Era mediodía, yo estaba en la habitación que compartíamos, escuchando a lo lejos cómo hablaba animada sobre lo que había hecho la noche anterior. Sus risas mezcladas con las de mi madre llenaban la casa, pero yo apenas prestaba atención, sobre la cama descansaba su celular olvidado, tentador como un relicario prohibido. Al principio jugué distraídamente, dejando que el tiempo se escurriera. Pero la curiosidad es un veneno dulce… y mis dedos, guiados por un impulso oscuro, abrieron la galería.
Fueron tres imágenes que cambiaron algo en mi, fue ahí cuando el veneno dulce del deseo me atravesó por completo: jadeaba, temblaba y solo quería rendirme a esa lujuria que ya no podía controlar.
La primera imagen que salió fue un la de un cuerpo maduro, masculino y con vello, se veía su torso su cintura y sus piernas, pero la vista se iba directo a su pelvis, estaba con unos calzoncillos blancos apretados, sobre ellos se marcaba una verga gruesa, grande y jugosa, se sentía como si palpitara a través de la imagen. Mi respiración se volvió un torbellino, el corazón golpeaba como un tambor, y mis manos ya no pudieron detenerse, continúe desplazando las fotos y mi saliva calló a la cama.
La segunda imagen era la foto de una verga grande morena y gruesa, jugosa y erecta, invitaba a olerla y lamer sus bolas… Me recorrió una electricidad en todo mi cuerpo, me excite al instante en que la vi, quería saber a sabia a que olía, mi pija se comenzó a poner erecta al ver tan deliciosa verga, me dije a mi misma «esa es una verga de macho»
La tercera imagen era esta pija morena y gruesa sobre la cara de mi tía, ella con su lengua fuera pidiendo que le follaran la boca… En ese momento me corrí como nunca, no deseando ser el maduro que le estaba dando a mamar a mi tia si no de mi tía que estaba de rodillas oliendo lamiendo y chupando tremenda verga sudada y madura…
Desde entonces la llama de la lujuria se encendió en mí, aunque ya tenía rasgos femeninos ahora terminaron de aflorar al verme reflejada en parte en mi tía, su sensualidad, su ropa, su actitud y su liberación sexual la hicieron ser mi modelo de mujer… Madura, viciosa y mi inspiración… Mi tia, mi inspiración de mujer.
“La noche aún guarda más secretos… ¿quieres que te los confiese? Déjame tus puntos y acompáñame.”