De la emergencia al placer

Mi nombre es Adela, soy ejecutiva de una empresa internacional, estoy al frente de la Gerencia de Relaciones Públicas, mi lugar de trabajo es el centro de Buenos Aires, tengo 48 años y soy casada, mi vida es normal, de lunes a viernes trabajo, voy al club a poner mi cuerpo en forma hago gym y natación, creo que por la edad que tengo todavía estoy fuerte como se dice aquí en Argentina.

Los sábados y domingos tomo mucho sol ya que mi casa tiene parque y piscina, así que tengo mi cuerpo tostado, con mi esposo tenemos una muy buena relacion sexual, les voy a contar como soy y después comienzo a relatar lo sucedido hace 1 mes aproximadamente.

Mido 1.70, soy de peso medio o sea que no soy flaca pero ni tampoco gorda, tengo cuerpo de mujer latina, tengo unos buenos pechos, firmes con unas aureolas marrones oscuras bien grandes que cuando se entonan se convierten en unos pezones que parecen frutillas, tengo el cabello castaño tipo melenita y mi rostro es bien latino, con rasgos duros tipo Jennifer López, tengo una cola normal, poco parada para mi gusto, de mi es lo que menos me gusta, y mis piernas son bien formadas.

Bueno comienzo con mi relato, asistí a un seminario de empresas exportadoras mandada y en representación del directorio de mi compañía, a la ciudad de Rosario que queda a 300 km de Buenos Aires, el dia transcurrio normal entre coffe break, discursos, almuerzo de trabajo, miradas sugerentes y pensamientos vanidosos, ya que me pone muy bien que con 48 años todavía me miren como lo hacen y no solo hombres de mi edad, si no corderitos a los cuales les doblo la edad, en realidad que eso pase me calienta, me hace sentir muy bien y hasta me mojo por ello, estaba muy bien vestida sencilla pero bien, una remera muy ajustada mostaza manga larga con escote redondo en el cuello, pero que me dejaba la espalda al aire, eso no me permitia usar soutien, pollera mini discreta un poco más arriba que la rodilla color chocolate pero ajustada, unos zapatos altos y medias negras con portaligas negros y una tanguita muy chiquita de esas que son triangulito adelante que a una mujer a la cual le gusta tener su concha bien peluda como yo, hacen que los pelitos le salgan por los costados porque no llega cubrirme, siempre uso este tipo de lenceria me gusta, pero esta es una de las más atrevidas.

Volviendo a la reunión eran las 18 horas y yo ya me queria retirar pues tenia tres horas de viaje, así que faltando la parte final me retire, tome mi auto BMW y tome la ruta 9 para BSAS, cuando había transitado ya 100 km mi auto se quedó completamente sin energía y tuve que tirarme a la banquina, quiero llamar un auxilio o a mi esposo por el celular y este tampoco tenia bateria, me baje a la espera que alguien me auxiliara, en eso para un camión grandísimo y se bajan los ocupantes, dos muchachos ambos no tenían más de 25 años, me ofrecen ayuda la que aceptó, miran el motor, les explico que no puedo llamar a un auxilio por no tener batería en el celular, entonces me dicen que lo harían ellos porque no se puede arreglar, uno de ellos es de la provincia de misiones, es blanco y rubio de estatura mediana, ese mucho no me atrae, pero el otro es negro brasileño una piel brillosa, la verdad que que me hace sentir un cosquilleo mirarlo y mi cabeza empieza a encender mi cuerpo, pero solo en mi mente.

Vuelve el rubio y me dice que hay que esperar dos horas que ellos se quedara porque ya es de noche y no quieren dejarme sola , yo les agradezco mucho, me dicen que fuéramos al camión a esperar que tenían un lugar cómodo, ya que ellos llevaban caballos de alta competencia y tenían un muy lindo lugar de estar, me convidarían con café, acepte llegamos al camión me hacen subir por una escalera, el negro subió primero para darme la mano para subir, cuando estoy subiendo no paraba de mirarme los pechos y el rubio de abajo me miraba mi culo por debajo de la pollera, el negro cuando estaba arriba me metió sus dos manazas en mis tetas apretándomelas como para exprimirlas, que buena que estás gritaba, y yo gritaba soltame hijo de puta, la rubia me metia sus manos en el culo y me decía puta sos vos, por andar con esas tanguita, el negro me deja de tocar y se desviste, uiiiii que poronga tenia ese negro, todo lo que había gritado de terror hasta ese momento lo cambie por gritos de admiración, era algo descomunal, negra y gruesa, el otro también se desvistió tenia una mediana realmente esa mucho no me interesaba, la atrayente era la otra, yo seguí por un tiempo más resistiendome, los machos me toqueteaban por todos lados, mi pollera ya estaba en mi cintura, el negro cuando vio mi diminuta prenda se enardeció, me bajo la remera dejando mis tetas al aire, mis pezones estaban super erguidos, me los empezo a chupar, el rubio me metía su pija entre mis nalgas y me decía este culito va a ser mi putita, mi calentura ya era incendio, cambie los gritos de miedo por gemidos de placer, les dije chicos déjenme ponerme comoda asi me pueden coger como merezco y deseo, me saque la pollera y la remera, le dije al negro » amor sacame la bombachita» y el me la saco y me empeso a chupar mi concha con esa lengua grandota que tenia, al rubio le dije » si querés mi culito chupamelo primero» y se agachó abrió las nalgas y me lo chupo como nadie lo había hecho hasta ahora.

Mis jugos se desparramaban por mis piernas, mi concha era una canilla, yo realmente ya no queria mas lenguas quería tener esas pijas adentro mío, sobre todo la negra me parecía apetitosa, me puse en cuatro y la pija entraba y salía de mi culo, y la negra pija me atragantaba, mis tetas colgaban yo gemia y los potros bombeaban a más no poder.

Yo enloquecía por el negro siempre me masturbaba pensando en que me cogia un negro con una buena toronja y ahí lo tenia, les dije bueno ahora mando yo ustedes son muy chiquitos para conducir esta fiesta, les dije, veni Wilson a vos te quiero dentro mio, y el negro me metió su palo en mi vagina vos mira un poquito lo quiero gozar bien a el, le dije al misionero, y nos echamos un polvo con Wilson de locura me la metió por delante por detrás, estábamos por acabar y entonces tambien cumpli otro de mis sueños uno arriba y el otro abajo, dos pijas largando la leche adentro mío, en la concha y en el culo, que delicia cumpli mi sueño a los 48 años, les digo esto cambió mi vida, otro dia les cuento.