Placer de una hermana
El relato que les voy a contar, me sucedió hace unos días.
Yo tengo 15 años, vivo en Jaén, con mi hermana, de 15 años también y mi padres.
Mi hermana, era guapísima, rubia, ojos azules, unos pechos bastante grandes para su edad , y un culito perfecto.
Yo nunca me había fijado en ella como mujer, si no como mi hermana.
Todo empezó un día, mis padres habían salido a comprar, yo me desperté tarde y lo primero que hice fue ir al servicio, al abrir la puerta, me encontré a mi hermana totalmente desnuda, dispuesta a meterse en la ducha.
Al ver sus enormes tetas y su coño perfecto, me empalme, me quede congelado, asta que mi hermana me dijo que me fuera.
No podía olvidar esa imagen, corrí hacia mi cuarto y me masturbe.
Después salí al salón, y estaba allí viendo la tele, solo de verla, me volvió la erección.
Me senté allí, junto a ella, pero ella no dijo ni una palabra, es mas, ni me miro a la cara: Durante el resto del día, intentamos no cruzarnos por la casa.
Al día siguiente mi padre se fue a trabajar, y mi madre salió a hacer unos recados. Yo después de desayunar, decidí darme una ducha, cuando llevaba un rato duchándome, se abrió la puerta del servicio y entro mi hermana, me vio desnudo, ya que la cornisa es totalmente transparente. Yo le dije:
-¿Qué haces? ¡Sabias que me estaba duchando!
-Tu me viste desnuda, ahora me toca a mi, además tu pene parece contento de verme
Yo me puse colorado, pero antes de que pudiera decir nada, ya se había ido
Por la tarde vino mi primo, para quedarse a dormir, como mi8 cuarto era muy pequeño decidimos que lo mejor era ponerle un colchón en el cuarto de mi hermana.
A mitad de la noche mas o menos apareció mi hermana, y me dijo que mi primo hablaba en sueños y no le dejaba dormir, y me pregunto que si se podía venir, yo le deje un hueco y nos dormimos al momento.
Estaba amaneciendo, cuando abrí los ojos y vi a mi hermana masturbándose, era increíble ver como metía y sacaba sus delicados dedos de su hermosa conchita. Me quede asi8 un rato, hasta que una vez mi hermana se volvió, y me vio mirándola, y para mi sorpresa dijo:
-Buenos días hermanito, ¿te importaría ayudarme?
Yo me quede petrificado, así que ella, si incorporo un poco y me bajos los pantalones del pijama, empezó a acariciarme y masturbarme, luego se metió mi poya en la boca y empezó a chupármela, fue la ostia, no sabia que mi hermana era tan experta, después de correrme en su boca, me dijo que ahora me tocaba a mi, así que dirigí mi lengua, hacia su coño empecé a lamerlo, luego comencé a introducirle un dedo, ella gemía de placer y me decía que no parase, después de haberse corrido dos o tres veces, mi poya estaba otra vez erecta, la cogí por la cintura y la tumbe en la cama, empecé a acariciar su conchita, con mi pene, y poco a poco se lo introduje enterito, ella se puso encima mía y empezó a dar saltitos mientras ahogaba los gemidos de placer, me corrí dentro de ella.
Luego le pedí, que si me podía hacer una cubana, a lo que ella acepto encantada, fue brutal, me corrí en sus pechos, y luego le limpié todo el semen con la lengua, mientras le mordisqueaba los pezones.
Acabamos los dos agotados, ahora cada vez que nos quedamos solos en casa, lo hacemos, cada vez es mejor que la anterior, pero peor que la próxima.