Una hermosa mujer
Nada mejor que encontrar un día a una hermosa mujer, que quiera desinhibirse y que lo escoja a uno para eso.
Me paso un día en que estaba muy solo, me puse a chatear y de pronto me hice amigo de una chica que también vive en Bogotá.
Se describió como una hermosa mujer… quedamos de conocernos ese mismo día, yo vivo solo, pero no quería correr riesgos, así que preferí citar a la mujer en un sitio publico y observarla sin que ella me pudiera observar.
Le propuse que llegara entonces a la puerta principal de un supermercado que se llama Carulla, que es muy conocido en Colombia, pero le di una descripción falsa acerca de como estaba vestido, para que ella no me reconociera.
Bueno, salí inmediatamente y me dirigí al almacén, de pronto vi como llegaba una mujer joven, parecía una diecisieteañera, venia en un swift rojo, tenía gafas oscuras que se había acomodado sobre su pelo, como una diadema, se bajo y yo no pude contener mi asombro, era una mujer hermosísima, tenia una minifalda muy corta, color vinotinto, no tenía medias, usaba unas botas negras a la rodilla, una blusa bordada transparente, un brasier de media copa que dejaba al descubierto la parte superior de sus tetas.
Me pregunté si seria ella la mujer del chat.
Pensaba que ojalá así fuera… bueno, ella entró al almacén, despertaba todas las miradas, la verdad es que sus piernotas no tenían porque estar cubiertas, y afortunadamente usaba esa minifalda tan cortica, que permitía que uno pudiera observarlas casi desde donde terminaba su suculento culo.
Cuando ella entró me dije que era una lastima, pues era una mujer hermosa, de pronto la vi pagando unos cigarrillos y había comprado una coca cola, volvió a salir y se paro frente a la puerta principal, miro su reloj.
Me acerque y le dije:
Natalia?
Ella se volvió, me sonrió y me dijo:
Pensé que no vendrías.
Bueno, le expliqué que la verdad es que no estaba seguro de que ella fuera como se había descrito, y por eso me había escondido, entonces ella me dijo que que le parecía en la realidad, yo le dije que estaba muy bonita, que era muy hermosa…
Me pregunto que a donde iríamos, yo le dije que si quería dar una vuelta o que si quería fuéramos a mi apartamento que estaba cerca.
Ella entonces me dijo que fuéramos al apartamento mío, nos montamos en su carro, y pude ver como al estar sentada, la falda se le subió totalmente, dejando al descubierto sus interiores, que eran una tanguita de encajes, deliciosa, pensé.
No le importó que yo no le despegara los ojos de sus piernas.
Llegamos pronto a la casa, una vez entramos ella me beso, eso me emociono muchísimo, pues me parecía delicioso que una mujer que apenas conocía hacia 10 minutos me estuviera besando, con pasión, con ganas de tener sexo.
Se bajo la faldita y se quito la blusa, quedando vestida con sus botas, su brasier y su tanguita.
Me pregunto que que me parecía todo lo que veía, y yo le dije que me parecía hermosa, muy hermosa. Se quito el brasier y me dijo que ahora que me parecía.
Yo le contesté que mucho más hermosa.
Se quedo con su tanguita y sus botas y me dijo que la besara.
Yo me levante, no podía disimular que mi pene estaba a mil y que podría reventar en una eyaculación en cualquier momento.
Ella sitio mi verga contra su estomago.
Yo le acariciaba el culo, hermoso, con unos glúteos fuertes, firmes, parados, sus tetas sin ser muy grandes eran suficientes para que uno pudiera meterlas en la boca y saborear unos pezones oscuros, que estaban paraditos.
Ella me ordeno que me desnudara, que me quería ver como lo hacia y que quería que lo hiciera de modo muy sensual.
Yo me separe y puse música, me comencé a desnudar.
La verdad es que me sentía un poco ridículo. Bailaba tratando de imitar a un striper (pero mi cuerpo no es de striper), ja ja ja ja).
Cuando estuve desnudo, ella me tomo la verga y descorrió el prepucio para ver el glande, que en la punta tenia ya humedad, se la metió a la boca y comenzó a mover la cabeza de atrás hacia adelante, succionando, con fuerza, con sus manos tomaba mis huevas, me encantaba, me sentía por momentos morir, sentía mi verga muy excitada y sensible.
De pronto ella se acostó e hicimos un delicioso 69, mi posición favorita, ella todavía tenia la tanguita, pero no fue ninguna dificultad apartar el encaje con un dedo y meter la lengua.
Su cuca no estaba del todo rasurada, que es como me gustan, pero tampoco era muy peluda, tenia un sabor muy agradable, ya estaba muy mojada.
De un momento a otro se levanto y se sentó a horcajadas sobre mí, tomo mi verga con sus manos y la oriento hacia su chocha, se la metió y ella misma comenzó a cabalgarme, sentía como mi verga casi se salía y volvía a entrar dentro de ella con violencia.
Bueno, en esa posición yo pudo aguantar sin venirme un buen tiempo, le dije que siguiera sentada sobre mí, pero que me diera la espalda.
Ella sin salirse, se voltio y comenzó a moverse nuevamente, me encantaba ver como sus nalgas parecían comerse mi verga y como parecían movidas por un resorte, ella se acostó sobre mi en esa posición, y yo le sobaba las tetas con fuerza, ella trataba de besarme y sacaba la lengua entre gemidos.
Cada cierto tiempo tenia espasmos que indicaban que se estaba viniendo.
Por fin me hizo venir y sentía como me salían chorros de semen que la llenaban totalmente.
Después de eso, volvimos a culiar otra vez, con igual intensidad.
Se vistió, dejándome de recuerdo la tanguita, se puso su minifaldita, su brasier, su blusa y su chaqueta, las botas, se despido con un beso y se fue.
Nunca volví a encontrarme con ella por chat alguno.