En una ciudad muy enorme día a día transcurren muchas historias…

Esta ocasión después de una jornada de trabajo y por finalizar no solo el turno de trabajo además

de la semana laboral, haciendo una revisión de los trabajos realizados en la obra, donde me apoyó una compañera de trabajo llamada AmyD.

Ella una joven Arquitecta de 29 años de edad, casada y con un hijo, ingresó a laborar un par de años antes, el día que la conocí se me hizo un joven atractiva vestida unas mallas deportivas y una blusa de tirantes, uno de sus principales atractivos es estar bonita de la cara, morena clara, con unos labios pequeños pero carnosos, de estatura baja de 1.50 m, resaltaba su bella figura unas caderas pequeñas pero bien definidas y su busto de una talla bastante amplia.

Ya listos para retirarnos como lo mencioné previamente y agradecido por el apoyo dados sea día, la invite a comer ya que por las prisas del trabajo no pudimos hacerlo a media día, ella accedió a la invitación.

Nos dirigimos al estacionamiento de la oficina, donde tenía mi vehículo, subimos al automóvil y nos dirigimos a ver donde podíamos ir a comer, llegamos a un establecimiento donde es a la carta pero de comida rápida (Alitas, Boneless, etc), el sitio estaba algo lleno en el primer piso, así que decidimos ir al siguiente piso, subimos por las escaleras y nos acercamos a la mesa, había más lugares disponibles y nos sentamos, ordeñamos tanto la comida y algunas limonadas. No sé si fue el hambre pero todo estaba muy rico y lo refrescante de lo que bebimos, hacía mucho calor y más porque era el mes de abril donde el calor ya marcaba temperaturas considerables.

Al finalizar la comida charlamos sobre varias cosas por lo general trabajo.

El primer coqueteo hasta hora pensé que había sido de mi había ella, (otra historia) le dije que era una mujer muy bonita a lo que sonrojó, seguimos con la platica, pero insistí y le empecé acariciando su cabello y una oreja, ella se sonrojaba más ya más cerca de ella,

conversé más cerca de su oreja como si le contara algún secreto, ya los 2 muy sonrojados, le dije que le daría un beso y ella reía pero no lo evitaba, y comentó:

—Solo dame uno…

Fue un pequeño y tierno beso.

En un segundo intento quise ver si respondía mejor a lo que noté que no es la mejor besando.

Ya para retirarnos, pague la cuenta, pero, en la conversación me dijo:

-Es que tengo una relación ya…

Yo pensando, claro, lo sé, estás casada.

Pero, dijo:

-Con otra persona de la misma oficina …

Entonces vaya sorpresa, mi estimada Arquitecta

ya vivía una relación extra marital.

Ya sobre el auto me disculpe de lo sucedido y dirigí a dejarla en la zona donde tomaría algún transporte que la llevaría a su casa.

Continuará…