Ese día mi amigo Dante había venido de visita pues estaba en una fase de su vida en la cual había conocido a una chica de la ciudad donde yo vivo.
Salimos en una cita doble junto con mi novia Danna, yo; el y Karina, su cita. Las horas transcurrían con normalidad mientras pasaba la cena en un restaurant en el que habíamos reservado. Karina y Dante se entendieron bien, sin embargo Karina tenía que regresarnos temprano a casa esa noche. La cena terminó y después de unos tragos Karina se fue y mi novia y yo nos quedamos con Dante; pasamos a un super que aun estaba abierto para comprar algo de alcohol e inmediatamente fuimos a casa.
Danna y yo nos quedamos en nuestra habitación de siempre y Dante se quedó en la habitación contigua. Justo después de que los 3 nos pusimos ropas para dormir, decidimos seguir la charla en mi habitación. Así estuvimos entre platica y risas hasta cerca de las 2 AM.
Justo en ese momento, me dieron muchas ganas de ir al baño, por lo que me levanté y me dirigí al baño que está frente a mi recamara. Tardé un poco en lo que hacia mis cosas y me lavaba un poco la cara.
Al salir del baño noté que la puerta que había dejado completamente abierta, estaba entre cerrada, había un silencio extraño y un extraño sonido como de zangoloteo. Me asomé lentamente a la puerta y vi a Dante de pie, con los pantalones abajo y un enorme pene de 20 centímetros aproximadamente, grueso y lleno de venas por fuera, mientras Danna, de rodillas, le practicaba sexo oral; algo me inmovilizo pero era inevitable seguir observando sin que se dieran cuenta. Danna jamás había tenido un pene tan grande en su boca, se notaba pues le costaba sostenerlo dentro, sin embargo se notaba que lo disfrutaba, una erección en mi apreció, era la mas dura de mi vida y no podía contenerla. Entré super fuerte haciéndome notar y ellos al verme quisieron hacer como si nada había pasado, pero yo ya estaba tan excitado que solo pude mirar a Dante y decirle «Cogetela», Danna me vio como pidiéndome permiso y yo solo le dije «Ponte en 4 zorra, quiero que disfrute tu enorme culo» mientras me alejaba al sillón dándole una nalgada, como ofreciéndosela a mi amigo.
Danna se apresuró a sacar un condón de nuestro cajón pero se lo impedí, los mire y les dije «Así sin nada, quiero que te acabe adentro».
Dante se apresuró a subirse a la cama y contempló el enorme culo que tenía delante, grande, redondo y perfecto; acomodó su pene en la vulva de Danna y poco a poco lo fue introduciendo. Yo solo podía ver la cara de dolor y placer de mi novia, pues jamás había tenido un pene tan grande dentro de ella y una leve exhalación solo cuando terminó de meterla toda. Poco a poco Dante comenzaba a acelerar su ritmo y ya no le importaba ser gentil con Danna , la embestía durísimo y ella solo gritaba con un placer que nunca había visto en ella.
Yo solo observaba sentado en el sillón como le estaban dando la cogida de su vida a mi novia, sus gemidos, posturas y gestos lo decían todo, esta era una noche que no iba a poder olvidar.
Las embestidas seguían y yo sabía que Dante estaba a punto de terminar. No pasaron muchos segundos cuando esa típica embestida final apareció, Dante se hundió completamente en ella y dejo todo su semen en su vagina, mientras Danna solo dio un grito ahogado. El se tumbó en la cama pero yo seguía excitado y aproveché que Danna seguía en 4 para poder embestirla yo también. Inserté mi pene y sentí los fluidos de mi amigo, ella sigue gimiendo aunque con mucha menos intensidad que antes. Yo solo podía contemplar el hermoso culo de mi novia y su vagina escurriendo con cada embestida que le daba; a mi mente venían los flashbacks de ella siendo penetrada duramente por mi amigo. La hizo su puta.
Dante al estar acostado le pidió que se la chupara a lo que Danna aceptó. Ahora estábamos haciendo un trío, mientras yo embestía a mi novia fuertemente, ella succionaba con todas sus ganas el pene medio flácido de mi amigo. No tardé en acabar y ahora el semen de los 2 estaba dentro de ella.
Acostada boca arriba, luchando por un poco de aire y con las piernas aun abiertas, solo podía ver la vagina de mi hembra llena de nuestro semen.
Los 3 nos quedamos recostados en la cama por un rato asimilando lo que había pasado, pero al poco tiempo Dante decidió irse a su habitación, Danna se quedó dormida y a la mañana siguiente todo transcurrió como si nada hubiera pasado… Aunque yo no sabría lo que estaría por venir.