Cosas de familia

La mañana húmeda dejaba sin aire la costanera iluminada por escondidos rayos de sol, los algarrobos pintaban con flores de algodón el verde manto de gramilla nativa, pero pese que estaba invadida con ganas de ignorarlo, estaba ahí a mi lado sin decir palabras, ambos sabíamos que estábamos en problemas al quedarnos dormidos.

Ya eran las siete de la mañana, 10 horas antes habíamos entrado al hotel, lo planeado eran dos horas, era la primera vez que salíamos en esa trampa deseada juntando nuestras ganas de sexo .

Recordé el apuro para entrar a la habitación, al quedar enfrentados, nos dimos ese beso que inicio la noche me entregue sumisa, ambos nos quitamos la ropa cuidadosamente desnudos nos abrazamos parados, sus mano cerrada en vértice en los dedos acariciaba mi vagina, la lubricación llego enseguida, tome su falo ya erecto y acompañe el ritmo que imponía en mi vagina me indujo a sentarme en la cama, cuando lo hice quede con esa barra a la altura de mi cara, lo lamí empezando en sus testículos no llegue al glande que ya me encontraba en la clásica posición con las piernas abiertas y recibiendo esa punta que tan bien manejaba poco a poco mi dilatada y jugosa cueva se abrió, un entre y saca fuerte dejo en pocos minutos lleno mi vientre de esa leche que tanto había deseado .

Me sentí gozada y más que satisfecha , no paso más que minutos que de la contemplación y caricias pasamos al 69 su lengua me entraba apoyando en el clítoris y yo succionaba con mis labios ese hermoso y deseado miembro, hasta que acabe y acabo, nunca había hecho eso, pero todo era natural y me llamaba la atención mis ganas, otra vez penetro en mí, creo verme en el borde con mis piernas levantadas y el bombeando como un joven y yo sonriendo de la satisfacción que me daba.

Cuidándome el pelo me di una ducha la intención era que sola pero como podía echarlo sus manos me acariciaban con el jabón al entrar sus dedos en mi coño, me di cuenta que más leche iba a ser depositada, no hice nada para pararlo, todo lo contrario me apoye en la pared abrí mis piernas y recibí otra vez ese juguete travieso erecto , mi coño se cerraba e hizo que. un exprimidor con el esfínter , creo no dejo gota en su cuerpo, ahora pienso que ese fue el error.

El cansancio nos invadió, me desperté sobresaltada dándome cuenta que eran las seis, al despertarlo empecé a pensar, mi suegro en la cama conmigo, si bien tiene 45 años, era mi suegro, mi marido en la quinta ¿estaría esperándome? nos cambiamos, pense, mi suegra toma somníferos.

Mirándolo le dije ¿ Tienes teléfono móvil? .

Lo tengo en casa , ¿Dame el número?

Llévame a la quinta solo tienes que decir que yo te llame, que me pasaste a buscar para traerme, que me violaron y no quiero hacer la denuncia, solo si Carlos te pregunta algo.

Eso dijimos, al llegar a la quinta Carlos mi marido dormía , el padre se fue ,me duche me metí en la cama y me desperté al mediodía.

Carlos me despertó, diciéndome !Arriba vaga! con un tono cariñoso, no le conteste nada (siempre me levanto malhumorada) me lave la cara y almorzamos, los chicos estaban en la casa de mi cuñada y allá fuimos, me extraño que Carlos no me dijera nada.

A la noche nos reunimos en la casa de mis suegros, todo normal, fue mi cuñada, la que me ubicó en la situación al decirme cuando estabamos maquillándonos.

¿Me contó papá lo que pasó anoche y no sabe si decirle a Carlos?

¿Qué le aconsejaste? fue mi respuesta.

Mientras no te pregunte nada, es mejor dejarlo así, hace unos años me paso a mi y no le contamos a nadie, solo lo saben Papá y ahora vos.

Una paz recorrió mi cuerpo, la reunión transcurrió y solo debíamos esperar otra oportunidad, para el goce que fue mutuo, eran las dos de la mañana cuando el marido de mi cuñada se fue a buscar el auto, un instante, una imagen fue suficiente para quedarme totalmente tranquila, mi querido padre político acariciaba sexualmente a su hija rápida y disimuladamente.

La cual cerrando un ojo y sonriendo me dio un beso en la mejilla , la pequeña frase que salió de sus labios fue «Son cosas de familia».