De rivales a amantes IV
Que tal? Ahora si tenia mucho que no sabían de mí?
—En realidad no tenía de que escribir… toda la inspiración se me fue, cuando después de una situación, con nina mi chica, tuve el tino de prometerle no volver a tener relaciones hasta casarnos; Inicialmente yo buscaba que nuestros encuentros fueran mas seguidos y de mediana intensidad.
Jaja. Creo que me salió todo mal, lo único que logre fue que cada que lo propusiera, pensara mal de mí y cuando accedía más esporádico que antes, fuera de baja intensidad, por lo que nos fuimos alejando cada vez mas, respecto a intimidad se refería. Cada vez que yo trataba este tema ella se deprimía bueno parecíamos rivales mas que amantes.
Un día de esta semana quede que la llevaría a la escuela, así que pase temprano a su casa, en esa ocasión su mama había salido al super por lo que estaría y estuvo sola toda la mañana.
Cuando llegue estaba desayunando así que pase a esperarla, lucía un pantalón de mesclilla con botones en lugar de cierre, sandalias y una blusa corta; se veía radiante. Espere a que terminara para sentarme en la sala en lo que lavaba los trastos.
Creo que eran muchos, ya había tardado demasiado, así que lentamente me dirigí a la cocina con un pedazo de sandia que había quedado, y sin que se diera cuenta, lo introduje a su boca, le lastime los dientes, sentí su lengua entre mis dedos.
Cuando voltio…
-así que te he lastimado los dedos- jaja te lo mereces hiciste que mordiera mi lengua anda vete a sentar a la sala que ya voy –
Cuando la vi entrar a la sala, aun tenía sandia en la comisura de sus labios me levante a limpiarla, en ese momento hubo un silencio eterno poco a poco recorrí su cara con la mirada, pero no podía mirarla a los ojos, no sé que me pasaba tantas veces habíamos estado solos y nunca me había sentido así, supongo era la situación, creo que ella también evadía el verme o hablarme…
Despacio nuestros labios comenzaron a acercarce, sin mirarnos nos dimos un beso lento, apasionado juntamos nuestros cuerpos, la tensión subía al igual que el beso, la tome de la nuca acariciando su hermoso cabello, rodeando su cintura la apreté mientras ella recorría mi espalda con sus delicadas manos, nuestras lenguas apenas comenzaban a juntarse…
y sonó el teléfono – ring ring- ambos dimos un gran brinco, tardamos en reaccionar, corrió al teléfono…
-era mama llegara mas tarde me dejo dinero en la televisión
Tome un respiro… Y me lance a ella con todo el temor de ser rechazado como tantas veces había sucedido, en esta ocasión nina estaba correspondiendo mis besos que se volvían mas apasionados y veloces, la excitación del beso anterior, nos evitaba él separarnos, no queríamos que terminara. Mis manos parecían incontrolables; estrujaba sus cabellos, recorría su espalda, la apretaba hacia mí, hice repetidamente esto mientras poco a poco bajaban mas mis manos hasta tomar su hermoso trasero perfecto. Pellizcaba sus nalgas con fuerza mientras las traía asia mi no sabría hasta donde llegar.
Mientras besaba su cuello metía mis manos bajo su blusa… que levante de atrás, mientras nina me ayudaba alzando los brazos… tenia como ropa interior, un top color negro, que remarcaban sus redondos senos. Bajaba mis labios por todo su cuello hasta donde me permitía la ropa.
Subí a la cara lamiendo todo su cuello. Le di un beso mientras acariciaba su pecho, como si fuera la primera vez que lo hacia. Subiendo solo un poco el top descendí a besar cada uno de sus pezones, redondos, chiquitos, sencillamente hermosos, seguí descendiendo hasta meter mi lengua a su ombligo, lamí una sola vez y desabroché el primer botón, puse una mano en su rodilla, subiendo por el interior de su pierna, despacio, disfrutando cada centímetro cuadrado de su silueta, observando cada gesto, llegue hasta el fin, con esto desabroche otro botón, irónicamente, parecía que no traía nada mas que el pantalón, no había ningún indicio mas de tela.
Subí mis manos por sus costados, recorriendo esa hermosa curva que forma su cadera y cintura, jugueteando con mis dedos, ansiosos de llegar a su pecho y apretarlos cono arcilla en mis manos; en esta posición, con los brazos arriba me saco la playera, la arrojaría al suelo mientras desabrochaba el tercer botón.
No había duda, no existía otro obstáculo mas que el pantalón, no veía indicio alguno de tela, no pude esperar mas me puse de pie y le di vuelta contra la pared, recorriendo su cintura llegue hasta el cuarto botón, el ultimo para poder retirar el pantalón, lo fui bajando, disfrutando de lo que tocaba con mis dedos.
Ho que sorpresa me lleve cuando encontré el calzoncillo, más diminuto que había visto, solo dos triángulos de tela unidos lateralmente por una tirita, con esto solo arrojaron el pantalón tan rápido como pude, cargue a mi hermosa Nina, sus piernas rodeaban mi cuerpo y sus besos mi alma, me recargue en el brazo del sillón, besando todo lo que podía, espere este momento durante tanto tiempo que no sabia que hacer. Me ayudaba quitando el top… sus pechos brincaron de inmediato, como si estuviesen pidiendo ser liberados desde tiempo atrás tome cada uno con mis manos y bese sus pezones; Primero muy despacio saboreando su jugo, analizando su textura y conforme los segundos pasaban, incrementaba el ritmo hasta parecer un lactante… ella me decía que su bebe hacia mucho que no comía, que disfrutara por todo lo que su mami lo había tenido castigado, creo estar perdiendo practica… Cuando me canse nos pusimos de pie, y de forma muy sensual comenzó a desabrochar mi pantalón.
Yo me sentía reventar, desabrocho el botón solo con dos dedos y al final el sierre wow. Me tomo de una nalga con su mano y con la otra se llevo el sipper a la boca, que imagen en verdad se me grabo en la cabeza me apretó con ambas manos, y moviendo su cuerpo en forma cadenciosa, fue bajando los dientes, con esto el pantalón solo necesitó de la gravedad para terminar de hacer su trabajo.
Era tal mi erección, que sin pedirlo mi pene se asomaba del boxer, solo miro hacia arriba y quito lo único que yo tenia puesto. En ese momento no sabia que pensar ella nunca me había echo sexo oral y dudaba que lo hiciera. Tomo el pene con una mano y las bolas con la otra, masajeando poco a poco y muy despacio, serré los ojos y me tome de la pared las piernas se me estaban doblando, de pronto sentí húmedo alrededor.
Ya se lo había insertado en la boca, metiendo y sacando todo mientras jugaba con mis bolas, esto hizo que me sentara en el suelo y que ella se acostara, nunca había sentido esto y ella no sabia como hacerlo, así que fue muy extraño subió por mi abdomen, besando mi estomago mi pecho mi cuello hasta mis labios.
-Ahora te toca a ti-
Sin levantarme la senté entre mis piernas, con mi mano izquierda tome su pecho con la derecha fui descendiendo hasta llegar a las dos tiritas, metiendo mi mano, despacio comencé a acariciar todo lo que sentía, que gran sorpresa encontrar que estaba tan húmeda, con cada caricia ella se retorcía tomándome de mi cuello me imploraba que no me detuviera, introduje un dedo en su cavidad con movimientos circulares, hacia que gozara cada vez más acariciando la parte interna de sí.
Le arrancaba un gemido con cada movimiento, por mas leve que fuera, me lleve los dedos a la boca, para después volver a entrar con mas fuerza, esta vez metí dos en la primera envestida, sin preguntar nada los saque y los metí tan rápido como puede, ella se arqueo y empezó a gritar, a jadear como nunca la había visto, de pronto hubo un silencio espasmódico con el que tomo fuerza para gritar, expulsar aire así como un orgasmo intenso que la dejo perpleja durante unos minutos.
Se sentó al sillón supuse que para descansar así que me senté a lado, yo no quería quedarme así, por lo que comencé a masturbarme, al ver esto ella tomo mi miembro, hizo que me parara, lo llevo hasta la entrada de su vagina, y lo fue metiendo poco a poco hasta empezar con un ritmo de vaivén, con el que podía verla de frente, besara mientras estabamos unidos, en unos minutos ella comenzó a morderme la orejas y arañar mi espalda, su cuerpo se movía como si
tuviera una convulsión, parecía que yo estaba apunto de acabar al mismo tiempo que ella por segunda vez, pero si me retiraba todo se arruinaría, ella me apretó con mucha fuerza…
-Quiero que termines dentro de mi haslo ya-
En ese momento comenzó a salir de ella un liquido, la tan preciada lluvia de oro, esto elevo mi temperatura, acabando en ese momento pero no me quería salir, de pronto nuestros líquidos comenzaron a salir mezclados, yo aun chorreaba.
Nos separamos y abrasamos en el sillón, estuvimos hablando un rato sobre lo que nos pasaba. Cuando maldita sea mi suerte, su mama entro a la casa los dos volamos; yo al baño recogiendo lo que encontré y ella a su cuarto.
Es día el deje en la escuela, su mama no se dio cuenta de nada se quedo en la cocina con la despensa. Ahora creo que estamos mejor en nuestra relación. De ese día me quedó un grato recuerdo. Ah y esas braguitas, que piensa e deben de estar en la sala aun. Algún día se las devolveré.