Capítulo 5

Tras cambiar mi rango de búsqueda a mujeres de 30 a 50 años, pero sufrí una decepción la inmensa mayoría eran matrimonios que querían un trio para abrir su vida sexual, con mujeres con poca o ninguna experiencia y donde sus maridos buscaban una aventura consentida que otra cosa, heterocuriosa, bicuriosa, hetero abierta a picos, un nuevo lenguaje que para mi solo significaba una cosa, mi marido se quiere follar a otra conmigo delante o sin que yo lo esté.

Decidí en este caso ampliar mi rango un poco más hasta los 18 que me permitía el Badoo, y miraba perfiles de chicas les y alguna que otra pareja, pero menos que en el rango anterior, encima gracias a mi “popularidad” habían decidido darme superpoderes, con lo que podía entrar en los perfiles de la gente y no saben si era yo o otra persona, con lo que podría bichear los perfiles más interesantes y hablar con quién me apeteciera.

En eso estaba cuando me encuentro con el perfil de mi hija la mayor, la verdad es que no me extrañaba ya que no le había conocido pareja más que algún rollete de adolescente y con 20 años que tenía era normal que buscase amigos para desfogarse, lo que me resultó raro es que me saliera en el perfil si solo buscaba chico.

Cuando entré en su perfil vi que tenia varias fotos normales y alguna un poco más picante, en bikini con tanguita mirando al mar, mi hija se parecía a mi bastante, pero había sacado un culo que ni en mis años mozos había tenido, sabía que tenía una 105c que estaban muy bien colocadas, que envidia de las veinteañeras.

Decidí dejar de expiar, pero la verdad es que me daba un poco de morbo saber que hacía la niña y con quien chateaba, pero lo dejé pasar.

Al cabo de unos días ya me había olvidado y mi hija había salido temprano a un curso que tenía que duraría todo el día cuando a las 10 de la mañana le suena el móvil, era un desastre para algunas cosas, miré y era una amiga suya así que lo cogí y le dije que estaba de curso y volvería tarde y se había dejado el móvil, me dijo que vale que luego la llamaría que le dijera que la había llamado.

No se ni porque me quede con el móvil de mi hija en la mano y se que no debía hacerlo, pero me logue en el Badoo con su cuenta, estuve mirando y casi todas las conversaciones eran con chicas y mujeres algún que otro chico, pero los menos.

Me metí en alguna que otra conversación, con el que tal como estas de donde y el tan sabido que buscas, normalmente ella respondía con monosílabos pero me encontré un par de charlas con mujeres de unos 45 a 50 años que eran más que subidas de tono, incluso se habían mandado fotos muy explícitas, en algunas usaba un vibrador que no sabía que tenía, ponía que le gustaba por el coño pero sobre todo por el culo lo flipaba, tenía la fantasía de estar en un trio con dos chicos que le hicieran la doble penetración pero cuando lo intento con dos amigos suyos uno tuvo un gatillazo y al final se quedó intentando que se le levantara al segundo y con el primero dándolo todo.

Sin darme cuenta estaba mojándome viendo el coño de mi hija y lo peor es que lejos de remordimiento sentía deseo por ese coño tan jugoso y no sabía que mi hija era tan guarrilla, tenía una amiga a la que le contaba sus experiencias y por ella me entere que su primera experiencia con chicas fue cuando tenía 18 con un matrimonio maduro bien cuidados, él tenía 50 años y era de Barcelona pero estaba de viaje con su mujer que era una mulata cubana de 34 muy tetona y por lo que decía insaciable, le encantaba comer coñitos y el de mi hija lo dejo seco antes de que el tipo se la follara.

Pero lo peor de todo fue cuando leí que tenía la fantasía de verme a mi follando con un tío o dos, que le encantaría ver como me penetraban y se corrían encima mía y ella venir a lamer todo y dejarme limpita. Y por eso chateaba con maduras para encontrar a alguna mujer que le recordara a mi y pensar que era yo mientras ella ayudaba, porque de pequeña nos vio al padre y a mi en la cama mientras el me follaba a 4 patas, y que eso la marcó porque desde ese día quería ser ella la que estaba así que se dio cuenta que le iban las tías cuando me vio follando.

También le contó que hacía unos días había encontrado en mi cuarto un tanga que sabía que no era mío ya que era demasiado pequeño y que creía que tenía una aventura con una chica, sospechaba de que Sara la novia de su primo la había seducido para tener una aventura conmigo, cosa que era en parte verdad, pero no toda la verdad.

La verdad es que estaba supercachonda y me empecé a masturbar mientras leía y veía las fotos de mi hija, pensaba que rico debería tenerlo y que lindo seria que me enseñara lo que había aprendido, perdí la cuenta de los orgasmos que tuve hasta que la alarma de batería del móvil sonó le quedaba un 15% y me di cuenta que mi hija vendría en una hora o dos, con lo que decidí dejarlo cargando y pegarme una ducha antes de hacer la cena.

La verdad es que nunca me había puesto así de cachonda ni con Sara ni con mi sobrino, se me tenia que ocurrir alguna manera de cumplir las fantasías de mi hija y mis nuevas fantasías.

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