Capítulo 5
- Noelia una sumisa no tan asexual I
- Noelia una sumisa no tan asexual II
- Noelia una sumisa no tan asexual III
- Noelia una sumisa no tan asexual IV
- Noelia una sumisa no tan asexual V
Llego cargada de bolsas, que las dejo en la misma puerta y vino a buscarme.
-Ufffffff SEÑOR, me he corrido dos veces, ufffff ¿me lo puedo quitar?
-Ahora PERRA, primero ve a nuestra habitación, que te tengo preparado un regalo
-Uhmmmm, ¿me va a gustar?, por cierto ¿y mi madre?
Esto lo dijo mientras abría la puerta…
Así terminó el capítulo anterior…
Cuando abrió la puerta casi se cae de espaldas al ver a su madre desnuda, atada, cegada y con una mordaza en la boca.
– ¿Qué es esto…?
Su madre al oír la voz de Noe empezó a forcejear, aunque tenía movimiento, estaba atada solo con medias, no podía hacerlo mucho.
-Porque aquí tu madre, nos ha espiado antes, mientras te follaba el culo, y no solo eso PERRA, sino que además se ha masturbado, y no solo una vez, luego en su cuarto lo ha hecho dos veces más, y no se ha dado cuenta que a través del espejo he visto como abría la puerta, supongo que te ha sentido gemir y la curiosidad le ha podido -era mentira, pero no me iba a descubrir, no por ahora-.
– ¿Y porque no me has dicho nada?, ¿Y cómo sabes que se ha masturbado dos veces más?
-No tengo que darte explicaciones PERRA, y sin que sirva de precedente, no te he dicho nada porque no quería malas caras o peleas entre vosotras, y he preferido primero hablar con ella, y ahí ha sido cuando me ha confesado lo que ha hecho.
– ¿Y por qué esta así?
– Por propia voluntad, le ha dado varias oportunidades de dejarlo, de parar, solo le he dicho que se tenía que ir con alguna excusa, y que nadie se enteraría jamás de su travesura.
Mientras hablaba, Mercedes no hacía nada más que forcejear, sin resultado.
Al oír mis explicaciones, MI PERRA, se quedó más tranquila, note como su cuerpo se relajaba.
– ¿Y ahora?
-Ahora depende de ti, quiero que sepas que me la he follado, y me he corrido en su cuerpo, y te lo digo a título informativo, a ti no tengo que darte explicaciones PERRA, así que tú decides, la desato y desaparezco y vosotras os apañáis, o seguimos a ver hasta dónde llega esto, tampoco sé qué dirá la GUARRA de tu madre cuando la desate.
-No SEÑOR, no dude de mí por favor, soy suya y sé que solo soy lo que usted desee, y entienda que esa GUARRA -lo dijo alto para que su madre la oyera, cosa que me encanto-, es mi madre.
-Bien, no esperaba menos de ti PERRA, no la desates, ni le quites el bocado o el antifaz aun, ahora quiero que la depiles, aunque sea una GUARRA, a mí no me gusta así. ¿Tienes aquí utensilios?
-Si SEÑOR.
Se fue al baño y no tardo en venir con todo lo necesario. Primero se lo recorto y luego utilizo una cuchilla y mi espuma de afeitar. Estuvo bastante rato porque no le era fácil, mientras yo me había sentado en la butaca que había en el dormitorio a observar.
Mientras la depilaba…
– ¿Así que nos has espiado, que has visto como mi SEÑOR hacia uso de su propiedad eh GUARRA?, poco castigo me parece mami.
Yo estaba alucinado con lo que MI PERRA le estaba diciendo a su madre, y a la vez excitado, aunque no empalmado, había sido un día intenso y tampoco soy un superhombre, y esa excitación me hacía pensar que pasos dar a continuación.
-Ya he terminado SEÑOR, aunque cuando la desate habrá que darle un repaso, hay sitios que en esa postura no he podido.
Mientras me decía esto, le estaba dado con una toalla mojada en su coño para quitar todos los restos de pelos.
-Por ahora está bien. Voy a quitarte el bocado GUARRA, estas poniéndolo todo perdido con tus babas, y como digas una sola palabra, te desato y te echo a la calle así como estas, ¿entendido?
Asintió con la cabeza, me acerque y se la quite, dejando salir aún más babas. Por miedo o placer, no dijo nada. Me acerque a mi PERRA…
-Quiero que cuando la oigas gemir te subas a la cama y le pongas el coño en la cara.
Me miro con cara de incredulidad, y se limitó a asentir. Me acerqué y empecé a besar su coño, sus labios, su clítoris, a usar mi lengua y a morder con mis dientes. Empezó a gemir, primero con vergüenza, y cuando aumente la intensidad, empezó a gemir fuerte, a gritar que se iba a correr, y ese fue el momento que MI PERRA aprovecho para dándome la espalda ponerle el coño a su madre en la boca.
Me pare un poco…
-Cómele el coño GUARRA, o no dejo que te corras.
No podía hablar, ya tenía el coño de su hija en la boca, y sí que empezó a lamer y besarlo, al principio con desgana, pero solo basto que yo empezara otra vez a comerle el suyo, para que la excitación la hiciera poner más ganas. Note su cuerpo tensarse y al segundo como un mar de líquidos se introducían en mi boca, pero no paro de comerle el coño a su hija.
-Agggggg, me corroooooooo, ufffffffff, jamás imagine a una mujer comiéndomelo, pero uffff, me corrooooooooooooooo.
Se bajo de la cama con cuidado, ya que su madre seguía atada, se tuvo que sentar en el suelo, dando un grito más de placer que de dolor, porque al hacerlo la joya hizo presión en su culo. A Mercedes parecía que se le iba a salir el corazón, sus tetas botaban al ritmo de la respiración, y me saco una carcajada.
-Sácate la joya, y como ya no tienes que guardar la forma, quítate el vestido y ponte solo unas braguitas PERRA.
Se levanto, se quitó el vestido y se sacó la joya, escapándosele un suspiro cuando lo hizo.
– ¿Puedo ducharme SEÑOR?
-Si, pero hazlo en el baño de fuera, y cuando lo hagas coloca la compra, vaya que se eche a perder lo que has comprado.
-Es verdad, ni me acordaba jajaja.
-Cierra la puerta al salir, y no me molestes hasta que salga o te llame.
-Si SEÑOR.
Cogió varias prendas del armario y salió sonriendo, cerrando la puerta. Le desaté las piernas y me senté junto a ella, que no decía nada, solo me miraba, aunque no me veía.
-Este es el punto de no retorno, ahora te voy a desatar, y tienes dos opciones, no dices ni mu, te levantas coges tus cosas y te vas, y aquí no habrá pasado nada, y el trato que tengas con MI PERRA, ya será cosa vuestra, pero yo no quiero verte más. O sigues aquí, y eso conlleva ser MÍA, pertenecerme, cumplir cualquier deseo mío, tal y como has visto que hace tu hija. Te anticipo que eso lleva implícito que te puedo usar como, cuando, donde quiera, y lo más importante con quien quiera. Solo podrás tutearme cuando haya alguien que no sepa la GUARRA que eres, te vestirás como yo desee, y para empezar jamás usaras pantalones, y si en algún momento los tienes que usar, deberá de ser con mi permiso, hay más, pero te terminará de aleccionar MI PERRA, que por ahora está por encima de ti, por lo que harás todo lo que ella te diga, como si te quiere usar, la has hecho correrse y lo ha disfrutado.
Le quite la venda, y en sus ojos solo había deseo, pero me podía equivocar.
-Te voy a desatar, si aceptas te quiero de rodillas con el culo gordo ese que tienes pegado a los talones, las manos atrás y la mirada arriba. Si no aceptas ahí tienes la puerta, recoges tus cosas y adiós.
La desate, y no sin trabajo se levantó, entre los kilos y el tiempo atada, le costaba, la deje que se estirara. Se dirigió a la puerta, pero no llego a salir, se giró y se puso de rodillas, no sin trabajo.
-Buena elección GUARRA.
Me acerqué, vi su mirada clavada en mí, y su sonrisa. Acerqué mi polla a su cara y empecé a mearme en ella, y en contra de lo que esperaba, no se movió, solo cerro la boca y los ojos.
-Lo vamos a pasar muy bien GUARRA, ahora limpia la habitación, airéala que huele a PUTA que apesta, te duchas, y como le he dicho a MI PERRA, solo te quiero en bragas y a ser posible blancas.
Me salí de la habitación, y me fui a la cocina, tenía sed, y lo que vi me gusto, MI PERRA además de las bragas se había puesto medias, e iba descalza.
Al verme…
-Espero que le guste SEÑOR.
-Me encanta PERRA, lo sabes, no te lo he dicho, hace calor, y ya que has tomado la iniciativa, así te quiero siempre en esta casa.
-Si SEÑOR.
Me acerque y me tire un buen rato besándola.
-Si has terminado en la cocina, vámonos a la terraza a tomarnos algo fresquito.
La veía con ganas de preguntar por su madre, pero no se atrevía…
-Ahora en la terraza te cuento jajaja.
-Gracias, no me atrevía…
Nos salimos a la terraza, con dos copas y una botella en la cubitera. La ventaja de ese apartamento es que nadie podía ver lo que pasaba en la terraza y eso daba mucho juego.
-La GUARRA de tu madre ha decidido quedarse, le he dado la oportunidad de irse y de que jamás nadie se enteraría de nada de lo que ha pasado aquí. Ha decidido quedarse, y someterse a MÍ, de hecho, ha aprobado con nota, la he dejado limpiando todo el desaguisado de la habitación.
-No sé qué decir SEÑOR, porque por un lado es mi madre además de tener 67 años, no sé si aguantara, y por otro lado, uffff, cuando la he visto así…, cuando me ha comido el coño, me he corrido muy fuerte.
– ¿No te parece mejor que veamos como acontece todo? Además cuando he hablado con ella, me ha dicho que desde hace tiempo no tiene relaciones sexuales. Si veo que no puede con esto, puedes estar tranquila que seré el primero en parar, y mientras tanto, ella hará también lo que tú le pidas, tiene que obedecerte en todo momento, a no ser que yo diga lo contrario.
-Uffff, como se puede estar tan excitada SEÑOR, no paro de estar mojada.
-Ya lo iras controlando, han sido muchos años de ostracismo, y ahora estas en una nube.
En eso apareció Mercedes con unas bragas blancas enormes y las tetas botándole en la barriga, que, para ser sinceros, no tenía mucha, y habría que arreglar el tema lencería.
-Ya está todo limpio SEÑOR.
-Tráete una copa y siéntate.
– ¿Habrá que preparar la cena?
-No te preocupes GUARRA, seguro que por aquí ahí donde pedir comida a domicilio.
Llamarla así, era solo una vez más comprobar su reacción, y no me equivoque, enseguida se le noto la mancha en sus bragas, ese fue el motivo de pedirle que se las pusiera de ese color.
-Jajajaja, mira la GUARRA de tu madre, le gusta que le digan lo que es, ya tiene las bragas mojadas, jajajaja.
-Lo siento SEÑOR, y no tengo más, no puedo cambiarme.
-No quiero que te cambies GUARRA, te quiero así, además vamos a cambiar tu vestuario interior ahora mismo.
-Cómo, ¿a estas horas?
-Primero vamos a pedir la cena.
-No hay problema, en el restaurante de abajo tienen reparto a domicilio SEÑOR.
-Como lo conoces pide tú, tampoco vayas a pedir mucho.
-No SEÑOR, aunque yo ahora mismo tengo un hambre, jajajaja, tanto ejercicio…, he comprado embutido y ahumados, que sé que a usted le encantan.
-Siéntate con nosotros GUARRA, y antes deja una camisola en la entrada, para que te la puedas poner cuando vengan con la comida, eso si quieres, por mi puedes salir así.
Se fue al dormitorio a por la camisola, mientras MI PERRA pedía la comida. Lo que me gustaba, era que se la veía feliz, liberada, como si al igual que su hija, también lo hubiese llevado dentro muchos años. Volvió Mercedes y se sentó junto a mí, quedando entre su hija y yo.
-Ya está pedida la comida SEÑOR, ¿Quiere que saque algo para picar mientras?
-No, ahora le vamos a comprar algo de lencería a esta GUARRA, y ya en Granada y si se porta bien estos días, le haremos una mejor.
Saqué el móvil y entre en Amazon, aunque ya sabía que por la hora que era, al día siguiente no me llegaría, pero si el lunes. Al ver Mercedes que había entrado en Amazon…
-SEÑOR yo también tengo Amazon, y no me parece bien que lo pague Usted.
-No te preocupes Mercedes, esto te lo voy a regalar yo, ya tendrás tiempo de hacer gasto.
Le pedí varios juegos de lencería, tampoco me fui a las caras, lo que quería es que pareciera una PUTA estos días, así que también le cogí dos monos de rejilla, una negro y otro rojo, y varios conjuntos de medias de rejilla. No le pedí opinión en ningún momento, solo se los enseñaba para que los viera y más o menos eligiera talla, y sí que me gustaba ver como se ponía roja al ver los conjuntos que le había elegido. También tuve cuidado de elegir solo los que tenían fecha de entrega el lunes, y como no sabía la hora, lo que hice fue coger un punto de entrega para ir nosotros a retirarlos, así estarían a primera hora.
-Ya está todo pedido, y desde ahora hasta después de la cena vamos a hablar sin tratamiento.
En ese momento llamaron al portero, por lo que Mercedes se levantó y fue a la entrada a recoger la comida, supongo que se puso la camisola, tampoco le pregunte, porque cuando apareció en la terraza lo hizo ya con sus enormes tetas al aire. MI PERRA, fue a levantarse a ayudar a su madre, y cuando vio cómo la mire, se limitó a volver a sentarse. En diez minutos ya estábamos delante de una ensalada y un pulpo a la plancha.
– ¿Cómo te sientes?
-Extrañamente bien, mi excitación no empezó cuando os vi, además tú lo sabes bien, desde que casi chocamos al salir de la habitación y me miraste sin cortarte un pelo, además de decirme que te gustaba lo que veías, hizo que me mojara, como llevaba tiempo que no lo hacía, por no decir años, porque yo no soy, mejor dicho, no era de masturbarme, jajajaja.
-Además de empitonarte, porque no veas como se te han marcado, jajajaja.
-Jajajaja, si eso también -poniéndose roja-, no soy de piedra, y veo cómo te has empalmado al ver a mi hija salir así, que ahora sé que fue porque tú se lo ordenaste.
-Jajajaja, no fue por mí, fue por ti, jajajaja.
-Luego aquí en la terraza, mientras hablábamos los tres, tú no parabas de tocar a mi hija, y casi haces que me corra, hasta mi hija se dio cuenta que algo me pasaba, jajajaja. Me iba a ir antes que vosotros a mi habitación, y os anticipasteis, al principio me vino bien, porque me tranquilice, y al dirigirme a mi cuarto y verte allí, y sobre todo ver a mi hija disfrutar, ya fue demasiado para mí, tampoco sé que decirte que me paso, me quede paralizada, y mi mano se me fue al coño…
-Perdona mama, para eso tuviste que abrir la puerta ¿no?
-Jajajaja, no Noe, todo lo prepare yo, se reconocer muy bien cuando una mujer esta excitada, y quería ver hasta donde podía llevarla.
– ¿Pero tú…?
-Quería que te relajaras, y que antes de saber la verdad vieras a tu madre disfrutar, y te recuerdo que no tengo porque darte explicaciones.
-Lo sé y te agradezco la paciencia que tienes conmigo.
-No es paciencia, tu entrega es total, además de que cuanto más te humillo, más te excitas, y sé que, aunque te hubiese dicho la verdad, todo se hubiese desarrollado igual, y deja a tu madre seguir.
-Cuando pensé que me habías pillado, aunque ahora sé que lo tenías previsto, jajajaja, me puse muy nerviosa, y ver que mi hija no se había percatado, me tranquilizo, y aún me excito más, tanto que como ya sabes me tuve que volver a masturbar dos veces y…
-Y… ¿Qué?
Note que se ruborizo.
-Que las dos veces me veía yo, ocupando el lugar de mi hija. Y cuando entraste en la habitación de golpe, sin llamar, me despertaste, y me ordenaste salir, porque fue una orden en toda regla, me volví a humedecer, mi intención al salir al comedor era la de decirte que me perdonarás, que no había sido mi intención y que buscaría una excusa para irme. Y cuando he aparecido, cuando me has ordenado quitarme el sujetador, me he vuelto, como bien sabes a excitar. Cuando me has pedido sinceridad y sabiendo que no tenía por qué contestar, lo he hecho, necesitaba hacerlo, cuando me has pedido acercarme, lo que más deseaba es que hicieras conmigo lo mismo que con mi hija, no sentía remordimiento por ella, porque la engañáramos, lo deseaba, no te voy a mentir, aunque lo que menos esperaba es que la hicieras participe, claro que ya sé que te pertenece, cuando oí su voz me asuste, y cuando sentí su coño en la boca, uffff, me relaje, también ayudo sentir tu boca en mi coño. Quiero pertenecerte.
De siempre, aparte de sus tetas claro, me había gustado mucho que hablaba sin pelos en la lengua, de siempre ha llamado a las cosas por su nombre, recuerdo más de una pelea con su familia por eso.
-Ahora estás a prueba, y no porque no quiera aceptarte, pero soy exigente y aunque como has visto y comprobado, a mi tu edad no me importa, es más me gusta, tienes que reconocer que no puedes aguantar lo mismo que Noe, así que iremos poco a poco, por ahora eres nuestra esclava, nuestra sirvienta, harás todo lo que tanto tu hija como yo te pidamos, no te vamos a pedir nada que no puedas hacer, por lo que, a la primera negativa, lo dejamos.
– ¿Solo será este puente?
-No, esto no es un juego.
-Mama, si él te acepta, que sepas que ira a tu casa un día que no este papa, abrirá tu armario y se deshará de todo lo que no le guste. Jamás llevaras pantalones sin su permiso, ni zapatos planos, aunque sé que eso para ti no es problema, porque quitando las zapatillas de deporte, jamás usas zapato plano, esto no te va a gustar, ya no usaras pantys, solo medias, sé que las odias, y es innegociable, así que ve acostumbrándote. Estarás a su disposición siempre que te reclame, y te podrá usar donde sea y hasta con quien sea, como si quiere cobrar por que te follen, ah y otra cosa importante nunca usaras ropa interior beige.
-Algo de lo que has dicho, ya me lo había anticipado él, y si os sirve, me llega la humedad al ombligo jajaja.
-Jajajaja, no sé si eres más sumisa que MI PERRA, -así supieron que se acabó la tregua-, pero lo que si se, y me gusta, es que eres más PUTA. Recoge todo esto, y pregúntale a tu AMA, si desea algo más, yo no quiero nada, y cuando este todo hecho te quiero de rodillas en medio de la terraza.
-Si SEÑOR.
Como MI PERRA tampoco quiso nada, se esmeró en cumplir con todo lo más rápido posible, que no era mucho.
-Ahora sé a quién he salido jajajaja.
-Sí, y es una pena que haya despertado tan tarde, pero vamos a intentar que recupere el tiempo perdido, jajajaja.
-Ya está todo SEÑOR, voy a bajar la basura.
-Solo ponte la camisola GUARRA, y deja las bragas en la entrada.
Esperaba la primera negativa o un sonrojo, ni una cosa ni otra.
-Como desee SEÑOR.
No me moleste en comprobarlo, sabía que lo iba a hacer. Cuando entro otra vez en la terraza e iba a ponerse de rodillas…
-Como no me gustan esas bragas, hasta que no vengan el lunes las que te he pedido, no volverás a usarlas, ni para salir a la calle.
Se las quitó y se limitó a apartarlas con el pie.
-Así será SEÑOR.
Para mí es algo normal, pero Noe aún estaba asombrada de la docilidad de su madre, sin percatarse que con ella fue igual de fácil, supongo que fuese su madre se lo hacía más difícil. La verdad es que estábamos cansados, y se notaba, a pesar del estado de excitación de las dos.
Me acerque a ella…
– ¿Puedo hablar SEÑOR?
Me gusto.
-Si puedes GUARRA.
-Deseo que me meé
A su hija se le escapo un taco y todo al oírla.
-Lo pensaba hacer GUARRA, hoy ya no creo que me pueda volver a empalmar, y por eso te he mandado poner de rodillas aquí.
-Gracias SEÑOR.
No le di tiempo a más, y empecé a mearme, esta vez dejó la boca abierta, pero tuvo que cerrar los ojos por las salpicaduras. Cuando no había terminado porque llevaba tiempo aguantándome, empezó a convulsionar y a gritar que se corría, tanto que los últimos chorros le cayeron estando desparramada en el suelo. Se quedó así un rato, temblando de placer y dándome las gracias.
-Te toca PERRA, es tuya.
MI PERRA con una sonrisa diría yo que hasta sádica se acercó a su madre que seguía tumbada, puso una pierna a cada lado de la cara de la GUARRA, y apartándose la braga empezó a mearse en ella.
– ¿Puedo seguir SEÑOR?
-Es tuya PERRA.
Se quitó la braga dejándola en el suelo, y se fue a una tumbona.
-VIEJA GUARRA ven aquí andado como una perra y cómeme el coño.
Ya estaba empezando a refrescar, pero la temperatura en esa terraza era muy pero que muy alta. Su madre se acercó tal y como le indico MI PERRA, y cuando estaba ya acercando su cabeza al coño de su hija, está la agarro del pelo y se la hundió en su coño, casi la asfixia. La tuvo comiéndole el coño hasta que se corrió tres o cuatro veces, o, mejor dicho, hasta que yo ya estaba muerto de cansancio y di por terminada la velada.
-Vamos a la cama. Hoy te has ganado dormir en mi cama PERRA, y tú a la cama así, sin lavarte, y por cierto el baño del dormitorio es solo mío, sólo lo usaréis si yo os lo pido o para limpiarlo.
Ambas a la vez contestaron afirmativamente. La GUARRA olía realmente mal, y por respeto a la edad no podía hacerla dormir en el suelo, que mejor que durmiera como lo que era una GUARRA. Ya no recuerdo más de esa noche, fue caer en la cama y quedarme dormido y satisfecho. A la mañana siguiente, me desperté temprano, vi que MI PERRA estaba aún dormida desnuda salvo las medias, no quise despertarla, así que procuré no hacer ruido y me fui a ver a la GUARRA, ella estaba levantada, la sentí trastear en la cocina, al asomarme me gusto lo que vi a una VIEJA disfrutando de su desnudez.
-Buenos días GUARRA.
-Buenos días SEÑOR, le estoy preparando café, he bajado a por pan, por si desea alguna tostada.
Me di cuenta de que había una camisola naranja encima de una silla.
-No por ahora solo café, la tostada me gusta más tarde.
-No sé si debía SEÑOR, no quería preparar el café oliendo a lo que soy, su GUARRA.
Me saco una sonrisa, porque la muy PUTA disfrutaba.
-Has hecho bien, y mientras se termina de hacer el café, tienes que aprender otra de tus obligaciones mañaneras cuando no este tu hija.
Me fui para mi baño sin decirle más, sabiendo que me seguía.
-Dentro de la ducha de rodillas GUARRA.
-Uhmmmm, creo que es lo que más me va a gustar para desayunar.
No podía salir de mi asombro, y mejor para mí. Entre en la ducha y al estar empalmado no lo dudé, se la metí en la boca, meándome en ella, le vinieron varias arcadas y se le escapo algo, pero disfruto la muy GUARRA, porque se volvió a correr.
En ese momento…
– ¿Puedo SEÑOR?
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
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