Capítulo 2

Estuvimos tomando nuestra bebida, platicando acostados viendo tv, me volví hacia ella, comenzamos a besarnos de nuevo y me dijo: «recuerdas la fantasía de la que hablamos, vamos a hacerla».

Teníamos conversaciones frecuentes en whatsapp, muchas de ellas muy atrevidas, aunque algo que justo me llama la atención es recordar que no hubo nudes, algo que en lo personal disfruto mucho, pero si eran conversaciones algo hot. En una de esas conversaciones le comenté que tenía la fantasía de masturbarnos y ver cómo lo hacíamos.

Comenzamos a besarnos, a tocarnos hizo endurecer mi pene con su mano mientras yo provocaba que ella se humedeciera con mis dedos, besé sus senos, chupé sus pezones suavemente y me paré de la cama, me puse junto a ella, ella se quedó acostada boca arriba y comenzamos cada quién a tocarnos, el espejo en el techo me mostraba su cuerpo completo tendido en la cama, veía como acariciaba con una mano sus tetas, las apretaba con ansiedad y su mano derecha entre sus piernas, el espejo frente a la cama me mostraba cómo pasaba sus dedos por su vagina, su vagina era tan suave y estaba totalmente depilada, me permitía ver perfectamente como los metía y movía aunque se concentraba más en su clítoris, movía sus dedos en círculos sobre él, lo hacía despacio y un poco más rápido y fuerte, se mordía sus labios y gemía.

Yo estaba muy excitado, sentía mi pene muy caliente y duro, lo estimulaba jalando con mi mano a un ritmo medio, mi otra mano tocaba mis nalgas, las apretaba y conforme ella aumentaba la intensidad yo también lo hacía, ella me volteaba a ver como lo jalaba y como me tocaba, me miraba con deseo y después se concentraba en su placer cerrando los ojos, cruzó sus piernas y dejó sus dedos entre sus piernas frotando ya solo su clítoris un poco más intenso, sus gemidos eran mas fuertes y podía ver cómo apretaba mas sus piernas y su mano como apretaba mas sus tetas, «aahhh, no aguanto, así, así, aaahhhhh» terminó con un grito, volteó a verme, acerqué mi verga a sus tetas «dame lechita papi» me dijo, no pude contenerme, seguí jalando con más intensidad, más rápido hasta que me descargué en sus tetas llenándolas con mi semen… «que rica está tu lechita, salió mucha» dijo Julieta con voz aún agitada.

Había cumplido una fantasía que tenía con ella, me sentía fuera de sí, lleno de placer, me acosté junto a ella y parte de mí no lo creía y la otra parte seguía como ida… ¿te gustó? pregunté, «no mames, estuvo muy rico, nunca lo había hecho» respondió ella.

Me levanté y pedí otro par de bebidas y me volvía acostar esperando que nos la trajeran, la tarde aún no terminaba y el deseo había crecido…

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