Voy a contarles algo que pasa en mi vida desde hace casi 4 años, cuando yo tenía 16 años, y tiene que ver con mi prima-hermana que en ese entonces tenía 19 y que por seguridad no voy a poner su nombre ni el mío.
Todo comenzó cuando fuimos a pasar unas vacaciones de aproximadamente un mes a la casa de mis tíos, en esa estadía nos enteramos que mi otra prima (la hermana de la co-protagonista) se llevó varias materias de la secundaria y necesitaba ayuda para estudiar, entonces mi mamá se ofreció a traerla con ella para enseñarle, así es como se vinieron a vivir mis dos primas por 1 mes mas a casa, al principio todo era normal, como toda relación de primos, salíamos y nos divertíamos los cuatro (mi hermano también) pero después de un tiempo, tal vez unas dos semanas empecé a sentirme muy atraído a mi prima por lo cerca que estábamos y quise experimentar que le pasaba a ella.
Al principio me fije si ella quería estar conmigo, y siempre me buscaba de esa manera especial que a uno le llama la atención.
Después me acercaba mucho a su rostro (siempre fui muy mimoso y cargoso, así que era normal) de manera que nuestros labios casi se junten y le preguntaba «te puedo dar un beso??» y tal vez pensando que no lo iba a hacer me respondía «sí» pero yo no lo hacia, solo le besaba la mejilla.
Hasta el gran día.
Después en el gran día, estábamos viendo una película y estábamos acostados los dos en la cama de costado en la misma cama, ella estaba apoyada en mi espalda y me abrazaba (al estilo cucharita pero invertido), cuando de repente no aguante mas la tentación y me voltee para verla de frente, y le doy un piquito (beso chiquito) en los labios sin previo aviso, esperando una respuesta agresiva, pero me equivoque mucho… ella no hizo nada, solo siguió viendo la película y no se dijo nada más.
Todo el día transcurrió de lo mas natural hasta que llego la noche.
Esa noche hacíamos la cucharita normal, yo estaba atrás y la abrazaba, era tarde y ella no se iba a dormir, entonces empecé a llamar su atención para que cuando ella volteara a verme yo la pueda besar como lo hice la primera ves, pero esta vez fue diferente.
Ella comenzó a responderme los besos, en ese momento empezamos a besarnos y abrazarnos, olvidando todo nuestro parentesco, olvidándolo todo.
Esa noche estuvimos mucho tiempo besándonos, pero por timidez de ella no me dejaba que la tocara, cosa que trate de tolerar, suponiendo que mas adelante se soltara.
A la mañana siguiente ella casi no me podía ver a los ojos, pero todo pasó y volvimos a tener muchas otras noches en las que fuimos dejando fuera las prendas de ropa, y la timidez para todo tipo de caricias mientras crecía nuestro cariño y amor mutuo.
Cuando llego la hora de despedirnos porque volvían a su casa.
Esa misma noche ya estábamos ambos desnudos y dispuestos a tener un lindo recuerdo, haciendo el amor por primera ves (los dos éramos vírgenes) pero por inexperiencia y miedo a ser descubiertos no se pudo y nos despedimos con un «hasta la próxima» a la mañana siguiente.
Después de ese día yo desee por mucho tiempo volverla a ver, y lo hice después de un año, pero las cosas habían cambiado.
Ella ya no quería saber nada de lo nuestro, aunque seguía llevando el anillo que le regale. Después de pasado otro año nos volvimos a ver… pero esta vez las cosas iban a ser muy diferentes, pero se los voy a contar en otra historia.
Hay una cosa que me falto decirles, mi primita es alta como yo 1.82 es morocha de cabello ondulado por la mitad de la espalda, de ojos marrones, grandes y una boquita bien linda con un sabor a terciopelo que te hace ver las estrellas.
Es flaquita, tiene una cola muy linda que te hipnotiza al caminar y unos pechitos no muy grandes, pero que a ella le queda hermosa, dándole un cuerpito de modelito tal cual me gusta a mi y me vuelve loco.
Dentro de poco les voy a dar la segunda parte. Espero que esta les gustara y se entienda todo lo que siento por ella.