La conocí un día en un pub una amiga especial
Como todos los viernes nos encontramos con un amigo en un bar de muy alto nivel social, nos juntamos ahí por tres razones: porque nos queda cerca de ambos y porque las mejores mujeres las encontrás allí y sobre todo porque somos amigos del mozo y nos convida, la mayoría de la veces los tragos gratis.
Bueno sigo; como te dije, este viernes pasado voy al bar, que más que bar es un pub, y cuando llego me acerco a la barra y el mozo me dice que había llamado nuestro amigo en común que lo disculpara que no podía venir porque había tenido algo muy importante de último momento.
Bueno no importa, observaré cómo está el ambiente de concurrido y veré si puedo llevarme una de las mujeres que allí se encontraban, apoyó la espalda contra la barra, ya con un Martini en la mano convidado por mi amigo mozo previo a decirle que no tenía un peso ni para tomar agua, miro a mi alrededor y la encuentro a ella que estaba en la otra punta de la barra; no era la primera vez que la veía en el lugar y en el mismo lugar.
Lo llamó al mozo y le preguntó que quién era y le comento que ya la había visto muchas veces y en el mismo lugar de la barra, a lo que el me contesta a es Marcela, es una mujer especial y me aclara «rara», pensé con este comentario será lesbiana o tal vez difícil de acostar por eso está siempre sola y le comentó al mozo que me le iba a tirar un lance de levantármela para ver si la metía en la cama y él vuelve a decirme, mira que es una mujer especial «rara», hice caso omiso al comentario y me acerque a ese monumento de cabellos negros, tez morena, ojos verdes claros, de unas tetas justo como para ese cuerpo espectacular que lo acompañaba un culito que al acercarme y verlo a detalle la pija se me puso como un palo de escoba.
Me le acerco y la saludó, y ella me responde, le cuento que la había observado muchas veces en el lugar, sola, y le hago un comentario jocoso diciéndole que debía ser muy pretenciosa para estar tan sola y ella me sonrió, con una esas sonrisas tan dulces que te desarman y te hacen que el pene te pida entrar en todos los agujeros de su cuerpo y eyacular todo el semen que tengas en los huevos por el resto de tu vida.
Charlamos un rato, la invité una copa, que me aceptó, y cuando yo no daba más y que mi pija por lo erecta casi me llegaba el cuello, le dije si no quería ir a otro lado para charlar más tranquilos, sin tanto ruido, lo que ella me aceptó con una voz sensual que casi me hace acabar.
Como queriendo saber algo más de ella, le preguntó cómo se llamaba y me responde Marce… Marcela, y previo hacer la parodia con el mozo, le digo a él anotalo que después te paso a pagar todo, el mozo me hace seña y me repite vas a ver que es rara y nos fuimos a mi casa.
Cuando llegamos a mi casa, no pude más y la acerque a mi le di un beso en los labios al que me respondió con ganas y nuestras lenguas jugaron la danzas del sexo por un rato y de repente ella se separó y me dijo que no fuéramos tan rápido que primero me tenía que decir algo y entonces la solté, solo la tomé de la cintura y subimos al departamento y en el ascensor la volví a besar, a lo que me volvió a responder el beso y volvió a separarse y a decirme que cuando llegáramos a me iba a decir algo.
Entramos al departamento la llevé al sillón y le pregunté qué era lo que me tenía que decir porque yo estaba ardiendo en deseos de besarla acariciarla y de meter mi pene en ella, mientras con una de mis manos le acariciaba la parte interna de una de sus piernas y cuando casi llego a la entrepiernas, ella me detiene la mano y me dice que espere un momento, y como tomando coraje me agarra la mano y me la apoya sobre pene que estaba duro y me dice «¿ves a lo que me refería tu amigo el mozo con lo que yo era rara?», y le pregunté «¿Qué él lo sabía y no me lo dijo?» y me contestó «trató de advertírtelo», trato de levantarse para irse y la detuve diciéndole «¿Qué ya te querés ir, no vamos a terminar lo que empezamos?», ella me sonrió y me dio un beso tan dulce y tan tierno, que mi pija estaba a mil de nuevo.
Seguimos besándonos y acariciándonos y nos fuimos desvistiéndonos hasta quedar los dos solo el slip puestos, le miro el slip, de hombre que traía, y ella se da cuenta y me comenta que no podía usar bombachitas de mujer por su pene y le dije que no importaba y la volví a abrazar y besar y con mis manos recorrí toda su espalda y la metí debajo de su slip y le introduje muy despacio mi dedo medio en su ano a lo que le arrancó un suspiro y al estar tan pegados note que su slip estaba mojado porque se había acabado.
Ella comenzó a besarme desde la boca y bajó por mi cuello y mi pecho hasta que llegó a besarme el pene por arriba de mi slip, con sus manos lo bajó muy despacio a lo que mi pija ya liberada saltó hacia adelante y se metió de lleno el la boca de Marcela que la estaba esperando para darle una mamada espectacular y hacerme correr todo el semen en su garganta, mientras con una de sus manos se masturbaba con mucho placer.
Después de haber eyaculado todo mi semen en su boca, se paró y me pidió que se la meta en el culo, pero que lo hiciera en la cama, porque no le gustaba hacerlo ni de parada, ni sobre un sillón, que así se sentía violada cómo fue su primera vez y cuando se lo hacía mi amigo, el mozo, en la trastienda del bar, en las noches que se quedaba hasta que cerraba.
Al escuchar esto la tomé de la cintura como si fuera la mujer más femenina que haya conocido y la conduje hasta mi habitación, le pedí que se acostara boca abajo y se pusiera un almohadón debajo de su vientre para que le quedara más expuesto su ano.
Me acosté sobre su espalda y comencé a besarla desde el cuello recorriendo con besos y mi lengua toda sus espalda a lo que le arranqué infinidad de suspiros, a lo que me pidió si tenía un preservativo para ponerse, porque cuando se corriera, iba a manchar las sábanas, y abrí el cajón de la mesa de noche saqué dos le entregué uno y se lo puso y me preguntó por el otro y le dije que era para mi, a lo que me dijo que no le importaba si no lo usaba y con voz pícara me dijo que no podía quedar embarazada y menos por ese lado, pero yo por precaución me lo puse y continué con mi derrotero de besos hasta llegar hasta su ano, le pase la lengua, luego le metí un dedo y después dos, a lo que ella suspiraba y gemía con el mayor de los placeres y me pidió con voz entrecortada por el orgasmo que estaba teniendo que se la metiera.
A su pedido, me arrodille entre sus piernas y pude observar que tenía un culo muy hermoso y muy femenino, la tome con delicadeza de la cintura, como si lo hiciera con una mujer verdadera y la atraje hacia mi y le comencé a meter mi pija muy despacio, para que el dolor de la penetración sea mínimo y el placer sea mayor, y cuando ya le había metido la mitad del pene de un tirón se lo metí todo y ella dio un grito de dolor, al escuchar esto, me excité tanto que comencé a meter y sacar con fuerza y rapidez y sus gritos de dolor pasaron a ser gemidos de placer y no me pude contener y le acabé adentro y ella hizo lo mismo en el mismo instante y nos caímos juntos y yo todavía con mi pene adentro de su culo, aproveche la oportunidad de besarle los óvulos de las orejas y acariciarles sus apetecibles tetas y así nos dormimos no sin antes hacerlo dos o tres veces más.
Al otro día, cuando desperté, ella ya se había ido dejándome una nota de agradecimiento, porque nunca la habían tratado con tanto respeto y dejándome su número de celular para cuando tenga ganas de sacarme las ganas y no tenga una mujer de verdad ella estará disponible.
Y ese sábado a la noche la llame, pero eso es otra historia.