podemos seguir otro ratito?. Le pregunte, y ella mirando el reloj me respondió
– Tenemos una hora para seguir, queres mas…?
Le respondí con una sonrisa y me tendí a su lado, y comencé a jugar con sus pezones, los tomaba con dos dedos y los hacia rodar entre ellos, los succione por turno, iba de una teta a otra, esta vez quería cogerla bien, quería bombearla, quería que mi pija recorriera su concha en toda su profundidad, sentir ese calor que minutos antes me había quemado, quería gozarla.
Volví a subir entre sus piernas con pija parada nuevamente, con un movimiento de cadera, mi mamá hizo que mi pija encontrara su cueva empapada de sus flujos y mi leche.
– Despacio, mi amor quiero sentir bien. Dijo mi cuando rodeo mí cintura con sus piernas, quedando su concha totalmente penetrada por mi.
– Enséñame mami… le respondí
Quería que me hablara, que me dijera que le gustaba, que yo era su hombre…
– Si mi amor yo te voy a enseñar todo, mami te va hacer hombre… me dijo entre besos.
Ella comenzó a moverse, yo solo acompañaba sus movimientos, sentía mis bolas golpeando su culo, ella apretaba su vagina alrededor de mi verga.
– Bien mi amor… lo estas haciendo bien… así despacito…
– Así ponémela toda… que gusto corazón sentirla toda…
yo seguía a mi mama que movía su cadena despacio, gozando, disfrutando cada centímetro de verga.
– así corazón… dame mas… dámela toda… quiero tu leche mi amor…
Comenzó a apurar sus movimientos, cambio sus piernas por sus manos en mi cintura, y puso sus pies sobre la cama, para ayudarse a empujar la cadera contra mi verga, yo aumente mis movimientos tratando de llevarle el ritmo.
– mas rápido mi amor… mas rápido… estoy por acabar…
apure mas mis envestidas, llega al fondo de su concha y la sacaba casi toda, sentía mis huevos duros, listos a descargarse.
– ya mami… ya estoy por acabar…
– mas… mi amor mas… dámela toda… dame esa leche caliente…
Empuje mi pija dentro de su concha y largue mi leche, en cada chorro la retiraba un poco y volvía a empujar fuerte hacia el fondo.
– si bebe… si… así… que lindo sentirte así… murmuraba mi mientras acababa.
Esta vez si lo disfrute, pude cogerla bien, recorrer todo el suave canal de su concha.
Quedamos tendidos un par de minutos, transpirados, una vez repuestos, nos levantamos y nos fuimos a lavar.
Mientras mi mamá arregla su cama, yo prepare la merienda.
Cuando estábamos terminando de merendar empezaron a llegar mis hermanos de sus obligaciones, yo empezaba a contar los minutos para estar a solas de nuevo con mi mamá .
Bueno amigos, esta ha sido mi segunda vez con mi mamá, disfrútenla.