Capítulo 2
- Noelia una sumisa no tan asexual I
- Noelia una sumisa no tan asexual II
- Noelia una sumisa no tan asexual III
- Noelia una sumisa no tan asexual IV
-Vamos, termina, sécate y vamos a cenar.
Me fui a vestirme y esta vez cuando salió de la ducha salió totalmente desnuda, se acercó a su bolso y saco del bolso un conjunto de ropa interior nuevo, digo nuevo porque tenía aun las etiquetas puestas, de color negro y lila de encaje, y unas medias transparentes con costura atrás.
-Espero que le guste, las he comprado hoy antes de venir, porque sé que le encantan.
-Me tienes alucinado.
Me acerque a ella y cogiéndola del pelo, aun húmedo, la bese, la bese con ganas, placer y satisfacción.
-Vámonos a cenar…
Así termino el capítulo anterior…
Termino de vestirse y salimos a cenar, la deje pasar delante, quería admirar su culo, además de su elegancia, porque a pesar de que siempre la recuerdo con pantalones, siempre a rezumado elegancia.
-Vamos a coger el coche, vamos a cenar al FM.
-Donde Usted diga SEÑOR.
-Cuando haya alguien delante que no sepa que eres mí PERRA, tutéame, ni a ti ni a mí nos interesa estar en boca de nadie.
-Así lo haré, además de que ya conoce como es mi familia.
-Lo sé, y aunque no fuese así, ya has leído que para mí es importante tu seguridad.
Esta conversación la mantuvimos mientras llegamos a mi coche, sabía que ella había venido en coche, su lugar de trabajo está en un polígono industrial. Una vez en el coche y antes de entrar, saque de mi maletero una caja que contenía un huevo con mando a distancia, sin estrenar, siempre suelo tener, es algo personal y nunca lo uso de una sumisa a otra, a no ser que estén juntas, y o se lo quedan ellas o los tiro, por motivos higiénicos más que nada.
-Ábrela, en la guantera hay un paquete de pilas.
Me miro con cara de sorpresa, pero se limitó a abrirlo, aunque la cara de sorpresa no se le fue.
– ¿Qué es?, perdone mi pregunta SEÑOR, es la primera vez que veo algo así.
-Jajajaja, ¿De verdad?, ¿Ves el huevo?, desenróscalo, ponle la pilas, y a ese mando, quítale la pestañita de plástico que le sobresale, y ahora sabrás lo que es.
Cuando se lo quito cogí el huevo y se lo introduje, con menos problemas de los esperados, ya que tenía el coño chorreando.
-Veo que estas excitada PERRA.
Iba a hablar, pero antes le introduje mis dedos en su boca para que los limpiara, algo que hizo diligentemente.
-No sé si es o no normal SEÑOR, porque para mí estar así es algo nuevo, y ahora no puedo dejar de pensar en ser sometida, en estar a sus pies, no sé a dónde me o nos llevara esto, pero de lo que si estoy segura es de que lo quiero averiguar.
-En parte es normal, al principio es así, y es algo que aprenderás a controlar, ahora mismo todo está siendo fácil, aunque no lógico, lo normal es que primero hubiésemos hablado un tiempo, que nos hubiésemos conocido, aunque en parte nos conocemos, pero esto ha sido una casualidad, y en este mundo hay mucho descerebrado que solo quieren sexo sin más, aprovechándose de la debilidad mental, porque si hay algo que nunca debe de pasar es que las ganas le puedan a la razón, y en el fondo has tenido mucha suerte en dar conmigo.
-Lo sé, es algo que mi pareja me ha dicho, que no fuese tan deprisa, pero sus relatos me daban seguridad, y aunque lo que más me ha hecho ser tan acelerada o rápida, o como Usted quiera llamarlo, han sido tantos años de sentirme una inútil, porque es como me sentía, mi ex me dejo en gran parte por mi apatía sexual, una vez hasta me dijo que le dolía cuando me penetraba, que nunca estaba húmeda.
Toda esta conversación la manteníamos mientras nos dirigíamos a cenar. En ningún momento me dio por accionar el huevo, ya que quería que se olvidase, se relajase. Como yo vivo frente al restaurante, directamente metí el coche en mi cochera.
-Como vamos a beber y tú has dejado el coche por el hotel, luego cogemos un taxi, y mañana antes de irte a trabajar me dejas aquí.
-Lo que usted diga.
Cuando entramos, me encontré con un matrimonio amigo mío, que nada tiene que ver con este mundo.
-Ahi están mis amigos Jero y Juani, ellos no saben nada de quien soy en privado, así que tutéame.
-Si SEÑOR, pero me suenan sus caras.
-Claro que te suenan, son amigos desde el instituto, ella era compañera de tu prima, y tú has estado con ellos más de una vez.
-Ah, es verdad ahora caigo.
Corte la conversación, porque en parte quería ver su reacción cuando se la presentase a los dos.
Nos saludamos, con los besos y abrazos correspondientes.
-Os presento a Noelia.
Casi los dos a la vez dijeron que les sonaba su cara.
-Jajajaja, claro que os suena, es la prima de Paola, iba mucho con nosotros por el barrio.
Ambos asintieron, aunque aún pusieron más cara de extrañeza.
-Jajajaja, es que soy masoquista, no tuve suficiente con una, y ahora me lio con la prima, jajajaja, llevamos dos meses saliendo.
Lo dieron por bueno, pero lo que yo quería ver era la cara de Noelia, y esta fue de satisfacción. En ese momento metí la mano en mi bolsillo y le di al mando del huevo, que la hizo dar un pequeño repullo que pasó desapercibido para mis amigos. Como somos muy buenos amigos, dejamos nuestra mesa y nos quedamos en la suya, y como son mesas altas, le vino hasta bien, porque solo se apoyó en el taburete, aunque al principio se tuvo que agarrar a la mesa para poder disimular.
Se acerco a mi oído…
-No sé si voy a aguantar, ufff.
Como no quería dar el espectáculo, disimule e hice como si me hubiese preguntado por el baño.
-Al fondo está el baño Noe.
Entendió perfectamente, y se fue al baño, donde como luego me dijo, se corrió nada más cerrar la puerta, teniéndose que morder la mano. Cuando salió lo paré y la dejé tranquila. Cenamos muy bien, fue una noche entretenida, aunque como el día siguiente era laboral, terminamos pronto. Ellos se fueron a su casa y nosotros llamamos un taxi. Al coger el taxi, la dejé pasar primero, quería que se sentara tras el asiento del conductor, y antes de entrar yo, volví a accionar el huevo, y esta vez a máxima velocidad. Su cara era todo un poema, y al sentarme junto a ella llevo su mano a mi muslo, apretándomelo. Se acerco a mi oído…
-SEÑOR, uffff, va a hacer que me corra otra vez.
No le conteste, solo eche su chaqueta sobre sus piernas y metí mi mano entre sus muslos, hasta llegar a su coño y apartando su braga, que era todo jugo, busque su clítoris y lo pellizque, lo que hizo que se corriera, sin importarle si el taxista veía algo, cogió su chaqueta y se la mordía a fin de intentar que no se le notara. Ahora fui yo el que me acerqué a su oído…
-Quiero que te corras tantas veces como te apetezca, quiero sentir mis dedos llenos de tus jugos.
No volví a dirigirle la palabra, solo me eché para atrás y cerré los ojos, cada cuatro o cinco minutos sentía como tensaba sus piernas, como apretaba mi mano y como se corría dejándome la mano chorreando. Así la tuve hasta llegar a la puerta del hotel. Como tenía la mano empapada y no era el sitio, me baje diciéndole que pagara al taxista. Observe como le temblaba la mano mientras le pagaba al taxista, y como este tenía una sonrisa pícara en la boca. Conforme salió del taxi y sin importarme si el taxista se daba cuenta o no, le di mi mano a chupar, haciéndolo sin dudar.
-Gracias SEÑOR.
Le eché la chaqueta sobre sus hombros y cogiéndola de la mano, entramos en el hotel y nos dirigimos al ascensor. Le temblaban las piernas, y hasta le costaba andar, por lo que soltando la mano la agarre de la cintura. Una vez en el ascensor…
-Quítate la falda PERRA.
La dejo caer al suelo y pude comprobar que le brillaban los muslos de lo mojados que los tenía, y que las medias estaban empapadas. Llegamos a nuestra planta, y como no estaba lejos la habitación…
-De rodillas PERRA.
Me asombraba su manera de acatar todo, no protestaba ni ponía mala cara, al revés, le afloraba una sonrisa en su cara. Salí del ascensor, recogí su falda del suelo y sin mirar atrás me fui a la habitación, sentía como ella me seguía. Abrí la puerta y esperé a que entrara. Iba empalmadísimo así que no me demore mucho.
-A la cama PERRA, a cuatro patas.
Lo hizo rápidamente. Me quité la ropa y poniéndome tras ella, la agarre del pelo con fuerza, le saqué el huevo del coño y sin miramiento, le metí mi polla en ese culo que me gusta tanto.
-Agggggg, gracias SEÑOR, espero estar siendo una buena sumisa.
-Uffff, lo estas siendo con creces, uffff, como me gusta tu culo PUTA.
-Es suyo SEÑOR, todo es suyo, mi ser, mi cuerpo, mi mente, ufffffff, como me gustaaaaa.
El ano debido a todas sus corridas y a la anterior penetración estaba lubricado, por lo que esta vez no me costó trabajo, así que fui alternando de su ano a su coño de forma brusca, no le soltaba el pelo y a cada arremetida tiraba de ella.
– ¿Me puedo correr SEÑOR?
-Si PERRA, tantas veces como quieras.
Empezó a correrse y a gritar, soltando todo lo que llevaba dentro. Aún estaba corriéndose cuando yo lo hice dentro de su coño, y al soltarle el pelo, ella no pudiendo más se dejó caer en la cama.
-Gracias, gracias, gracias.
Yo quería ver hasta donde llegaba su resistencia, ver una mala cara o una queja.
-A la ducha PERRA.
Aun con temblor en la piernas, se fue al suelo y a cuatro patas se dirigió al baño, se incorporó lo justo para quitarse todo excepto las medias y se puso de rodillas dentro de la ducha. Entre y empecé a mearme, algo que creo que hasta le agrado.
-Así vas a dormir, voy a ducharme, espérame junto a la cama.
Salió de la ducha y a cuatro patas, sin hacer intención de recoger su ropa se fue. Me duche tranquilamente y me tome mi tiempo en secarme. Entre en la habitación y ella estaba de rodillas junto a la cama. Cogí una almohada y la colcha y se las tiré.
-Tu sitio es el suelo, ahí es donde vas a dormir, ¿a qué hora empiezas a trabajar?
-Mañana es viernes, así que a las ocho y termino a las tres.
-Pondré el despertador a las siete, y ahora a dormir.
-Buenas noches SEÑOR, y nuevamente gracias.
Apague la luz y no tarde en dormirme. Me desperté antes de la siete y me asomé a ver como estaba dormida profundamente con una sonrisa. Iba a darle unas horas de tranquilidad, que le diera tiempo a pensar, por lo que me levanté, me volví a duchar. Cuando salí de la ducha, la desperté…
-Buenos días SEÑOR, ¿Ha dormido bien?
-Perfectamente, venga levántate y dúchate, que hay que trabajar.
Se levanto del suelo, y vi algo de tristeza, como si esperase algo más.
-Tranquila Noe, ahora dúchate, creo que no te podrás poner ni las medias ni las bragas, están hechas una pena, jajajaja, y bueno, trabajar sin ellas tampoco va a pasar nada.
Por primera vez desde que estaba conmigo, miro el móvil.
-SEÑOR, tengo varias llamadas de mi hija, ¿puedo llamarla?
-Por supuesto, debe de estar preocupada, si mal no recuerdo, le habías dicho que, aunque ibas a llegar tarde, dormirías en tu casa.
Me miró y sonrió. Pensaba que se iba a ir al baño a llamarla, y no, se sentó en la cama, aunque antes me miro, como pidiendo permiso para sentarse, cosa que hice, asintiéndole con la cabeza. No preste mucha atención a lo que hablaban, solo oí algo de Antonio y de que le llevara ropa.
-Ya está SEÑOR, no estaba preocupada, no se ha dado cuenta de que no estaba hasta esta mañana, pero Antonio, Antonio es como se llama mi pareja, le ha dicho que le escribí anoche, y que le dije que habíamos bebido mucho y que me quedaba en casa de mi amiga Marina. Ya he aprovechado para decirle que me lleve ropa a la oficina.
– ¿Y Antonio no estaba preocupado?
-No sé, solo tengo un whatsApp de él, de hace un rato preguntando si todo bien, ya le he contestado que mejor que bien, jajajaja.
-Venga a la ducha que ya es tarde.
Se duchó y en menos de quince minutos estaba lista, metió las dos bragas, el sujetador negro y las medias en una bolsa de plástico que cogió de una de las papeleras. Salimos hacia su coche y nos dirigimos a mi casa, yo tenía menos prisa, empiezo a las nueve y desde casa. Mientras conducía…
-Luego cuando estés más tranquila quiero que me escribas un correo, que seas sincera ante todo, que me cuentes tus sensaciones, desde que me viste hasta las que tengas en tu oficina.
-Así lo hare SEÑOR.
Al llegar a la puerta de mi casa, me acerqué a ella y la besé, la morreé durante un buen rato.
-A la espera quedo PERRA, cuando me escribas y lo lea, te daré instrucciones, y te pido que seas sincera.
-Gracias SEÑOR
Me bajé del coche y me fui sin mirar atrás. Como iba duchado, solo me puse cómodo, me tomé un café tranquilamente, y me puse a trabajar, y para no mentir, deseando leer su correo. A eso de las once de la mañana paré un rato y miré mi correo para ver si había cumplido, y allí estaba, esta vez desde su correo personal, aparecía su nombre y apellidos, me fijé en la hora y lo había mandado a las nueve y media.
“Buenos días AMO, espero que no le moleste que lo llame así, sé que Usted es el único que tiene la potestad para decir si puedo o no, y aceptare cualquier castigo que me imponga. Espero que con este inicio ya le dé a entender lo que siento, y acatando su petición u orden, le diré que aún estoy en una nube, que no soy una persona llorona, es…, bueno es imposible que no lo haga, nada de tristeza o remordimiento, al revés es alegría. He pensado mucho en eso que me dijo anoche de que he sido demasiado confiada, y claro que lleva razón, y posiblemente hubiese aceptado todo lo que me hubiese hecho cualquier otro, era tanta mi necesidad que me hubiese entregado, pero también se, que el después no hubiese sido igual, no digo que no ha ayudado el que ya nos conozcamos, a mí me costó dormir, y no por dormir en el suelo, sino porque tenía que gestionar todo lo que había pasado, el trato que me dio, cómo se comportó conmigo, como me trato delante de sus amigos, y sus besos, ese beso en la recepción del hotel, los besos durante la cena, y la despedida de hoy. No conozco nada de este mundo, solo lo que leí en sus relatos, aunque conmigo no ha sido igual, para mi mejor eh, y lo que si se, es que cuanto más me humilla, más me degrada, más me gusta, y para serle sincera, creo que la parte donde se portó conmigo más como pareja que como AMO, me ayudó mucho a saber que estaba en buenas manos, que quiero seguir, que quiero llegar hasta donde Usted desee que llegue. Creo que esto que le voy a decir posiblemente lo sepa Usted mejor que yo, sentir la cera caer en mi cuerpo, en mis pechos, en mi clítoris, me excito mucho, y cuando uso, creo que me dijo que se llamaba flogers, hizo que me volviese a correr. Así que espero que Usted también este contento conmigo, que quiera seguir usando a esta PERRA, como, donde, cuando y con quien quiera y como quiera, siento respeto, pero no miedo. Espero que haya sido de su agrado y lo que esperaba con esto que le acabo de decir.
Pd. Como lo primero que aprendí es como le gusta que vista su sumisa y no quiero que se enfade conmigo, le diré que como no le dije que ropa me tenía que traer, mi hija me ha traído una ropa interior que sé que no le gusta y un traje de pantalón y chaqueta. Un beso AMO, voy a ver si me puedo concentrar en el trabajo”
Me gustó mucho, y es más de lo que esperaba, así que le mande un mensaje a través de Telegram.
-Hola PERRA, ve al baño y quítate la ropa interior, y la guardas o la tiras, no la quiero ni ver.
Tardó un buen rato en leerlo, no hubo contestación, hasta quince minutos después que recibí un video, donde se veía como se desnudaba, se quitaba un tanga y un sujetador beige, se volvía a vestir, eso sí, en ningún momento se le vio la cara, algo que, aunque parezca incoherente me gusto.
-Muy bien PERRA, no hay problema con que lleves traje de pantalón. Yo no termino hasta las seis de la tarde, así que tienes tiempo para cambiarte, no quiero que toques nada de tu armario, quiero que lo dejes tal y como esta, quiero ser yo quien decida que te quedas o que tiras.
– ¿Has hablado con Antonio?
-Si ¿AMO o SEÑOR?
-Por ahora Señor ¿y como ha ido todo?
-Mal, no hemos hablado mucho, él no quiere conocerlo, hemos discutido un poco, y lo hemos dejado porque él estaba en clase y yo trabajando, así que seguiremos hablando en la comida.
-No quiero ser un problema, ni un motivo de pelea, y tampoco el tercero en una relación, yo lo quiero todo, creo que eso lo sabes muy bien. Como te he dicho termino a las seis, si a esa hora no estas donde me has dejado esta mañana, para recogerme e ir a tu casa, lee bien, ir a tu casa, entenderé que has decido no seguir conmigo, y todo quedara en una bonita experiencia. Ahora tengo que seguir trabajando, no quiero más mensajes, simplemente que estés a las seis o que no, es tú decisión.
-Allí estaré.
Aunque me gusto su respuesta y hasta me excito, no me quise hacer ilusiones, conozco a su familia, demasiado estricta y seria para mi gusto. Como desde mi mesa de trabajo veo la calle, a las seis menos cuarto vi como aparcaba, aunque como es una parada de autobús tuvo que aparcar en la esquina, la perdí de vista y solo veía el morro de su coche. Mientras daban las seis me vestí y preparé una bolsa con la suficiente ropa para pasar el puente. A las seis en punto desconecte, cerré el portátil, lo guarde, me lo tenía que llevar y me bajé, primero a la cochera para recoger la mochila con mis accesorios. Cuando salí a la calle la vi, estaba echada sobre la puerta del acompañante, y uffff, una falda verde de vuelo a la rodilla, unas medias beige, los zapatos eran los mismos que el día anterior, lo que me dio a entender que no tendría muchos, y una blusa de seda también verde. Me acerqué y aunque no es lo mío fui prudente e hice intención de darle dos besos, pero ella no lo fue, porque me beso en la boca, y de un simple beso, pasamos a un morreo en toda regla.
-Vamos a tu casa.
Entramos en el coche…
-Antes dime que ha pasado Noe.
Parece que no le gusto que la llamase por su nombre, esperaba otra cosa, fue la primera vez que la vi tan contrariada.
-Se ha ido, y no por Usted SEÑOR, sino porque le he dejado claro que si no es usted será otro, y que yo no iba a volver a lo de antes, y que él decidía o participaba o hasta aquí habíamos llegado.
– ¿Y se ha ido?
-Si, lo siento, para serle sincera SEÑOR, me he dado cuenta de que solo nos hacíamos compañía, porque ni a él le ha costado irse, ni yo lo he lamentado.
– ¿Y tus hijos y familia?
-Tampoco creo que sea un dilema SEÑOR, con mi hijo no se llevaba muy bien, y con la niña, el trato era cordial nada más, y lo que diga el resto de mi familia, ni me preocupa ni me importa. Me ha pedido que si nos vamos a la playa le avisemos para que pase a llevarse sus cosas, o que le diga que día puede pasar.
– ¿El piso es tuyo?
-Si SEÑOR, es el que nos compramos mi ex y yo, y cuando nos divorciamos, el piso me lo quedé.
Toda esta conversación la tuvimos mientras nos dirigíamos a su piso. No tardamos mucho en llegar a su piso, entrando directamente al garaje. Ni le dije nada, ni la toque, quería ver su reacciones. Vivía en un tercero, nada más entrar, se quitó la falda y la blusa, quedándose con un conjunto verde de encaje de braga y sujetador. Ya no aguanté más, y no sé si tenía intención de quitarse la ropa interior, la cogí del pelo y la arrastre hasta el mueble de la entrada y la puse mirando al espejo.
-Ahora sí, ahora si me puedes llamar AMO, y espero que no te arrepientas PERRA.
La hice sacar el culo, y como es más alta que yo, le di un azote fuerte y forzándole la postura, tuvo que flexionar las rodillas, y como su ano me venía mejor, le metí mi mano en la boca para que la humedeciera y me moje mi polla, le escupí varias veces en el culo y la penetre. Una mano la lleve a su coño que estaba empapado, y con la otra la cogí del pelo, le levante la cabeza…
-Mírate, mírate en el espejo PERRA, mira la cara de PUTA que tienes.
-Siiii, AMO, su PUTA, soy suya, uffff, no hubiese hecho falta lubricarlo AMO, es todo suyoooo, aggg.
-Que te crees, ¿Qué lo he hecho por ti?, jajajaja, no PERRA, lo he hecho por mí.
– ¿Me puedo correr AMO?
-Si, PERRA, tienes mi permiso para correrte tantas veces como quieras en estos días, uffff, ya te dire cuando quiero que me lo pidas.
Y empezó a correrse, sentí como por la mano que tenía en el coño bajaban sus líquidos. Tras ella me corrí yo, estaba muy excitado, y es que ella me excitaba mucho. No la deje levantar, solo la deje levantar el culo, y sin separarme, me quite el cinturón de los pantalones…
-No bajes la mirada, quiero que te veas en el espejo, mientras eres azotada, te voy a dar solo cinco azotes, porque esta mañana sabiendo que no me gusta la ropa beige, te la pusiste PERRA.
Le di el primero, fuerte, sin miramientos.
-Gracias AMO, por poner a esta PERRA en su sitio.
Lo dijo mirándome a través del espejo, retándome a darle aún más fuerte, algo que hice, siendo siempre su misma respuesta.
-Al suelo PERRA, llévame a la que a partir de ahora será mi habitación…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
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