Estaba más cachonda de lo normal salió, a la calle y le puso unos bonitos cuernos a su marido

Ese día estaba excitada, más que de costumbre.

Soy casada hace dos años con un hombre mayor que yo, tengo 26 años y el 55.

El sexo entre nosotros es muy agradable, lo quiero y me siento muy querida, cuidada, libre, pero en algunos aspectos la diferencia de edad se nota.

Cuando tenemos relaciones es bárbaro, juguetea mucho, es fantasioso y viril.

La frecuencia es de una o dos veces por semana y yo quisiera todos los días.

Yo también soy fantasiosa y gozo masturbándome. Me gusta preparar mi escenario. Lo voy armando durante el día. Tengo un cuerpo sensual y soy seductora. Me gusta vestirme sabiendo que despierto pasiones, busco las miradas y me calienta ver los resultados, siempre dejo ver algo de mis pechos o la cola o las piernas, me gustan los tajos en las faldas y las blusas tenues.

Además parezco diez años más joven, o sea que gusto a los hombres de 17 años en adelante. Creo que mi sensualidad se ve más allá de la ropa que llevo, pues los días que salgo así nomás también tengo mis admiradores.

Ese día estaba muy excitada, y salí a dar una vuelta.

En el ascensor, mirándome al espejo desabotoné un poco mas mi camisa y rasque los pezones con mis uñas.

Mi cuerpo es muy sensible y las tetas especialmente, se pararon las puntas y se veían más, hasta el color más oscuro a través de la tela.

Volví a tocarme las tetas hasta la planta baja y salí a la calle hecha un fuego.

Tome un taxi hasta el centro.

Abrí un poco las piernas y desde atrás de mis lentes oscuros podía ver al conductor espiarme por el espejito.

Cuando lo tuve ahí abrí un poco más haciéndome la que miraba hacia fuera.

Al bajar las abrí para que suba la pollera y así mostrarle a él y a los que pasaban por ahí. Ya me sentía casi loca de calentura. Mis tetas me pedían caricias. Sentía la conchita húmeda.

Escuchaba los piropos- Diosa, -Mamita, -Llévame al cielo, – Bombón, Putita, – De lo más dulce a lo mas zafado. Seguía calentándome.

Los miraba a los ojos y me tentaba quitarme los anteojos para que vieran que los miraba, no me animaba, todavía.

Entre a un centro comercial, mirando vidrieras caminaba hacia mi un joven fuerte y hermoso, le moví una sonrisa, a los diez pasos me alcanzó.

-Soy Mario, ¿quieres tomar algo? Si, tengo sed, le conteste, soy Juana.

Fuimos a un café del Shopping, pedimos cerveza y cuando la servían me rozo una pierna con la suya.

-Vas rápido, le dije para acelerarlo, -Todo lo rápido que quieras, contestó.

-Todo lo rápido que quieras, le dije en voz baja.

Tomamos la cerveza hablando pavadas, pago y salimos.

Caminamos dos cuadras hasta un hotel y entramos sin dudarlo.

En el ascensor me había tomado la mano, así entramos a la habitación, de la manito. Pase primero, Colgué la cartera del respaldo de un silloncito donde me senté.

Llego hasta el fondo del cuarto y se volvió. Era hermoso. No lindo, hermoso. Rasgos marcados, manos fuertes, Fornido.

Mirándolo cruce las piernas y me quite un zapato, descruce, cruce y quite el otro.

Llego junto a mí, estiró los brazos y me paró tomándome de las axilas, cuando vi que venían las manos pensé que me agarraba las tetas, me agarró y me apretó contra él.

Metí la cara en su cuello esperando que hacía.

Tenía olor a hombre, arrime los labios y sentí que subía las manos debajo de mi blusa, me tire hacia atrás para darle las tetas, dejó una mano y con la otra desabotono dejando mis pechos casi desbordados del sostén a la vista.

Con los dedos corrió el bretel y bajo la copa, y la otra. sentía su pija creciendo, apoyada en el pubis.

Termino de sacarme la blusa y el sostén y agarrándome de los pezones con fuerza me llevó caminando hacia atrás hasta la cama.

Tengo las tetas muy sensibles, no hablo de dolor, hablo de excitarme, me pierdo cuando me las tocan, parecía adivinarlo, así paso a paso, mirándome tironeo de los pezones, me dio vuelta de espaldas a la cama y me hizo sentar.

Parado casi entre mis piernas se quitó la camisa, soltó el cinturón y se quitó el pantalón y los zapatos.

La cabeza de la pija se asomaba sobre el calzoncillo, la tenía frente a mi boca, roja, brillante, bien marcada del tronco.

Le baje el calzoncillo y quedó apuntándome.

Casi tocándome, se le movía de arriba abajo hinchándose, la tome con una mano y con la otra lo acerqué suavemente, se dejaba hacer.

Lo olía, olor a macho, a sexo, y me la pase por toda la cara, despacito y suavemente, me agarre la teta con la otra mano y la acaricie con el palo, me lo pase por las dos, lo apreté entre ellas viendo como se asomaba la cabezota.

Lo acerqué más y se la apreté entre la barbilla y el cuello, gimió y me agarro la cabeza.

Lo solté y le dije

– Ahora juego yo con tu muñeco y vos ni te mueves, cuando yo termine me haces lo que quieras, entendiste?

Agarrandolo de las bolas como me había agarrado de los pezones lo acosté boca arriba, me sentía loca de calentura.

Yo parecía más joven pero le llevaba por lo menos cinco años, lo sentía como un pendejo viril.

Volví a decirle -ni te muevas hasta que yo te diga.

Fui hasta el baño y tome agua de la canilla, mucha, la calentura me dejaba seca, sentía también el olor de mi sexo, los pezones estirados y sensibles, la concha húmeda, me la toque, estaba mojadísima, la toque con la otra mano y volví a la cama.

Estaba como lo había dejado, se tocaba la pija suavemente, le lleva las manos al respaldo y le dije

-Agárrate y no te sueltes, después juegas tú.

Le pase las tetas por la cara y abriéndole la boca le metí un pezón, luego el otro, comenzó a lamer y morder, me ponía loca, fui bajando rozándole la pija con el pubis, la pancita, las tetas, los pelos y abriéndole las piernas la agarre primero con las dos manos, sobraba la cabeza y un pedazo del tronco como para otra mano, llegue con la boca a la cabezota brillante, la pase apenas por los labios, abrí la boca y empecé a metérmela muy poco a poco, toda la cabeza, hasta que llegue con los dientes hasta el cuellito.

Cerré suavemente los dientes y quedó dentro de mi boca movía la lengua y apretaba mas la mordida, solo así, movía los labios, la apretaba con los dientes y movía suave la lengüita. Se retorcía y gemía, subiendo las manos le rasque las tetillas, primero con las uñas y después atornillando, apretando cada vez mas, los dedos, los dientes y la lengua, temblaba y yo también, quería tragármelo, que se venga, se erizo y se puso duro y quieto, supe que se venía, afloje la mordida y me la metí hasta la garganta.

Me gustaba sentir la pija en el fondo de mi garganta, sentí que se venía ya, apreté más la concha contra el talón y empecé a acabar, temblando, tragándome la pija, sentí el primer chorro que trague sin que toque la boca, la fui sacando despacito, chorro a chorro, el último fuerte me dio en la cara, se siguió desbordando suavemente, tome lo que salía en mi boca y lo puse en mi mano, que así mojada la corrí por su culo que temblaba, apreté el pulgar y se lo metí, la pija volvió a cabecear y le di un ultimo beso.

Deje el dedo moviéndolo despacio, para que no se asuste.

Me toque la conchita, estaba desbordada, los labios para afuera y el clítoris paradito no lo podía tocar, estaba eléctrico, palpitante.

Me corri hacia arriba y le puse un beso en la boca, corrió la cara, le seguí el movimiento diciéndole, si esto es tuyo y me lo trago con gusto, vos lo vas a probar, ahí nos besamos las bocas hasta secarlas.

Pedimos cerveza, mientras llegaba jugué en la ducha, golpearon la puerta y abrí desnuda, era una moza, quería mostrarme a un tipo. Tome la bandeja, le dije cierra tú y camine mostrándole el culo.

Serví las cervezas y me senté a su lado, pegando mi cadera a su hombro.

Puso una mano en mi concha, apoyándose en un codo pasaba la cara por las tetas, mordiéndome, lamiéndome, chupando… Muerde -le pedí. Mordió,

-Mas fuerte, le pedí. Mordió tan fuerte que me erizó la piel, Gemí de calentura y dolor… muerde, muerde….

siguió mordiendo los pezones y metió los dedos que pudo en mi conchita.

Le agarre la pijota que estaba parada de nuevo, moviéndose, dura, muy dura.

Se colocó entre las piernas abriéndolas y apretando las tetas bajo la cara hasta la concha desbordada, mordiéndola toda chupando y lamiendo… hacedme…hacedme… le decía casi gritando, gimiendo, temblando.

Soltó mis tetas y las agarre yo, colocó la pija entre los labios de la conchita y empujó… era enorme… toco mi fondo agarrándome las nalgas cogía sin pausa, su cara transfigurada, sacaba y ponía…. estaba por acabar, sentía venir mi orgasmo, él también, la sacó y metiéndola en mi boca me dijo

-Chupala… chupala un poquito…

Se la chupe… me cogí la boca con su palo…

Lo sacó y me dio vuelta poniéndome culo para arriba la metió nuevamente en la concha…

Yo bramaba…me babeaba…. gemía… Muévete…muévete guacho.. -le pedía gimiendo y acabe….temblaba como una hoja… y me afloje. siguió moviéndola despacito…la saco y busco mi culito…. la paso por encima…arriba y abajo…arriba y abajo… me dieron ganas y empuje el culito contra su cabezota… el empuje guiándola con la mano…. le costó abrirme, se resbalaba para arriba o para abajo…se afirmó y me metió el pulgar de la mano que tenia la pija en el culito…hasta que no entro mas… jugó un ratito mientras yo aullaba… y sacando el dedo colocó la cabeza de su pijon y empujó….esta vez pasó…grite y mordí la almohada… era enorme… se fue metiendo y yo aullando le pedía -Cógeme…. Cógeme bruto… dame …damela toda,….lléname toda…toda…así…..aaaahhhaaaahhhhhaaahhhhhh…

siiii….vente….se hinchaaa….acaba….acaba….yo tenia un orgasmo tras otro….llorando….gritando sentí que se paralizaba, solo su pija palpitaba….sentí los chorros en lo profundo de mi culo…tuve otro orgasmo….y caí ensartada con ese ariete…El arriba mío, desplomado, jadeando y flojo, babeándome la cara.

Nos duchamos y nos vestimos sin poder hablar. había quedado floja, me costaba mover las piernas.

Tome un taxi hasta casa.

A este tachero lo deje ver, pero por que no tenía fuerza para cerrar las piernas.