Mis relaciones eran todas normales por así llamarle, nada del otro mundo, muy ricas y las disfrutaba mucho pero la que viví ayer fue de otras dimensiones, no solo por las circunstancias en que se dieron sino el lugar y lo que ahí se vivía.

El día de ayer en la ciudad de México de donde soy originaria hubo un concierto de música católica… si lo que se imaginan es cierto, cogí durante un concierto de música católica.

Uno de mis amigos es organizador de dicho evento, y yo fui su invitada especial, soy una mujer de muy buen ver, tengo 27 años y me considero guapa, tengo muy buen cuerpo gracias a mi madre pues ella jamás me ha dejado engordar un gramo, tengo los pechos firmes y duros, y un trasero prominente, con una cintura pequeña, el DIA de ayer llevaba puestos unos jeans ajustados y un mini suéter que se pegaba a mi cuerpo y se ceñía totalmente a mi silueta de color negro.

Todo parecía ir normal hasta que conocí a los integrantes de los grupos que abrirían el concierto de Valverde que fue el principal, había un grupo del cual me presentaron a todos, y ahí lo conocí a el, era el guitarrista y para no tener problemas le pondremos «beto», un hombre alto, aproximadamente de 1.90 moreno claro, de facciones finas y espalda ancha, manos grandes y boca sensual, cabello negro y con una barba de candado que cerraba perfecto, desde que nos saludamos su mirada me desnudo, al saludarnos apretó mi mano y al soltarla y decirnos «mucho gusto» el deslizó su dedo sobre la palma de mi mano al tiempo que se mojaba disimuladamente los labios, mientras yo bajaba la mirada disimuladamente para ver su entrepierna, de la cual se asomaba un bulto de tamaño muy interesante.

Yo tome asiento en la primera fila, tratando de olvidar lo que había pasado en los camerinos, mi amigo estaba muy ocupado y no podía estar conmigo todo el tiempo pues era un importante organizador así que estaba checando los detalles del evento, el evento empezó y el grupo donde «beto» tocaba salió primero, disfruté mucho las canciones y sentía su mirada sobre mi, y cuando nos encontramos me cerraba el ojo o se mojaba los labios, lo que me fue poniendo un tanto nerviosa, pues había al menos 2 mil personas y yo sentía que todos se daban cuenta, el no se quitaba la guitarra de enfrente, cuando en una de las canciones se dio la vuelta pude ver de perfil su pantalón abultado un poco mas que hacía un rato.

Al terminar ellos su actuación ni tarda ni perezosa fui al baño a despejarme un poco pues me había puesto muy nerviosa con sus miradas y lo que había pasado, al volver pude observar que la parte de arriba de la arena estaba vacía pues habían recorrido a la gente a las gradas de abajo, fue entonces cuando me volví al baño pues no encontraba mis llaves, pensando que las había dejado ahí volví y al cruzar el estrecho pasillo que hay entre la entrada a la arena y los vestidores me encontré con «beto» que venia con un vaso en la mano, se quedo parado a medio pasillo como señal de que me daría paso a mi primero, al estar frente a el me puse de perfil para que pasáramos los dos, me tomo de la cintura y me dijo «con cuidado», sentí un ligero rozón en mi, seguro era su bulto, que mas podía ser, lo miré y mientras le miraba el pecho y mojaba mis labios le dije «gracias» y camine al baño, cuando estaba de vuelta lo vi parado en el quicio de la entrada a las gradas, me miro y con la mirada nos dijimos todo, me seguí de corrido hacia el área del estacionamiento de actores que estaba en la parte de atrás y obviamente no había nadie.

Al llegar a mi camioneta, tengo una voyager me subí y traté de calmar mi excitación al ver a aquel hombre, puse el aire acondicionado y recosté un poco mi asiento para respirar y tratar de concentrarme y recuperar la cordura.

Cual fue mi sorpresa que al incorporar mi asiento estaba «beto» sentado en la cajuela del auto que estaba enfrente de mi camioneta, sin dudarlo le abr la puerta y subió conmigo mientras yo me pasaba al asiento trasero, quienes conocen estas camionetas son amplias y casi todas tienen vidrios polarizados, la MIA es de esas, el se subió, y de inmediato se paso al asiento de atrás, me miró y me dijo «desde que te vi supe lo que tenia que hacer contigo» y sin mas ni mas empezamos un juego de besos, entrelazando nuestras lenguas y moviendo nuestras manos hábilmente para semidesnudarnos los dos, el me saco el suéter delicadamente y mirando mis senos por encima del brasiere me dijo «son los mas lindos que he visto» entre besos me quito el sostén y los tomo entre sus manos, mientras con sus dedos apretaba mis pezones los cuales ya estaban duros, recorrió los dos senos con su lengua mientras sus manos desabrochaban mi jean y me masajeaban las nalgas, yo estaba ida, no sabia si estaba viviendo una realidad y era un sueño, yo acariciaba su cabello y le quitaba la camisa como el me daba oportunidad de moverme pues el hacia lo suyo y lo hacia muy bien.

Finalmente me quito el pantalón y me estuvo acariciando por encima de mi tanga, yo lo tenia casi semi desnudo, lo acomode en el asiento y le desabroché el pantalón, podía oler aquella verga… era un olor muy extraño, pero que me hacia quitar con desesperación el pantalón y bajarlo, cuando estaba en el suelo le acaricié el bulto por encima de los bóxers los cuales tenían una mancha de liquido preseminal aquella verga se sentía dura, parecía que rompería la tela, el con la voz entre cortada me dijo «sácamela» mientras sus manos jugaban con mi cabello, yo lo mire y me incorpore y le dije «no… ahora no, primero vamos a jugar un poquito» me senté en horcajadas sobre su pene y sin quitarme la tanta empecé a moverme en círculos lentos sobre el, el me decía «mamita… no seas cruel, mira como la tengo», mientras se comía mis Tetis como niño que no ha sido amamantado en semanas.

Me hinqué frente a el y saque su pene del bóxers… ¡Dios mío! Me lo imaginaba grande pero no imagine que tanto, fácil media unos 23 cms, lo tome en la mano y lo sentía palpitar el gemía y ponía los ojos en blanco pidiéndome que se la chupara, yo la tome y sujetándola bien pase mis tetas por encima de ella, al pasarla sentí un chorrito de liquido seminal en mis tetas cosa que me puso a mil, así que lo tome y con la punta de mi lengua le acaricie la cabecita eso lo puso muy mal porque brincó y dio un gemido muy fuerte, viendo estoy repetí la dosis, a lo que me dijo «Si!!!» y empecé a amarle despacito la pura cabeza si meter mas allá el acariciaba mi cabello con desesperación y me decía «mécetelo todo mamita» pero me divertía el juego de verlo sufrir entre tanta excitación.

Mientras chupaba su cabecita por cierto de un sabor muy rico, mis manos jugaban con sus huevos los cuales estaban que explotaban, poco a poco lo metí mas, pausadamente hasta que llegue a un momento en que tenia toda su verga, bueno lo que me cabía dentro de la boca, comencé a mamarlo, mientras aquella verga se ponía mas y mas dura cada vez.

Me tomo de los hombros y me sentó junto a el besándome y acariciándome los pechos mientras con la otra mano astutamente iba bajando mi tanga la cual estaba super húmeda, me acostó en el asiento y se acostó sobre mi, pero sin penetrarme, solo sentía su verga entre mis piernas, dura y tibia que se contoneaba con mi sexo, empezó a besarme el cuello a bajar por mis senos en donde se detuvo un rato y luego empezó a besar mi estomago, metió la lengua en mi ombligo y bajo a mi pelvis, ahí se detuvo y empezó a darme lengüetazos por encima de mis labios vaginales, después con sus dedos abrió paso para meter su lengua, la cual se sentía suave y húmeda, empezó a comerme y a acariciarme el clítoris con sus dedos, después sus manos recorrían mis nalgas y yo me movía y me aferraba a el con mis piernas, hasta que no pude mas y estallé en mi primer orgasmo, el cual el absorbió y disfrutó tanto como yo, se levanto y se sentó en el asiento, me tomo y me hizo montarme de nuevo en horcajadas, apunto su verga a la entrada de mi vagina y mientras me miraba a los ojos de forma cachonda, me fue penetrando despacio, hasta que tuve todo aquel monstruo erecto dentro de mi, ahí permanecí unos instantes, acostumbrando a mi cuerpo a ese tremendo pedazo de carne, mientras el me acariciaba los senos y me besaba en la boca y el cuello.

En pocos segundos mi cuerpo ya estaba listo, así que empecé el sube y baja, sentía como me desgarraba y me quemaba las paredes aquella verga tan rica y tan grande yo gemía en una mezcla de dolor que se transformó en placer y excitación, no podía creer que tuviera todo aquello dentro, podía sentirlo, mientras yo subía y bajaba el tomaba mis nalgas las cuales apretaba y me ayudaba a bajar y subir, mordiéndome los pezones y lamiéndome los senos, eso hizo llegar mi segundo orgasmo, el cual al llegar grité y me aferré a sus hombros, el se detuvo y me saco la verga, para acostarme boca arriba y montarme ahora el a mí, entro de un solo golpe, sus movimientos hacían que mis tetas se movieran de un lado a otro, yo no podía hacer mas que asirme a el con mis piernas entrelazadas sobre sus nalgas, arañarle la espalda y besarlo en cada oportunidad, cuando sus movimientos empezaron a ser mas rápidos, tuve certeza de que tendría un orgasmo, así que para hacerlo mas placentero apreté mi vagina lo mas que pude, el lo sintió y mirándome me dijo «mi amor… que rico aprietas… no me aflojes mamita, quiero acabar dentro de ti» a lo que yo asentí con un beso de pronto, un grito salió de su boca, levanto la cabeza y arqueando la espalda, se arremetió mas hacia mi, como si quisiera meterme los testículos, había tenido un orgasmo, sus manos se agarraron de mis senos y las mías de su cintura, yo apreté mas para ordeñar aquella verga que me había dado tanto placer, sentí inmediatamente una inundación de semen caliente que Coria por dentro y salía de mis cavidades, aquello era interminable pues no dejaban de salir chorros y chorros, el gemía y se contoneaba.

Al terminar finalmente de sacar toda aquella ricura, le pedí que no sacara su verga de mi, ya la sentía flácida pero le dije que no lo sacara, que de eso me encargaría yo, el me obedeció y se dejó caer sobre mi, entonces yo empecé un movimiento de cadera lento y suave en círculos, que poco a poco fueran haciendo que su verga saliera despacito de mi, el solo jadeaba y me decía «mamita que rico…. jamás le habían dado a mi verga un masaje de esa forma», estaba tan cansado que solo me acariciaba las nalgas y me recorría lentamente con sus manos, finalmente salió su verga y se quedó postrado sobre mi un rato mas, cuando nos dimos cuenta que ya iba a ser hora de que terminara el concierto, nos estuvimos besando largo rato, y ahí me contó parte de su vida y yo de la mía, al termino de un rato nos vestimos y salimos de la camioneta, llegamos a la parte donde estaban tanto mi amigo como el resto del grupo de el, antes de entrar me dio un beso y me tomo de la mano, la cual no me soltó aun cuando la gente nos miraba de forma sorprendidos.

De regreso a mi casa nos despedimos con un beso y mas tarde hablamos cuatro horas por teléfono, todo parece indicar que aquí empieza un nuevo romance que no se que me traiga consigo pero el principio fue maravilloso.