Capítulo 24
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXII
- Chantaje a mi puta perra XXIII
- Chantaje a mi puta perra XXIV
Me metí en la piscina…
-Entra ESCLAVA…
Supo que era a ella, sonrió, se descalzo, y sin quitarse las medias bajo por las escaleras, la cogí del pelo la hice entrelazar sus piernas a través de mi cuerpo y poniendo mi polla delante de su coño…
Así termino el último capítulo…
-Ji-woo. -SEÑOR, mi AMA solo usaba mi culo.
Al oírla mi polla se puso más dura, iba a tener el honor de desvirgar a dos en el mismo día, ni en el mejor de mis sueños.
-Yo no soy tu ama ESCLAVA.
No había terminado de decirlo, cuando de un golpe seco y sirviendo el agua de lubricación, pues sí que era estrecho, la penetre. Era una muñeca, mediría un poco más de metro y medio, y no pesaba nada.
– Ji-woo. -Me corroooo, -se le saltaron las lágrimas-, lo siento SEÑOR, no lo he podido evitar, no volverá a ocurrir, agggggg, he soñado con estoooo.
Ser tan pequeña la hacía muy manejable, la acerqué a las escaleras y girándola sin sacarle la polla de su coño, la hice apoyar las manos en los escalones de la piscina, la cogí del pelo y sacándosela del coño, se la metí en un culo muy dilatado, lo que me dio la seguridad que ella seguía penetrándoselo, y después de diez minutos en los que notaba como hacia esfuerzos para no correrse, me vacié, me salí…
-A que esperas GORDA.
Se descalzo y rápidamente se puso junto a la nueva esclava, metiéndose mi polla en la boca hasta dejarla limpia. Levante la cabeza y comprobé como Lu estaba masturbándose, sin correrse y Martina no sabía a quien mirar y deseando participar, no podía evitar que se le notara.
-Limpia a la ESCLAVA, GORDA.
Se fue a por ella y llevando su lengua a su coño y a su culo, se esmeró en limpiar mi corrida y la sangre, que había manchado la piscina, de la esclava. Salí de la piscina sin apartar la vista de Ji-woo, me gustaba ver su cara de placer y como quitando la primera corrida, hacía verdaderos esfuerzos para no correrse. Martina se acercó a mí con una toalla.
-Lu. – ¿Puedo correrme AMO?
-Espera.
Cogí con brusquedad a Martina y la arrastre hasta Lu.
-De rodillas, -conforme lo hizo-, córrete en su boca.
-Lu. – -Cogiéndola con brusquedad del pelo, pego su boca al coño-, me corroooo ufffff, prueba tu primer coño PERRA, agggggg, gracias AMO.
Cuando la soltó, se desplomo al suelo a los pies de Lu, llevándose sus dos manos al coño, empezó a convulsionar, teniendo una corrida que la dejo casi desmayada. Me giré y vi a Juani aun lamiendo a Ji-woo…
-Podéis correros.
Juani se separó, pegando un gemido como nunca, mientras que Ji-woo, se corrió con un squirt, que no terminaba.
-Hemos dejado las piscina echa un asco, jajajaja.
-Juani. – -Saliendo de la piscina, dejando a una derrengada Ji-woo dentro- ¿Puedo besarlo?
-Puedes.
No era donde yo esperaba, tirándose al suelo, empezó a besar mis pies, a lamerlos, hasta que…
-Juani. -Castígueme, pero no hay mayor placer que adorarloooo, me corroooo.
-Ayudar a la ESCLAVA a salir de la piscina.
La única que podía era Lu que entro en los primeros escalones, y no como yo esperaba la ayudo, cogiéndola del pelo, la arrastro fuera de la piscina, dejándola tirada junto a Martina.
– ¿Has recibido hoy algo?
-Juani. – -Levantando la cabeza con una sonrisa-, si AMO, nada más llegar esta mañana lo he recibido, de hecho no lo he abierto aun, he tenido trabajo.
-Tráelo.
Parecía que los kilos no le estorbaban, se levantó, calzándose y chorreando como iba, salió de la habitación, moviendo con exageración su enorme culo. Me senté, indicándole con la cabeza a Lu que lo hiciera también, mientras Ji-woo más recuperada, se colocaba a mi lado de rodillas, y Martina que aún seguía temblando, no podía ni moverse, no quería forzarla de más para ser su primera vez, por lo que la deje recuperase tranquilamente.
-Ponte frente a mí.
A cuatro patas y coincidiendo con la entrada de Juani, que venía cargada con una caja bastante grande, Ji-woo se colocó frente a mí.
-Vas a ser castigada por correrte sin permiso, y antes de hacerlo, quiero que oigas de boca de la que hasta ahora ha sido tu dueña, a la que también voy a castigar, a quien perteneces a partir de ahora.
-Juani. -Así es Ji-woo, le perteneces a él, solo y exclusivamente a él, puede hacer contigo lo que desee.
– Ji-woo. -Gracias SEÑORA, espero saber servirlo AMO.
Martina ya recuperada se había puesto de rodillas justo donde estaba, se la notaba avergonzada, pero tranquila y feliz. Abrí la caja, comprobando por encima que había, Alicia había metido algunos juguetes de regalo, rebusque y saque de los tres floggers, el que más dolor les iba a causar.
-Gorda a cuatro patas junto a ese sillón y tú apoya los brazos en el sillón y saca el culo todo lo que puedas.
Me dio la risa, porque el contraste era enorme, ver el cuerpo de Juani, que aún a cuatro patas, quedaba por encima del cuerpo de Ji-woo, que estaba apoyado en el sillón.
Me puse detrás de ellas…
-No quiero sentiros PERRAS.
Con todas mis fuerzas y alternándolas tanto sus culos como sus cachetes, las azote cuarenta veces a cada una.
– ¿No decías que no te importaba ser castigada? -acercándome al oído de Juani-, así serán los castigos GORDA.
-Juani. -Me lo he ganado a pulso AMO, -con lágrimas en los ojos, no se esperaba ese castigo ejemplar-, procurare ser más obediente, ¿puedo correrme?
Me dejo a cuadros, era lo que menos esperaba.
-Podéis ambas.
Para asombro de Lu y Martina, las dos se corrieron, de Ji-woo, no me sorprendió, echaba de menos ese tipo de trato. Me deje caer en el sillón, estaba cansado.
-Las dos de rodillas ¡¡¡ya!!! -mientras Ji-woo lo hizo rápidamente, a Juani le costó, su culo estaba más morado que rojo-, mañana iremos a comprarle un uniforme a esta ESCLAVA, este no me gusta nada, será el que cuando este tu marido o alguien extraño, deberá de llevar, y para cuando estéis solas os voy a buscar uno acorde a vuestra condición, además pondremos cámaras en todas las habitaciones, incluidos los cuartos de baño, para poder vigilaros.
Vi como Juani quería hablar, por lo que con la cabeza asentí.
-Juani. -Tenemos cámaras en todas las habitaciones, menos en los baños y en el vestuario de la piscina exterior AMO, pero hace mucho tiempo que no las conectamos, de hecho la única que tiene acceso a ellas soy yo, y como desde que tenemos a Ji-woo la casa nunca ha estado vacía, solo las veces que durante el día ella ha salido, y desde que está aquí, no ha dormido ninguna noche fuera, en el exterior de la casa sí que hay cámaras que solo las controlan los de seguridad.
-Mejor GORDA, ya estas tardando en darme las claves de acceso y el programa, y ya que mañana vamos de compras, buscaremos unas cámaras que se puedan disimular muy bien para ponerlas donde aún no haya.
-Juani. -Nada más de saber que voy a estar para usted las 24 horas, ya estoy otra vez chorreando AMO.
-Jajajaja, vamos a relajarnos un poco, sentaros.
Juani, Martina y Lu, se sentaron en los cómodos sillones.
-Martina. – ¿Y ella? -señalando a Ji-woo-
-Ella es menos que nada, y no te apures, te aseguro que es feliz así.
-Juani. -Tráeme de mi despacho el portátil, y en el segundo cajón de la derecha, hay varios pen, tráeme uno.
– Ji-woo. – ¿Me da su permiso AMO?
Al oírla Juani se dio cuenta de su error, porque ella ya no tenía por qué obedecerla.
-Tranquila Juani, he dicho que nos vamos a relajar, haz lo que te ha dicho ESCLAVA.
Se levanto y sin girarse hasta que llego a la puerta, salió a cumplir con lo que le había pedido Juani.
-Martina. -Estoy alucinada SEÑOR.
-Lu. -Ahora sin tratamientos Martina.
-Martina. -Jajajaja, da igual Lu, sigo alucinada.
– ¿Cómo te sientes? aparte de alucinada, jajajaja.
-Martina. -Visto lo visto, lo sabes mejor que yo, el taxi…, aquí…, no he tenido tiempo de pensar, pero tampoco ha hecho falta, me he masturbado uffff, no se las veces, leyendo, soñando, más de una mañana me he despertado tan excitada, que para levantarme me he tenido que masturbar, desde siempre he sabido que soy sumisa, a pesar que en la comida le he dicho que tenía dudas de que fuese una fantasía, aunque mi hermana -riéndose- no deja de ser una hija de puta, por haberme espiado y contado después, cuando la vea me la voy a comer a besos, sabes mejor que yo cual va a ser mi respuesta mañana, y ya que estoy confesándome, he sentido envidia de Ji-woo, cuando la has desvirgado, hubiese querido ser yo.
-Te voy a ser sincero, no te lo voy a contar todo, porque por ahora no te hace falta saber más de lo que sabes, y gracias a Yolanda, te íbamos a ofrecer lo mismo, pero sin hacerte participe, si no llega a ser por tu hermana, seguirías siendo una sumisa reprimida, así que le tienes que estar muy agradecida a las dos, y como el día no ha terminado, mañana en el desayuno te preguntare si quieres una vida u otra, si decides seguir, tienes que saber, como ya has comprobado, que exijo obediencia ciega, que puedo usarte como, cuando y con quien quiera.
-Martina. -Lo sé, he leído mucho sobre ello, y lo que he visto y vivido hasta ahora, supera en mucho a la teoría.
-Mañana te vendrás con Lu y conmigo a tu nuevo trabajo, decidas lo que decidas, y siempre y cuando Lu te dé el visto bueno, y Tina, que es la encargada, en unos días nos diga si sirves o no, no es nada complicado, solo es tener ordenada la tienda, al principio no atenderás a las clientas, y de ti depende ascender.
-Martina. – ¿Y los estudios?
-El trabajo por ahora será de cuatro horas, y te tendrás que poner de acuerdo con Tina para que adapte tu trabajo a los estudios, y sin algún día en vez de cuatro echas menos, siempre que sea por los estudios, no pasara nada, te tiene que quedar claro que la preferencia es tu carrera, eso sí, todo esto está ligado a tener buenos resultados académicos.
-Martina. -No sé ni que decir, ahora mismo estoy en una nube en todos los sentidos, porque estoy chorreando, jajajaja.
Nos sacó a todos una carcajada. Ji-woo había entrado y se había puesto de rodillas con el portátil en sus manos ofreciéndomelo, ni hablo ni gesticulo, ni mostro cansancio.
-Cógelo Juani y haz lo que vayas a hacer.
-Juani. -Voy a copiar el programa Raúl, y de paso te escribo las claves.
-Perfecto, te aviso que las voy a cambiar, solo yo tendré acceso.
-Juani. -Lo daba por hecho. ¿Quieres que te enseñe la casa?
-Vamos a verla, vosotras quedaros aquí y aprovechad la piscina, que os anticipo que está muy bien, jajajaja.
Dicho y hecho, las dos sin quitarse la poca ropa que llevaban se metieron en la piscina, mientras que Ji-woo se quedó en posición de espera. Me quede sin palabras, la casa tenía siete habitaciones grandes, todas con baño, menos el dormitorio principal, que era descomunal, solo el ropero tenía 40 m2, era lo normal, porque su colección de zapatos era impresionante, no mintió cuando dijo que tenía más de cien pares. No tenía pantalones, solo vi varios leggins de varios colores, todo eran vestidos y faldas. Abrí un cajón que estaba lleno de sujetadores, el siguiente de bragas y algún que otro tanga, todos sin estrenar, y el siguiente lleno de pantys, que junto con los tangas fueron al suelo.
-Juani. -Nunca he usado medias hasta ahora, en Alicante compre muchas, y menos las que llevo puestas, aún están en la maleta Raúl.
-Eso me gusta Juani, y me alegro mucho de tenerte conmigo, y aunque sea pecar de modestia, ahora eres más feliz.
-Juani. -He pasado malos momentos, no sabes cuantos, porque no se si Isa te conto el motivo de porque me tiene o tenía pillada…
-No, no me ha contado nada, porque yo no se lo he preguntado, y por ahora tampoco quiero saberlo, me conformo con que ahora seas feliz.
-Juani. -Muy feliz -con lágrimas en los ojos-.
-Lo que echo en falta en este armario es la ropa de tu marido.
-Juani. -Llevamos mucho años, antes incluso que mi hijo se fuera que dormimos en cuartos separados, es celoso y controlador, y ni me acuerdo cuando fue la última vez que me tocó.
-Te digo lo mismo que le dije a Lu, ¿por qué no te separas?
-Juani. -Dejadez, no querer verme sola, yo hace muchos años perdí mi círculo de amigos o amigas, de hecho a Isa la conocí por él, si me divorcio soy yo la que tendría que salir de ese círculo.
-Y te quedarías sin trabajo…
-Juani. -No, eso no, aunque el 90% del trabajo desde la pandemia lo hago desde aquí, somos socios al 50%, de hecho al igual que Lu, tenemos separación de bienes.
– ¿Y la casa?
-Juani. -La casa es mía, yo pago todos los gastos, incluido el sueldo de Ji-woo.
-Piénsalo, ahora tienes familia, tienes amigos, y no son unos cualquiera.
-Juani. -Jajajaja, llevo dándole vueltas desde la boda, para el trabajo soy decidida, pero para lo demás ufff, me cuesta decidirme.
-Jajajaja, lo sé, te costó lamerle los pies a Ji-woo.
-Juani. -Jajajaja, cierto, que tonta, jajajaja, ¿vamos a cenar aquí? lo digo para que le des permiso a Ji-woo a que me ayude a preparar la cena, o prefieres que cenemos fuera, cerca de aquí hay un buen restaurante, con unas vistas impresionantes, si quieres llamo y reservo.
-Mejor, no quiero que te metas en la cocina, vamos a la piscina, me apetece un baño.
Cuando entramos Lu y Martina aun seguían en el agua, sentadas en los escalones.
-Que bien os veo, jajajaja, me voy a unir, Ji-woo -que seguía en la misma posición-, hasta que no diga lo contrario, te quiero como una más, así que al agua.
– Ji-woo. -Gracias AMO.
-Cuando te diga lo que te acabo de decir, es Raúl y me puedes tutear, y espero que tengas algo de ropa mejor que la bata esa, porque te vas a venir a cenar con nosotros.
Se le ilumino la cara y como una niña, se tiró de golpe a la piscina, lo que hizo que nos riéramos todos. Así pasamos la mayor parte de la tarde, hasta las ocho, entrando y saliendo de la piscina.
-Vamos a vestirnos, aunque Lu va a tener un problema en las piernas, no creo que tus medias ni las de Ji-woo, le valgan.
-Lu. -Jajajaja, no hay problema, jajajaja, llevo en el bolso.
-Jajajaja, venga ducharos y vestiros.
Juani llevo a Martina y a Lu a un dormitorio, indicándoles donde estaban las toallas, mientras Ji-woo iba a su cuarto.
-Juani. -Desde ahora mi cuarto es el tuyo, así que si quieres yo me voy a otro.
-No, mientras no te decidas a divorciarte, seguirás ocupando este dormitorio, vamos a ducharnos.
-Juani. -Mientras te duchas voy a llamar al restaurante.
Tenía dos duchas, cuando entró en el baño tras llamar al restaurante, y mirándome con cara de PERRA, se metió en la otra ducha.
-Jajajaja, necesito recuperar fuerzas.
Terminé antes que ella, me sequé y como tenía la ropa en la piscina, la dejé y fui a vestirme.
Ya estaban Martina y Lu, aunque casi me empalmo, al ver cómo se le marcaban las tetas a Martina, ahora entendía porque llevaba un sujetador deportivo. Estaba vistiéndome cuando me lleve una sorpresa al ver cómo iba vestida Ji-woo, llevaba un vestido rosa suave, unas medias transparentes con costura y unos zapatos del mismo color que el vestido, se había recogido el pelo en una coleta, y se había maquillado de forma suave.
– Ji-woo. -A mi antigua AMA, le gustaba exhibirme Raúl.
-Tenía buen gusto.
Lo que más me gusto fue la cara que puso Juani al ver a Ji-woo.
-Jajajaja, por tu cara ya veo que no sabias de su potencial.
-Juani. -Ufffff, esta increíble, aparte del uniforme solo la he visto en vaqueros, la verdad es que menos el día que se trasladó aquí, jamás he entrado en su dormitorio. ¿Nos vamos?
– ¿Llamamos a un taxi?
-Juani. -No, seguidme.
La seguimos a través de un pasillo, por la parte que yo aún no había visto, entrando en un garaje, donde tenía un Mini Cooper y un Range Rover, que como pude comprobar era el más alto de la gama.
-Juani. – ¿Quieres conducir?
-No, hazlo tú.
Me subí junto a ella, mientras las otras se subían en una espaciosa parte de atrás. Durante el camino recibí una llamada de Gema.
-Gema. -Buenas Noches Raúl -no estaba sola-, a nosotras aún nos queda un rato, vais a venir a dormir o nos vemos mañana.
-Nos vemos mañana, tendremos que ir a cambiarnos, te aviso antes, porque no me he traído las llaves.
-Gema. -De acuerdo, espero tu llamada, buenas noches.
-Buenas noches y disfruta.
Colgué, coincidiendo con la llegada al aparcamiento del restaurante. No había mucha gente, y todos la conocían, se tuvo que parar en casi todas las mesas, y también observe cara de asombro en algunas mujeres al ver a Ji-woo con nosotros.
-Es cierto que tiene buenas vistas, el sitio es precioso, además de que tienes que ser buena clienta, porque nos han dado la mejor mesa.
-Juani. -Y tan buena Raúl, el 33% es mío jajajaja y yo llevo la contabilidad.
-Eres una caja de sorpresas que no se acaba, jajajaja, ¿y el resto?
-Juani. -De mi hermano y su mujer, no sé si se fijó en ellos, estuvieron en la boda, pero no se quedaron en el hotel, no suelen venir por aquí, viven en Zahara de los Atunes, allí tenemos otro aún mejor que este.
-Jajajaja, estaba yo como para fijarme en nadie.
-Juani. -Cuando he llamado me he permitido pedir.
-Perfecto -me gusto la cara de desubicación de Martina y sobre todo de Ji-woo-, cambiar esas caras y disfrutad, jajajaja.
-Martina. – ¿A qué hora tenemos que ir a la tienda Raúl?, tengo clases hasta las doce.
En ese momento caí en que ciertamente ella tendría que ir a la facultad.
-Es verdad, no había caído, ¿A qué hora empiezas?
-Martina. -A las nueve, y es una de la más importante Raúl, pero un poco antes de las doce ya habré terminado.
-Tendrás que ir a tu residencia por lo menos a recoger los libros o los apuntes.
-Martina. -Solo a coger el portátil y a cambiarme, jajajaja.
-Lo de cambiarte es lo de menos, eso lo decido yo, siempre que tu respuesta sea afirmativa claro. ¿tienes quién te lleve el portátil?
-Martina. -Sabe que va a ser que sí, uffff, sí creo que acabo de manchar la silla, solo con oírle decir que lo decide usted.
-Juani. -Jajajaja, menos mal que conozco a la dueña.
Me gustaba porque sabía relajar el ambiente.
-Martina. -Mi compañera de habitación, pero tendría que llamarla o escribirle antes de que sea más tarde.
-Hazlo.
Se levanto de la mesa y saliendo a la terraza a pesar del frio que hacía, estuvo unos tres minutos, fue una llamada corta.
-Martina. -Hecho Raúl, se ha extrañado y se ha alegrado e intrigado, jajajaja, ya le he dicho que mañana le contare.
-Vamos a cenar.
Durante la cena…
-Cuando termines en la facultad, vas a la residencia y te cambias, en principio ponte algo cómodo, tiene que ser elegante, ya entenderás el porqué, y si como dices ya sabes tu respuesta, comunicas que te vas de la residencia.
-Martina. -Tendría que llamar a mi madre Raúl, porque mañana es 29 y posiblemente le pasen el recibo, por cierto ¿qué le digo a mi madre?
-Ya sabe que Yolanda te va a ofrecer que te quedes con ella, aunque creo que le dijo que a cambio de la limpieza, por ahora no creo que necesite saber más -no quise decirle que su madre me pertenecía-, y del trabajo tampoco le digas nada, hasta que Lu y Tina te den el visto bueno, no es seguro, eso quiero que te quede claro, como que si tus notas se resienten, perderás todo lo que te he ofrecido.
-Martina. -Mañana antes de ir a clase la llamare, no sé qué turno tiene en el hotel -pensé que sabía que ya no estaba en el hotel, pero no la saqué del error-, le va a venir bien quitarse ese gasto, ¿puedo preguntarte algo sobre mi hermana?
-Siempre puedes, es más debes, aun no o mejor dicho no nos conoces, pero veras que nos gusta hablarlo todo, lo bueno y lo malo, y si lo que me preguntas no es de tu incumbencia te lo hare saber, y nunca tendrá consecuencias.
-Martina. -Gracias ¿mi hermana está en las mismas condiciones que yo?
-No, ella ha decidido por ahora dejar los estudios, y su trabajo aunque es en la misma empresa en la que vas a trabajar tú, va a ser de dependienta a tiempo completo.
-Martina. -Mi madre tiene que estar en una nube, y podrá trabajar menos horas, se merece un descanso, después de todo lo que ha pasado…
-De ese tema no toca hablar, te diré que lo sabemos, ahora toca disfrutar, vamos a por el postre.
-Martina. -Siiii que soy muy dulcera, jajajaja.
-Juani. -Dulce tú, que te comía entera, jajajaja
-Lu. -No tienes remedio, si no te puedes casi ni sentar, es que te gusta, jajajaja.
Era cierto, mientras que a Ji-woo, parecía que no le había afectado a pesar de tener ese cuerpecito, Juani no hacía nada más que moverse inquieta en la silla.
-Juani. -Estamos relajados ¿o no?
-Jajajaja, si, estamos relajados.
Tomamos los postres y saliendo a una terraza climatizada, nos sirvieron unos licores, menos Ji-woo y Juani, tenía que conducir, se los tomaron sin alcohol.
– Ji-woo. -No bebo alcohol Raúl.
Era casi la una de la madrugada, cuando volvimos a la casa. Conforme atravesamos la puerta las cuatro a la vez se desnudaron, viendo que Ji-woo no usaba ropa interior, sabía que Martina, entre que su tanga se quedó en una papelera a la salida del Zalacaín, el sujetador se había quedado junto a la piscina, mojado.
– ¿Nunca usas ropa interior?
– Ji-woo. -Mi antigua ama, me lo tenía prohibido AMO, la poca que traje la tiró.
-Aunque sujetador no te hace falta, a partir de mañana usaras bragas, lo que no se si nosotros tendremos de tu talla en la tienda.
-Lu. -A no ser que se hayan acabado las existencias, que no creo AMO, tenemos de todas las tallas, es algo que distingue a nuestras tiendas, tenemos desde las más chicas a las extragrandes.
-Juani. -Mañana a gastar, jajajaja.
-Vamos a dormir, mañana todas a las ocho en pie, la GORDA es tuya.
-Lu. -Uhmmmm, gracias AMO.
-Quiero ver la habitación de Ji-woo, luego subiré a mi dormitorio, así que irse a otro.
Vi y me gusto expectación en la cara de Martina.
-Llévanos a tu dormitorio.
Se le iluminó la cara y se le escapo una sonrisa que no me pasó desapercibida, deseaba ser ella la elegida para pasar la noche conmigo. Seguimos a Ji-woo, atravesamos la enorme cocina, allí todo era enorme, hasta atravesar una puerta, llevándome una grata sorpresa, era un miniapartamento, tenía una pequeñita sala, un cuarto de baño completo y amplio y un dormitorio, con una cama también grande, que al verla pensé que con lo poca cosa que era se tenía que perder en ella.
-Prepáremela.
Sabía perfectamente lo que le pedía, creo que no era la primera vez que se lo pedían, se puso delante de Martina y llevando su boca alternativamente a sus pezones, la fue guiando hasta la cama, sin dejar de besar y acariciar su cuerpo, la fue subiendo hasta el cabecero, una vez hecho, llevo su boca al coño, arrancándole un gemido que se escuchó en la otra punta de la casa. Mientras una mano hundía la cabeza de Ji-woo en su coño, la otra se la mordía para no correrse. Ji-woo, sabiendo que es pequeña, estaba de rodillas y al filo de la cama, invitación que no desaproveche, mientras iba arrastrando a Martina, me desnude, me puse detrás y se la metí en su coño, que seguía siendo estrecho, descarte el culo, porque este se veía muy abierto.
-Ni se os ocurra correros PERRAS.
La cara de Ji-woo no la veía, no me preocupaba, sabía de sobra que no se iba a correr, y Martina hacía verdaderos esfuerzos para no hacerlo.
Cuando consideré que ya estaba lo suficientemente lubricada, me salí de Ji-woo…
-Ponle el coño en la boca, cuando la desvirgue.
Me subí a la cama de rodillas, puse sus piernas en mis hombros y de un solo golpe, la desvirgué, sentí como se rompía, como se encajaba perfectamente en mi polla…
-Córrete.
Ni me dio tiempo a terminar de decirlo, cuando se le escapo un alarido, que fue cortado por el coño de Ji-woo, que con cuidado para no asfixiarla se lo puso en la boca. No hacía nada, pero era más porque no paraba de correrse…
-O se lo comes o me salgo PERRA…
Pego su boca al coño de Ji-woo y lo devoro más que se lo comió.
-Córrete en su boca.
Dicho y hecho, fue un rio lo que entro en la boca de Martina, tanto que estuvo a punto de atragantarse, cayendo gran parte de la corrida en su cara y la cama.
-Me corrooooooooooooooo.
Era tan estrecho y cálido, que tuve una de mis mayores corridas. Saliéndome me deje caer en la cama.
Las deje a ambas recuperarse un poco…
-De rodillas esclava.
Saltó de la cama, me puse delante y me meé en ella.
-Ni se te ocurra limpiarte ESCLAVA, ni limpiar la cama hasta que te levantes mañana, y a las ocho quiero el café en la cocina preparado.
– Ji-woo. -Lo tendrá a esa hora AMO, gracias.
-Vámonos.
Eché a andar, tuve que ayudar a Martina, no podía casi ni andar, contemplando como por sus piernas corría parte de su perdida virginidad. No sin trabajo encontramos mi dormitorio, averiguando en el que estaban Juani y Lu, porque los alaridos de Lu se escuchaban perfectamente a través de la puerta. Al entrar en mi dormitorio a Martina se le escapo un ohhhh, al verlo.
-Jajajaja, ahora cuando entres en el baño, vas a alucinar, dúchate y a la cama, voy a caer conforme me meta en la cama.
Me di cuenta de que había dejado toda mi ropa en el dormitorio de Ji-woo, tampoco me preocupe, me metí en la cama y ni me entere cuando lo hizo Martina. Cuando desperté, me giré por instinto a la mesita de noche, buscando mi teléfono, llevándome la sorpresa de que estaba allí, y en la silla toda mi ropa bien colocada, vi que eran las siete y media, me volví a girar hacía Martina, encontrándomela despierta mirándome con una sonrisa en los ojos.
-Martina. -Buenos días SEÑOR, hace un rato entro Ji-woo y dejo su móvil y su ropa y mi respuesta es…
CONTINUARA…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.