Hola me llamo Jordi, tengo 27 años y soy de Barcelona y os contaré lo que me ha pasó hace algún tiempo en mi taller.

Bueno os explico, yo soy un chico que trabaja en un taller de electrónica, no soy nada del otro mundo, soy un chico del montón.

Pero para curiosos y curiosas me describiré.

Soy moreno de ojos oscuros, alto y fuerte con algo de barriga.

Iré al grano:

Una mañana de junio del 2001 estaba yo en el taller tan tranquilo cuando oí el teléfono, era mi jefe, me comentaba que hoy me quedaría solo en el taller que el tenia una serie de reuniones durante ese día y quizás algunos días más.

Yo le dije: Y que hago con el taller?? Lo cierro??

Él me dijo: de eso nada, en esta semana vendrá un representante de materiales para hacer encargos ahora mismo te mando el fax con la lista de lo que tienes que pedir.

De acuerdo, yo seguiré con los montajes de acuerdo Juan??-que así se llama mi jefe-

Me dijo: estupendo, bueno te dejo ahora mismo te mando ese fax con la lista de materiales.

Pasó la mañana tranquilamente yo metidito en el taller sin que nadie molestara haciendo mis circuitos y mis montajes.

Cuando volvió a sonar el teléfono.

Diga? – dije yo
Hola buenas tardes-una voz femenina me decía al otro lado del teléfono.
Hola que desea?-dije yo.
Preguntaba por Juan-me dijo ella.
No esta, estoy yo al cargo por unos días seguramente-dije yo.
Ah, entonces a quien busco es a ud.-dijo ella convencidisima
Pues dígame entonces. En que puedo ayudarla?
Soy la representante de materiales, era preguntarle que cuándo va bien que me pase
Cuando ud. Quiera dentro del horario de trabajo.
De acuerdo….. como me dijo que se llamaba?
Jordi, me llamo Jordi, y ud?
Raquel.
De acuerdo dígame Raquel cuando pasara ud.?
quizás esta tarde o mañana por la mañana
De acuerdo
Hasta luego entonces

Pasó toda la tarde y nadie vino al taller, ningún representante nadie estaba más solo que la una.

Llegó la hora de cerrar y me fui a mi casa.

De camino a mi casa no lograba quitarme aquella preciosa voz de la cabeza.

Me metí en la cama y me dormí hasta el día siguiente. A las 8 de la mañana llegué al taller para abrirlo y allí había una mujer bien vestida en la puerta.

Quién será -me preguntaba yo, no caia en que podía ser Raquel la representante.
Hola me dijo dirigiéndose a mí
Hola debes ser Raquel verdad?
Si-me dijo.

Os diré que era una mujer, toda una mujer, vestía con un vestido gris de falda y chaqueta, y una camisa blanca debajo de esa chaqueta.

Tenia una piernas hermosas-o al menos lo que podía ver de ellas-ya que su falda era de esas ajustada con una abertura en un lado y le llegaba por las rodillas.

Unos pechos no muy grandes pero bien puestos bien rectos y nada caídos. Y cuando me fije en su cara creí que me moría, una cara de ángel recién llegado solo para estar conmigo.

Unos ojos color miel bien grandes un pelo por los hombros y liso.

Unas orejas muy apetecibles de morder-es una de las cosas que más me gusta-y unos labios pequeños pero carnosos. Recuerdo que ella llevaba un maletín no muy pequeño.

Subí la persiana metálica del taller, dejando abierto el taller le dije que pasara y que fuera hacia el despacho, la acompañe hasta el despacho y le dije:

Le importa esperar un segundo mientras me cambio de ropa?
No-me dijo ella mirando hacia el suelo.

Entre por una puerta que había en el despacho, ahí estaba mi vestuario, desde dentro le dije medio vociferando: Espere eh que no tardaré. Y ella no respondió.

Por fin salí del vestuario y allí estaba esperándome, con el maletín abierto encima de la mesa.

Me senté frente a ella y le dije: Bueno a ver esos materiales.

Del maletín sacó una hoja con una muestra de cada uno de los materiales, había resistencias, diodos… y ella me señalaba explicándome los precios y las características a la hora de comprarlos.

Yo le di mi pedido y ella me dijo: Por favor puedes enchufar el portátil?
Claro que sí- dije yo.

Se lo enchufe y ella comenzó a escribir también me dio un cable y me dijo: Enchúfame esto a la línea del teléfono por favor que enviaré el pedido ya.

Ella sacó un aparato muy pequeño y un cable resultaba ser una pequeña impresora portátil.

Ella me dijo: bueno mientras esto, que te parece si hablamos?
Encantado- respondí yo-
Hace mucho que te encargas de este taller cuando no esta tu jefe?
Si llevo ya 5 años trabajando para Juan y él confía en mi plenamente.
Y cuantos años tienes?
27, y tu?-respondí
24 para 25
Sabes eres bellísima me he fijado mucho en ti le-dije yo muy lanzadamente. La pena es que después tengas más trabajo.

Ella me dijo bueno tengo 2 visitas mas pero nada importantes y si tu me lo pidieras pues podría anularlas.
Claro que si llama a la oficina y di que mi jefe Juan te ha invitado a desayunar y que llegaras algo tarde.

Ella hizo la llamada y yo le dije: voy a cambiarme te espero en la sala de antes.

Mientras yo me cambiaba no dejaba de pensar en voz alta. Yo estaba diciendo en voz baja: Lo que daría yo por estar con esta chica de cara de ángel durante un rato a solas con ella, y parece que se va a cumplir no me lo creo ni yo y además tiene un culo precioso.

En esto que oí la puerta y allí estaba ella diciendo: Jordi? Estas ya?
Pasa pasa dije yo me queda poco.

Ella pasó y vio como estaba poniéndome mis pantalones y me dijo mejor espero fuera yo le dije pero porque, acaso es la primera vez que ves a un hombre? seguramente a tu novio lo has visto no? O es que no tienes novio?

Ella dijo muy seria: Si, si tengo novio y llevo 2 años con él.

Cuando acabe de vestirme estábamos apunto de salir por la puerta cuando ella me dijo: Es cierto lo que decias antes?
El que?
Es cierto que querías estar conmigo y que te parezco bellísima?
Me puso rojo como un tomate y le dije: Sí, pero y tu novio?
Se tiro encima de mi besándome yo no supe reaccionar, seguramente estaba quedando como un bobo.

Ella dijo: dices que tu jefe tiene confianza en ti no? Pues cierra el taller y vámonos, a lo que yo respondí y a donde quieres ir? A mi casa dijo ella. Yo dije pero para que? Para estar juntos. Pero si aquí estamos juntos no te preocupes aquí estaremos bien así que espérate que cierre la persiana del taller.

Fui a cerrarla como un loco para volver y decirle: Ven, acompáñame que te enseñaré las «herramientas» de mi taller mas tranquilos. Ella dijo: De acuerdo pero antes quítate la camiseta quiero ver ese torso yo accedí y me quite la camiseta.

Ella empezó a acariciarlo con sus dulces y suaves manos, la cogí de una de las manos y me la lleve hacia el taller y le dije: mira esto es la mesa de trabajo. La cogí de la cintura y la subí a la mesa, mira esto le dije yo.

Empecé a quitarme los pantalones poco a poco y viendo como ella miraba con más deseo y tan solo me quede en calzoncillos. Y le dije: Sigo?

Su respuesta no hizo falta ni que la escuchara tan solo con la mirada de deseo sabía lo que ella quería, y me quite el calzoncillo. Ahora te toca a ti enseñarme tú «herramientas»

Me senté en una silla totalmente desnudo y ella me dio la espalda y empezó a desabrocharse la camisa botón por botón dejándola caer en el suelo hasta que por fin quedó al descubierto su espalda.

Se acercó de espaldas y me dijo me ayudas con la falda? Es que no puedo desabrocharla bien le baje la cremallera de esa falda y de repente veo como cae al suelo dejando sus preciosas nalgas a la vista al llevar un tanga.

Se fue un par de pasos hacia adelante y me dijo estas son mis «herramientas» y se quito el sujetador.

Se dio la vuelta y allí estaba ella tapándose los pechos con las manos
Se acerco a mi y saco las manos, yo empecé a besarla. En un momento libre en medio de una comida de oreja le dije te gusta mi polla?
Me dijo: No lo se aun no la he probado, después te lo digo.
No se a que esperas no hace falta que me lo digas después.

Se agacho y empezó a lamerla poco a poco sacando la lengua y cada vez iba haciendo algo mejor, siguió lamiéndome la punta y continuo metiéndosela toda en la boca u chupando sin parar, yo no podía creerlo me la estaba mamando de una manera espectacular.

Que polla te gusta mas la de tu novio o esta?

Esta es mas grande me gusta mas esta mas sabrosa decía ella.
Yo le aparté la cabeza diciéndole: Si sigues así harás que me corra y aun no me apetece.

Ella se sacó mi polla de su boca dejando una gran cantidad de babas en ella y le dije: siéntate en la mesa de trabajo sube las piernas y ábrelas.

Ella no se quejo simplemente lo hizo sin preguntar, acerqué mi silla hasta estar entre sus piernas y empecé a jugar con su rajita por encima de ese tanga el cual no duró mucho puesto porque se lo arranque de un tirón.

Hundí mi cabeza en su entrepierna para empezar a lamer como un loco, ella se retorcía del placer.

Lo recuerdo como si de ayer se tratase, yo lamía esa rajita con muchas ganas, apretando bien, cuando por fin vi la luz, ese clítoris muy hinchado estaba perfecto para ser succionado.

Lo agarré con mis labios y empecé a succionar con fuerza, ella me decía: si joder pero que me haces?-gimiendo de placer.

Yo me levante y me dijo: pero que haces???no me dejes así joder!

Yo no respondía, me puse entre sus piernas y le dije: me apetece hacer otra cosa ahora.

Adelante-me dijo ella- Yo la agarre de la cintura para acercarla un poco mas al borde de la mesa de trabajo y le dije: preparada? Para que? -me dijo-

Justo después de estas palabras embestí su dulce coño con mi polla metiéndosela hasta la mitad, los dos chillamos del placer en aquel momento, fue un chillido corto pero intenso. Acabe de meterla hasta dentro y empecé a moverme adelante y atrás lo hice todo el rato lo más fuerte que yo podía, ella también me ayudaba moviendo su cadera y entre gemidos le dije: Te lo han hecho alguna vez por ese culo tan bonito que tienes?

No, y no quiero que mi primera vez sea en un taller-respondió ella gimiendo.

Yo saque mi polla de golpe, y le dije: vamos date la vuelta y agáchate quiero metertela desde atrás. Por el coño si me dijo ella, pero por favor no quiero que mi primera vez sea en un taller. Ella se dobló apoyando sus pechos en la mesa de trabajo dejando su coñito bien abierto y estirado.

Yo volví a repetir la operación de antes, y con una sola embestida más fuerte que la anterior y allí empecé a moverme frenéticamente.

Estuvimos así un buen rato, cuando ella no dejaba de decir: sí, joder me voy a correr, joder que polla, correte dentro de mí me dijo.

Yo al oír esas palabras no lo pude aguantar y los dos nos corrimos juntos, yo me quede dentro suyo durando unos minutos, nos pusimos a hablar estirados en la mesa de trabajo.

Desde entonces Raquel y yo hemos tenido unos buenos encuentros como amantes ya les contare mas de nuestras historias si os ha gustado esta.