Sexo con mi prima

Mi nombre es Fran y siempre me gustó mi prima Julia.

Ella vive en un pueblo de Sevilla y yo estoy lejos de ella, a casi 600 kilómetros.

Nos veíamos desde pequeños en verano, todos los veranos yo iba al pueblo y allí podía comprobar que cada vez me gustaba más y mi atracción por ella crecía hasta límites insospechados.

En el verano de 1996 pasó lo que yo llevaba soñando desde hacía mucho tiempo. Os cuento:

Primeros día de agosto, llevaba 2 días en el pueblo y mi familia decidió ir a visitar a otros familiares a la ciudad.

Mi prima no iba a ir porque ella ya los ve a menudo y al conocer que mi prima no iba yo intenté escaquearme para no ir tampoco y quedarme con ella, solitos en su casa.

Lo conseguí, me busqué una buena excusa y me quedé con ella. Yo tenía entonces 18 años y ella 17.

Una vez solos los dos estuvimos hablando de todo, de cómo nos iba en el tema del amor, en los estudios, etc.

En un momento dado, y sin esperármelo, mi prima me dio un beso en la boca, yo no sabía que hacer, me quedé mirándola muy sorprendido y sin decirla nada.

Sentí algo especial cuando me besó, algo muy lindo, mágico y entonces yo también la agarré y la besé, un beso muy largo y muy cargado de pasión.

A partir de ahí todo se desbordó, yo empecé a tocar y besar todo su cuerpo, estábamos muy excitados los dos, ella me tocaba a mí, poco a poco su mano tocaba mi pene que ya estaba erecto, me lo meneaba con dulzura y delicadeza.

Empecé a desnudarla y le toqué y lamí las tetas, unos pechos muy lindos por cierto, ella gemía ya de placer y me pedía que le mordiera los pezones.

De repente se levantó y se quitó la falda y las braguitas, se abrió de piernas y me enseño su fantástico coñito, depiladito y mojado y me pidió que se lo lamiera, que se lo comiese enterito.

Lo chupé y lamí gustoso, lo hice mucho rato hasta que ella no pudo más y se corrió en mi boquita, me tragué todo su líquido.

Seguí lamiéndoselo y a la vez la metí dos dedos hasta que volvió a correrse.

Después me quitó los pantalones y los slips y me hizo subir al cielo con una gran mamada, que bien me la chupó, nadie me ha vuelto a hacer una mamada como las de mi prima.

Fue una mamada única, grandiosa.

Me pidió que me corriese en su boca y lo hice, lo cual me excitó aún más de lo que ya estaba y eso era difícil. Se tragó todo mi semen sin dejar gota alguna. Siguió chupándomela hasta que me corrí una 2ª vez, y yo estaba ya en el séptimo cielo.

Tras esto nos dijimos que nos folláramos y lo hicimos, la penetré una y otra vez, ella jadeaba de placer y yo también, estaba pasando el mejor día de mi vida.

Lo hicimos en muchas posturas y fue maravilloso.

Se movía como una diosa y yo intentaba darle lo mejor de mi.

Después de follar sin parar me la volvió a chupar y yo le volvía a comer el coñito, su raja rosita que estaba llena de líquidos de los 2 y que era una gozada lamerlo.

Yo quería follármela por el culo, pero ella no quiso, es la única práctica que no le gusta y nunca lo hemos hecho juntos así, pero lo comprendí.

Desde ese día, mi prima y yo, cuando nos vemos en verano, nos desahogamos y follamos hasta no poder más. Mi prima es única y no hay chica como ella. Los dos tenemos pareja, pero nos necesitamos.