Capítulo 4
- Desde mis principios I
- Desde mis principios II
- Desde mis principios III
- Desde mis principios IV
Desde mis principios IV
Para cuando lo que voy a contar ocurrió yo ya había dejado de plantearme si mi madre sufriría o no, ya que ni mi hermano ni mi padre parecían estar muy afectados por el tema.
Mi hermana volvía a pernoctar fuera de casa, solo que en esta ocasión no iba nadie de la familia con ella.
Aquella noche después de cenar yo estaba en mi cama y mi hermano acababa de llegar de la calle, estaba quitándose la ropa cuando mi padre entro en el cuarto y nos dijo que tenia una sorpresa para nosotros mejor que las pelis que solíamos ver a solas.
Yo le pregunte que de que se trataba y él me dijo que tendríamos una función de sexo en vivo para nosotros solos.
Te lo agradezco enormemente papá, pero esta noche no tengo ganas de salir otra vez- dijo Pablo mientras que se desvestía.
No será necesario salir, esperad un poco y ahora venís a mi dormitorio.
Salió rápidamente del cuarto, y yo y mi hermano nos miramos intrigados. Entonces oímos unos ruidos en el salón y bajamos en calzoncillos que era como estábamos para ver que era.
Cuando llegamos no dábamos crédito a lo que veíamos, mis padres habían separado los butacones desplazándolos y dejando un amplio sitio en el suelo, sobre la alfombra, frente a la chimenea.
Allí estaban ellos tumbados y pegándose el lote.
Mi madre llevaba uno de esos camisones cortos y transparentes y mi padre estaba desnudo.
Por un momento no supimos que hacer, pero ambos nos quedamos mirando y disfrutando como enanos.
Mi padre acariciaba la raja de mi madre y con los senos de mi madre, y su polla estaba bastante hinchada. Mire al calzoncillo de mi hermano y lo vi muy abultado, el mío también reventaba.
En distintos momentos no se cuanto de separados, porque no fui consciente del tiempo que estuvimos observando vi perfectamente como mis padres miraban hacia donde nosotros estábamos, al pie de la escalera.
Mientras mis padres follaban, Pablo y yo nos la estábamos cascando el uno al otro sin perder detalle de cómo mi padre se la clavaba como un poseso a mi padre.
Cuando nos corrimos nos apresuramos a nuestro cuarto y entre risas nerviosas comentamos lo sucedido. Al rato llego mi padre y nos pregunto que nos había parecido.
Y charlamos y bromeamos sobre la posibilidad de montárnoslos juntos.
No quedo muy clara la cosa ya que ninguno nos atrevíamos a tomar el tema de forma seria y entre risas y ante cierta resistencia de papá le instamos ha hacerlo, pero ya te digo nada en firme.
A la mañana siguiente hacia un domingo muy bueno y nos bajamos a desayunar en la piscina y darnos después un chapuzón.
Mis padres habían salido y mi madre no volvería hasta la noche.
Estuvimos comentando lo ocurrido la noche anterior, mi hermano me dijo que solo recordarlo se le ponía dura de nuevo me acerque a su lado para poder ver bien su bañador que estaba bastante húmedo aun y dejaba ver su polla hinchada.
Me incline y comencé a lamérsela por encima de su bañador, tan fresquito, tan caliente… se levanto de la tumbona y se lo bajo, me quito el mío no sin antes lamer unas gotitas de liquido preseminal que lo habían manchado y comenzó a chuparme la polla.
En un momento dado levante la mirada y pude ver como mi madre me estaba mirando desde la puerta de la terraza del salón, no sabia reaccionar, por un momento creí que moriría en aquel mismo instante y reconozco que también desee que así fuera, pero de repente me percate que la cara de mi madre, lejos de estar desencajada por el dolor o la angustia era todo lo contrario, inspiraba amor y parecía que le gustaba lo que veía.
Observe como se acercaba a nosotros cogida de la mano de mi padre y no podía hacer nada mas que disfrutar de la sensación que un «voyeur» experimenta solo que aumentada por que eran mis propios padres los que nos contemplaban; no pude ni avisar a mi hermano de lo que se nos venia encima, de manera que cuando este se percato no podía salir de su asombro.
Parece que el calorcito nos afecta a todos ¿no? – dijo mi padre.
Seguid no os cortéis por nosotros que nos vamos a dar un chapuzón, en esta ocasión nos toca a nosotros mirar…- dijo mi madre con una sonrisa muy picara…
Seguidamente se quitaron toda la ropa y se metieron en la piscina.
Cuando salieron, papá tenia la polla lista para empezar y se acercaron a nosotros. Me levante de la tumbona, ofreciéndole el sitio a mi madre que se sentó sonriente, nos observó a los tres y agarro a mi hermano y a mi por la polla para acercárselas a su boca.
Mi padre también se acerco por detrás y mientras mi padre alternaba en su boca la polla de mi hermano y la mía, él nos apretaba nuestros culos.
Mis manos tocaban las tetas de mama, y mi hermano se encargo de acariciar la polla de mi padre.
Luego mi madre se puso en la tumbona a cuatro patas para lamer la polla a mi hermano, mi padre me guió al culo de mi madre y comenzamos a lamerlo, nos incorporamos y cogió mi polla y la introdujo en la raja de mi madre, mientras con la otra mano me empujaba el culo una y otra vez.
De vez en cuando escupía en el culo de mi madre y le introducía un dedo hasta que me dijo que sustituyera a mi hermano en la boca de ella.
Mi hermano se dirigió a tomar mi relevo detrás, pero esta vez su polla fue a parar al culo de mi madre que era lubricado con la lengua de mi padre.
Mi padre deja de lamer la polla de mi hermano y el culo de mi madre y se viene a mi espalda donde comienza a introducir algunos de sus dedos en mi culo, me inclina un poco y me clava toda su enorme polla, que noto como palpita dentro de mi madre sigue chupándomela y yo separo con mis manos sus nalgas para facilitar la clavada a mi hermano que sigue follando su culo.
Vi como mi hermano se retorcía de gusto mientras se corría, y yo hice lo propio cuando note como chorros de leche de mi padre inundaban mi culo.
Fue genial, aquello disipo todas mis dudas sobre los sentimientos de mama, e incluso me atreví a preguntar si mi hermana Laura sabia algo de todo aquello.
Mi madre me dijo que no fuera tan rápido, que todo llegaría, y así seria…