Mi hermanita pervertida.
La semana pasada, mi hermanita cumplió 10, así que, de regalo, pidió que me quedara a dormir con ella, ya que era una noche tormentosa y a ella eso siempre le daba mucho miedo.
Debo decir que ella en realidad es hija de mi hermana real, ella la tuvo a los 15, ya que en verdad era toda una fichita. Mi hermana siempre fue de lo más caliente y no le importo meterse conmigo. Ella tenía una manera de hacer y decir las cosas que, en verdad, era imposible negarle algo. Así que cuando me lo pidió, pues yo no pude negarme.
Así que, en su momento, yo anduve cogiendo con ella. A veces dudo y pienso que mi hermanita es hija mía. Yo en ese entonces tenía 25 y mi hermana 15. Así que ahora, pues ella tiene 25 y yo 35, y su hija, mi pequeña hermanita de esta historia está cumpliendo apenas 10.
Pero, para ponerlos en antecedentes, debo aclarar que el pequeño diablillo, saco todititas las mañas de su mama, así como sus gustos. Obvio que nada de eso yo sabía ni me daba por enterado, hasta aquella noche de su cumple, motivo de este Relato.
Así que, a petición de ella, tuve que acceder, ya que a esta tremenda no se le puede negar nada, así como tampoco a su mama. Lo peor es cuando se te queda mirando con esa mirada inocente y tierna de borreguita desvalida y su linda e increíble sonrisa que te derrite todito y prácticamente es imposible no cumplirle todos sus deseos.
Así fue entonces que accedí a dormir con ella con tal de que no tuviera miedo y pudiera descansar.
Ahora debo aclarar que el tremendo diablillo, mero en su fiesta de cumple me había dicho sin ningún asomo de pena que le gustaban los hombres mayores, así como también a algunas de sus amiguitas. Lo había dicho, así como algo casual, como decir cualquier otra cosa sin importancia, y yo, en ese momento, así lo tomé, y no le hice mayor caso.
Mas tarde, durante el convivio, alcance a escuchar una plática entre ellas haciendo mención que les gustaban algunos de los profes. Otras niñas comentaron que ya algunos les habían dado de besitos, y dos de las mayorcitas dijeron que se la habían tocado a otro profesor.
En ese momento me quedé helado, aunque en verdad, no pensé que hablaran en serio, así que no le di mayor importancia a eso tampoco.
Así que esa noche, o sea la semana pasada, cuando mi hermanita me suplica que la deje dormir conmigo a causa de los truenos, ni por asomo se me vino a la mente los comentarios de sus amiguitas del Cole.
Yo estaba por caer dormido, cuando la peque se levanta el camisón me dio adormilada y susurro como para ella, ufff que calor siento. Yo me di vuelta para mirarla y para mi sorpresa, la condenada no traía nada debajo.
Así que me incline para taparla, en ese momento, rápidamente me toma la mano y la mete debajo del camisón colocándola sobre uno de sus senos. Se aprieta contra mí y sigue durmiendo como si nada.
Obvio a su edad estaba totalmente plana, sus pequeños montecitos apenas si se notaban, aunque la verdad, toda su figura, toda ella auguraba que no tardaría en alcanzar la belleza de su madre.
Yo no pude apartar la mano de sus pequeñas bubis y tampoco quise despertarla. En esos momentos mi mente aún estaba adormecida y no pasaba por ahí ningún pensamiento pecaminoso.
Traté de acomodarme lo mejor que pude para no despertarla y así, con la mano en sus bubis me empecé a adormilar nuevamente. Al poco, medio empecé a sentir como con sus manitas me acariciaba el pene, pero yo no daba para comprender eso, ya que casi me perdía de sueño.
Ya para cuando la condenada pervertida me empieza a chupar el pene, entonces si como que me empecé a despertar, pero ya era demasiado tarde. Me vine tremendo dentro de su pequeña boquita haciéndola toser y eso fue lo que me empezó a despertar.
Ella salió corriendo hacia el baño para limpiarse, pero como no salía me levante y me asome a ver si estaba bien.
La muy zorrita se estaba tocando el sexo, al parecer se estaba masturbando. Yo no sé si una nenita de esa edad se puede excitar tanto como hacer eso.
Estaba tan concentrada en darse placer que me fue imposible interrumpirla, así que regrese a la cama a esperar que volviera, esperando que todo estuviera bien.
Al poco regreso y se acomodó junto a mi abrazándome. Claramente sentí como ya no traía puesto el camisón, se acostó completamente desnuda así que su pequeño sexo quedaba sobre mi pierna, arriba de la rodilla. Yo no pude decirle nada ya que aparentemente, se quedó rápidamente dormida luego del delicioso orgasmo que se provocó.
Toda la semana fue de truenos, de quedase conmigo en mi cama, de acostarse desnuda, de chuparme el pene, hacerme venir en su boca y meterse al baño para masturbarse. Todo eso sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo (o quizás no quise hacerlo)
Lo más increíble sucedió el sábado por la noche. Yo ya medio dormido, la muy condenada, se sacó mi pene de la boca antes de que yo me terminara, se acercó a mí y muy cerquita de mi oído, apenas escuche un murmullo que me decía “ya no soy virgen, quiero hacerlo”
Antes de que yo pudiera reaccionar, ya estaba montada sobre mi vientre, se acomodó mi verga y ella solita se la fue metiendo poco a poco.
Antes de tomar conciencia de todo eso, yo ya la tenía tomada por la cintura y ella cabalgaba con mi verga dentro, moviéndose como desenfrenada, haciéndome imposible que la quitara de ahí. Yo ya estaba loco de excitación, perdido en la lujuria a la que me había llevado mi pequeña hermanita de apenas 10 años cumplidos
Se movía como una verdadera puta experimentada, era imposible no sentir tremendo placer y más imposible era apartarla. Así que yo no tarde en venirme terminándome dentro de ella llenándola todita de mis chorros de leche caliente. Ella, al parecer, también se vino en un tremendo orgasmo y cayo desfallecida sobre mí, yo la rodee con mis brazos y así nos quedamos dormidos, todavía con mi verga dentro de ella.
Días después, empecé a recordar parte de lo que las amiguitas de ella comentaron durante el convivio de su cumple, apenas la semana pasada.
Poco a poco las imágenes de lo que comentaron las niñas empezó a tomar forma en mi mente. Entonces comprendí todo. Ella era la que se besaba con los profes y la que se las chupaba. Ahora estoy seguro de que también alguno de ellos se la cogían, si no es que varios, si no, entonces ¿cómo dejo de ser virgen? Según me confeso para que yo me la cogiera también.
Con el tiempo, volví a dejar embarazada a mi hermana de otra niña de lo más precioso y a los 14, embarace también a mi pequeña hermanita, bueno pienso que yo soy el padre.
La verdad es que nunca lo sabremos, ya que, para entonces, ella ya cogía con la mitad del Cole, tanto con maestros como compañeros.
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