Conociendo Bogotá, voy a una sala gay
Me llamo Miguel ángel, soy gay, aunque en mi familia no saben nada de mis gustos sexuales, o al menos eso creo. Estando de visita en Bogotá, acudí a una sala gay, donde además de sauna, cuarto oscuro, etc. Aquel día había un espectáculo de estriptis, del que fui algo más que un simple espectador.
Era una tarde fría, me encontraba de visita en Bogotá en casa de unos familiares.
El deseo de tener sexo no dejaba de rondarme la cabeza. Donde yo vivía al ser una ciudad pequeña no Había muchas oportunidades, así que estando de visita en Bogotá, iba a aprovechar la ocasión.
No conocía la ciudad, pero me hice mis mañas para buscar un sitio gay donde ir y darles rienda suelta a mis fantasías. Encontré por internet un sitio de sala de vídeos desnudos, esa tarde promocionaban un espectáculo de estriptis, dentro de mi cabeza me rondaba la forma de como evadir las invitaciones a conocer la ciudad con la familia.
Se me ocurrió decir que iba a encontrarme con unos amigos que había hecho por Facebook y que nuestro sitio de encuentro era en el centro de la ciudad, que ya antes de venir, había quedado con ellos.
Eran como las 4 de la tarde cuando decidí salir a tan esperado sitio gay, disculpándome ante mis familiares, diciéndoles que iba al encuentro de los supuestos amigos que había hecho por Facebook.
Cuando llegué a dicha sala, al entrar me indicaron como era el lugar, luego me dieron una llave donde ubicar mis pertenencias en una taquilla.
Ya desnudo me dirigí al interior, recorría todos los espacios, cuarto oscuro, baños, sauna, etc.
Por todos lados se escuchaban gemidos de placer de gente follando y esto me excitaba cada vez más. Tenía ganas de sexo y había ido allí para aprovechar aquella ocasión que se me presentaba, y no la iba a desaprovechar.
Encontré una sala pequeña donde había un sofá y me recosté por un momento, estaba excitado y algo nervioso. Cerré los ojos y al momento sentí que alguien me acariciaba con sus manos, iba recorriendo con ellas mi pecho y así fue deslizándolas por todo mi cuerpo.
Al abrir los ojos solo podía ver la silueta de un hombre fornido, se le podía ver bastante grande y musculoso. Yo inmediatamente respondí a sus caricias tocando su verga, la agarré con mis manos acariciándola. La verga era de buen tamaño, era larga y suave, se notaba bien dura.
Acariciaba con mi mano todo lo largo de su pene, disfrutando de ella, notando lo suave y caliente que se notaba.
El hombre viendo cómo me quedaba ensimismado acariciando su verga, se acercó más a mi llevando su verga hacia mi cara.
Comprendí que quería una mamada. No me hice de rogar, yo también lo estaba deseando, a eso había acudido allí, tenía hambre de verga, así que sin decirnos nada, mientras le miraba a los ojos, acerqué mi cara a aquella polla que acariciaba con mis manos, saqué la lengua empezando a pasarla por la cabeza, degustando el precumen que se asomaba por ella. Nada más pasar la punta de mi lengua por ella, aquel macho se estremeció a la vez que empujaba su pelvis tratando de meterme su verga en mi boca.
Sin decir nada, dejé que sujetara mi cabeza con sus manos y abriendo la boca, empecé a tragarme la verga de mi primer macho en aquella sala a la que había acudido en mi visita a Bogotá.
El silencio era lo que reinaba, no nos habíamos dicho nada, no había hecho falta. Solo se escuchaban los sonidos guturales de mi garganta al tragarme aquella verga mientras me follaba la boca.
Yo aferrado a sus caderas abría todo lo que podía la boca, solo me daba tiempo para respirar y pasar saliva.
Después de unos 10 minutos en los que me estuvo follando la boca y acariciando la cara mientras yo le mamaba la verga, me la sacó de la boca empezando a acariciarme la cara mientras iba deslizando sus manos por mi cuello.
Se paró en mis tetillas pellizcando mis excitados y duros pezones, siguiendo luego recorriendo mi abdomen.
Mi primer macho quería más, no se conformaba con mi boca, ahora iba en busca de algo más preciado, ahora buscaba mi culo.
Bajó sus manos hasta mi pelvis, acarició mi polla y huevos, viendo lo excitado y caliente que yo estaba, me hizo abrir las piernas mientras con sus dedos buscaba mi hoyito.
Una vez palpó la entrada de mi agujero, mojando uno de sus dedos con saliva me lo introdujo por el culo. Yo al notar entrar su dedo por mi culo me estremecí a la vez que suspiraba sujetándome con mis manos al brazo con el que él estaba empezando a abrir el tesoro más preciado, que no era otra cosa que mi culo.
¡Ohhh! Suspiré notando como su dedo se iba introduciendo por mí, ¡ooohhh ohhh! Suspiré más fuerte cuando consiguió meter un segundo dedo. Viendo que yo no decía nada y no me oponía a lo que me estaba haciendo, siguió introduciéndome sus dedos haciendo que mi esfínter se fuese dilatando.
Yo ya gimoteaba como una puta, me retorcía y gemía de gusto dejando que aquel macho me fuera introduciendo sus dedos por el culo, mientras yo con mis manos no dejaba de acariciarle la polla con la que en muy poco tiempo me iba a hacer suyo.
Por fin rompió el silencio hablándome por primera vez.
Me preguntó acercándose a la oreja, ¿La quieres?
Yo sin esperar más le dije que sí. Claro que la quería, estaba que moría de deseos por sentir aquella verga dentro mía.
Sujetándome por las piernas las llevó a sus hombros y luego de colocar la punta de su verga sobre mi caliente y desesperado agujerito, se fue recostando sobre mí, a la vez que aquella verga me iba abriendo el ya dilatado y caliente culo.
¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía notando como su verga se iba introduciendo por mi culo. Cuando ya la tuvo toda dentro, notando como su pelvis y huevos chocaban con la entrada de mi ano, el macho que me estaba haciendo suyo, empezó con el mete y saca.
Primero fue lento, luego cuando fue cogiendo ritmo, sus embestidas empezaron a ser más rápidas y profundas, haciéndome chillar y gemir como una puta en celo
¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gimoteaba pidiéndole más. Así así, fóllame, fóllame.
Mis gritos y gemidos atrajeron a otro hombre que al ver como me estaban follando, se acercó a nosotros poniendo su polla sobre mi cara, que nada más verla, sujetándola con mi mano la llevé a mi boca, empezando a mamarla.
Dios que gusto me estaban dando aquellos 2 machos, uno me taladraba el culo y el otro acallaba mis gemidos metiéndome su verga en la boca, a la vez que entre ambos se comían la boca. Ver como se besaban y comían la boca uno al otro mientras me estaban follando, me hacía poner aún más caliente, el ver aquello me excitaba, me estaban utilizando mientras ambos se comían la boca.
Sin mediar palabra, ambos se intercambiaron, el que me estaba dando por el culo dejó su puesto al que le chupaba la polla, pasando este a metérmela por el culo y el otro a follarme de nuevo la boca.
Después de las primeras culeadas, el que me daba por el culo me pidió que mejor me colocara a 4 patas, cosa que hicimos al momento, volviéndome a ensartar la polla con suma facilidad.
Ahora sí, ahora el que me daba por el culo me estaba follando salvajemente, eran tan fuertes las culeadas que me daba, que hasta me hacía atragantar con la verga del primer macho.
Gracias que poco duró el que me estaba dando por el culo, enseguida empezó a gritar que se corría.
Me vengo, me vengo, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gritaba soltando varios trallazos de semen en lo más profundo de mis entrañas.
Nada más terminar de correrse dentro mía, sacó su verga de mi culo, dejando que ahora fuera mi primer macho el que volviera a ocupar su lugar.
Nada más colocarse detrás mía, este volvió a introducirme su verga por el culo, ahora bien, abierto, húmedo y lubricado con el esperma del otro macho.
Esta polla de mi primer macho me gustaba más, la notaba más grande y gorda, esta verga me hacía gemir y chillar más. se recostó poniéndose cómodo y viendo como el otro macho nos miraba con mucho morbo, empezó a culearme bien profundo y a buen ritmo.
Se podía escuchar mis gemidos y el plaf, plaf plaf plaf, del sonido que producía su pelvis al chocar con mi culo.
Así estuvimos aún un buen rato, hasta que de pronto empecé a notar como sus embestidas eran más rápidas y como su verga se hinchaba empezando a llenar mi culo con su leche.
Me corro, me corro, gritaba sujetándome fuertemente por las caderas, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gemía aferrado a mis caderas mientras me dejaba preñado con su semen.
Una vez terminó de eyacular dentro mía, recostándose sobre mi espalda, empezó a acariciar y besar mientras su verga iba poco a poco saliendo de mi caliente y abierto culo.
Luego de que estos 2 machos me follaran, caliente como estaba, fui a recorrer un poco las salas. Buscaba alguien que quisiera seguir follándome, estaba muy caliente y ahora temía el culo bien dilatado y lubricado, era como una perra en celo en busca de un macho que la montara.
Me paseaba por las distintas salas buscando y ofreciéndome como una perra en celo, todavía faltaba tiempo para que comenzara el espectáculo de estriptis, el cual no quería perderme, cuando entrando a mear, veo un hombre maduro que al ver como meaba, pude verle la polla que se gastaba, ufff, aquella verga era de muy buen tamaño, se veía que aun flácida como la tenía mientras meaba, era una polla bien larga y de buen calibre.
Sin perder tiempo, cuando esté terminó de mear, le hice señas para que me siguiera hasta un cuarto oscuro que había, consiguiendo que aquel maduro se fijase en mí, y viniese tras mía al cuarto oscuro.
Nada más entrar detrás mía, ya pude observar que su polla se estaba poniendo morcillona. Sin perder tiempo, me agaché llevando aquella rica verga que ya se estaba empezando a poner parada, a mi boca, empezando a chuparla como si me fuese la vida en ello.
El maduro al ver como me aferraba a su polla, notando como mi boca succionaba su gordo glande, empezó a gemir, viendo como yo me tragaba todo aquel enorme cipote.
¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Gemía agarrándome por el pelo mientras me tragaba aquel cipote.
Luego de un rato donde le estuve chupando a fondo la polla, con la mano le pasé un condón, quería que me follara. Al ver que lo que quería era que me follara, me preguntó:
¿Quieres que te folle, putita?
Siií, le contesté con voz afeminada y ardiendo en deseos porque me diera rabo por el culo.
Viendo lo caliente que yo estaba, me hizo poner de pie, metió 2 de sus dedos en mi boca haciendo que se los chupara, llevándolos luego a mi agujero y empezando a meterlos dentro de mi culo a la vez que me iba diciendo que me iba a dar una follada que me iba a dejar bien abierto el culo.
No le costó nada que se introdujera en mí, pudiendo comprobar que no hacía mucho que me acababan de follar.
Pero si esta perra ya está culeada, dijo al ver como mi culo tragaba sus dedos.
¿Ya te culearon eh perra?
Siií, contesté notando como introducía sus dedos por mi culo, haciendo que mi esfínter se fuese abriendo cada vez más.
Pues te voy a dar verga, zorrita, esta tarde te voy a partir el culo, me decía colocándome contra la pared a la vez que sujetándome con sus manos por las caderas, dejaba mi culo dispuesto para ser penetrado.
Me hizo inclinar un poco y haciendo que abriera mis piernas, colocó su polla en la entrada de mi agujero, y de una estocada, introdujo su verga en mí.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí al notar como entraba todo su mástil por mi culo, quedando pegada su pelvis a los cachetes de mi culo, y sus huevos pegados a la entrada de mi ano.
Teniéndome así ensartado en su polla, tiró de mis caderas hacia él a la vez que impulsaba su pelvis, haciendo que su verga llegase a lo más hondo de mis entrañas.
Así maricón así, ya la tienes toda dentro, ahora vas a ver como te parto el culo, vas a ser mi zorrita esta tarde, te voy a dar una follada que vas a recordar toda tu vida, puta.
Y sin más dilataciones, empezó con un mete y saca cada vez a mayor ritmo. Me sujetaba por las caderas culeándome con todas sus ganas.
La follada que me estaba dando, era una follada salvaje, no tenía compasión, introducía una y otra vez su polla en lo más profundo de mis entrañas, pudiéndose escuchar el ruido de su pelvis golpeando mi culo, plof, plof plof plof, plof, plof plof plof, junto a mis gemidos, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Gimoteaba yo notando como aquella verga de aquel macho me hacía suyo.
Él no dejaba de llamarme de todo, puta, zorra, maricón, mientras me culeaba salvajemente haciéndome suyo. Me decía que yo era su puta que me iba a dar la follada de mi vida.
¿Te gusta maricón, te gusta la polla eh? Me decía viendo como yo me retorcía y gemía de gusto.
A él, ver como gimoteaba y le pedía que me follara, le encendía más, hasta que de pronto empezó a gritar que se corría.
¡Ohhh maricón, me corro! Me corro, me corro, gritaba empezando a eyacular, soltando toda su corrida dentro del condón.
Cuando terminó de eyacular, pegándose a mi espalda, apoyo su cabeza sobre mi hombro, a la vez que yo temblando de placer, giraba mi cabeza dejando que empezara a besar. Mordía mi labio inferior a la vez que me iba comiendo a besos. Los 2 habíamos disfrutado, el haciéndome suyo y yo recibiendo una follada espectacular.
Cuando su polla salió por si sola de mi culo, quitándose el condón, lo depositó en una papelera nada más salir del cuarto oscuro, perdiéndose de vista entre la gente que había, ya se escuchaba la música que daba comienzo al espectáculo.
Al escuchar que anunciaban al artista que aquella tarde noche iba a realizar el estriptis, me acerqué a ver el espectáculo, viendo que el que iba a realizar el estriptis era un moreno claro con cuerpo bien trabajado en el gimnasio, espalda ancha, buenos pectorales, piernas gruesas, nalgas duras y paradas, ufff era un adonis.
Los asistentes estábamos acomodados en sillas alrededor de la sala expectantes y embobados viendo semejante semental. Empezó con el baile sensual, con movimientos sexis, moviendo su cintura y todo el cuerpo, poco a poco se fue quitando las prendas dando ronda por toda la sala insinuándose a los asistentes.
Cuando llegó donde me encontraba no dudé en tocarle el bulto que se le marcaba con su tanga de color amarillo la cual pronto se la quitó quedando completamente desnudo, ufff… wow… se escuchaba en la sala que verga se mandaba este semental, se pajeaba con el ánimo que su verga lograra toda su excitación.
A medida que daba ronda por la sala algunos no dudábamos en cogerle su verga, gruesa y venosa para pegarle una buena mamada, todos nos saboreábamos por tenerla en el culo pero que dolor… solo imaginar una verga de aquellas dimensiones dentro del culo, el ambiente se tornaba cada vez más excitante.
Entramos en confianza y ya descaradamente este adonis se paseaba y rozaba su culo en la verga de los asistentes que ya estaban excitados por tan semejante espectáculo. A otros les ponía su verga para que se la mamara.
El animador y dueño del sitio preguntaba quien quería dejarse clavar en público por el artista que realizaba el estriptis.
Obvio que nadie respondía, era una verga descomunal, ya estaba dura como el acero, su grosor era como la muñeca de mi mano.
Solo se escuchaba un susurro que decía:
Póngase usted…
No yo no aguanto…
Hágale no le dé miedo…
Por un momento pensé ¿será que yo aguanto…?
y sin pensarlo más dije yo quiero, levantándome de la silla.
El semental se acercó a mí, me tomó de la mano, los asistentes aplaudían al ver mi atrevimiento al ser
el voluntario.
En la mitad de la sala había un banco de esos que utilizan para gimnasia, pero más bajito, el semental me dijo que me sentara y que se la mamara, abrí la boca, aunque el hacía presión para que la tragara no podía por el buen tamaño de verga, los asistentes me animaban a que me la tragara toda pero fue imposible, pronto me dijo que me pusiera en cuatro; al ritmo de la música y moviendo sus caderas, el que realizaba el estriptis se va colocando el condón y animaba a los asistentes insinuando que hicieran palmas y gritos; veía su cara de malo saboreando los labios con su lengua, con una sonrisa pícara como insinuando el gusto que se va a dar; Comenzó por dilatar mi culo con lubricante metiendo un dedo, luego dos hasta dejarme bien dilatado.
Suavemente lubricó su verga en toda su extensión; cuando estaba bien parada empezó a puntear mi culo con su verga, los asistentes estaban bien animados con el espectáculo que iban a presenciar.
Poco a poco su mástil abría camino por mi culo, ¡ayyyy! Me dueleeee, sáquemela, no aguantooo, exclamé con un gran grito.
A lo que respondió:
¿Esto era lo que querías no?
No te la voy a sacar, vamos a hacer el show entre los dos y vamos a divertir a todos los asistentes con la follada que te voy a dar.
Sus movimientos eran lentos pero seguros, con cada uno su verga se perdía en mis entrañas, por un momento coloqué mi mano en su pelvis para evitar que me siguiera enculando, pero él con un movimiento brusco me la quitaba y me respondía con una nalgada, solo decía:
Relájate y afloja el culo que toda mi verga va a ser tuya. Ya casi entra toda ya va por la mitad.
Las lágrimas salían de mis ojos involuntariamente, los asistentes seguían animando el show con palmas y arengas, esto hacía que mi macho enterrara su verga con más ahínco dentro de mi culo.
Ya casi entra toda nena, me decía él.
Sus ritmos lascivos se aceleraban al ritmo de la música, mi culo ya estaba bien dilatado y se acostumbraba a tener semejante verga en las entrañas, mi macho de turno ya con toda su verga dentro de mí, empezó a taladrarme a ritmo acelerado, parecía un toro salvaje preñando a su vaca, su verga entraba y salía de mi culo ligeramente, mi macho estaba encantado follándome, pronto me hizo cambiar de posición; acostado boca arriba y con las piernas abiertas con la ayuda de dos asistentes me penetró nuevamente y de una enterró su verga en mi culo de tal manera que me hizo dar otro grito, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh ohhh! Silencio perra que a ti te gusta mi verga y la vas a disfrutar en vista de todos los asistentes.
Ellos seguían animando el espectáculo, mi macho ya relajado, colocaba sus manos en su cuello como señal de que estaba disfrutando de una buena cogida, los movimientos de sus caderas eran rítmicos al son de la música, a veces circulares y otras veces me clavaba con fuerza de tal manera que su verga llegaba hasta lo más profundo de mi culo.
En estos momentos yo disfrutaba de la follada que me estaba dando este semental, gimoteaba a la vez que abría los ojos como platos.
Pronto me cogió de la cintura, hizo que me colgara de su cuello y enculado aún, me paseaba por toda la sala a la vista de todos los asistentes.
Al ritmo de la música yo cabalgaba en su verga, de tal forma que su verga entraba y salía con facilidad. Qué espectáculo estábamos dando. Me convertí en la perra
de la tarde; los que me habían follado antes, decían quién es esta putita que se come hasta la trompa de un elefante…
Después de pasearnos por toda la sala me recostó nuevamente en el banco y con las piernas en sus hombros empezó a enterrarme su polla con más fuerza y a un ritmo acelerado, por su excitación estaba a punto de correrse. En ese momento yo pedía más verga, papi dame, dame más, dame más verga…
Estas palabras hicieron que sacara toda su hombría y me extasiara de este gran momento.
Me corrooo, me corrooo, maricaaaa, ya yaaa…
Con mis manos ajustaba su pelvis hacia mí para que no la fuera a sacar y se complaciera entregando todo su semen en mi culo tragón, dejándome bien abierto y preñado.
Ufff, resoplaba él, mientras susurraba, he terminado exhausto, este marica me sacó la leche y que follada que le he dado. Su ya flácida verga fue saliendo de dentro de mi culo, el condón estaba manchado de sangre y fluidos, se lo quité ¡ufff! qué peso era el que tenía… Lo de semental resultó ser cierto, toda su leche ahí acumulada fue un bálsamo esparcido por todo mi cuerpo.
¡Un aplausooo…! se escuchó en la sala.
En esos momentos fue cuando me di cuenta de lo que acababa de hacer, me había apuntado voluntario para dejar ser follado en directo, delante de todos los que estaban presenciando el espectáculo de estriptis, ufff, un escalofrío recorría todo mi cuerpo, que vergüenza, pero que follada más espectacular acababan de darme.
Este es un relato que me envió miguel Ángel soto en el mes de enero, lo tenía traspapelado, pero revisando me di cuenta de este, y luego de reescribirlo, aquí lo tenéis para su lectura, espero que os guste y podáis disfrutar del mismo.