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Otro sueño III

Otro sueño III

Como recordarán mis dos guapas amigas querían probar más cosas, ya que su fantasía no tenía límites.

Pero para el siguiente paso, creí que Mari no estaba suficientemente madura (17 años), en cambio Miriam, con casi 18 sí podía estarlo.

Total que la llamé una tarde y le pregunté si estaba lista para un trio H-M-H, a lo cual M entusiasmadísima me preguntó que cuándo y dónde.

Quedamos para la tarde del sábado, ya que yo no tenía guardia, y como sus padres no estarían en todo el fin de semana, podíamos vernos en su casa.

El sábado nos presentamos allí, Josi, un amigo mío de 23 años, guapo, bien plantado, unas espaldas anchas, brazos fuertes, poco vello sobre sus desarrollados pectorales y en el pubis, y ni un pelito más.

Sus bolas son totalmente lampiñas, igual que sus piernas.

Ese cuerpo está logrado a fuerza de horas de gimnasio y piscina.

Tiene unas nalgas redondas, paradas y muy firmes, y una verga que colgando flácida entre sus piernas mide unos 12 cm con un grosor considerable.

Se imaginan que en erección debe alcanzar unos 22 o 23 cm y un grosor de 5-6 cm, lo que haría suspirar (y de hecho por lo que sé lo ha hecho)a más de una hembra.

Cuando M lo vio sus ojitos se encendieron y dándome un morreazo y luego de recorrer toda mi cavidad bucal con su lengua y entrelazarla con la mía, me susurró al oído: vaya regalito que me has traído, sin sacar su mirada del el paquete de Josi que se le remarcaba a través del jean.

Yo volví a pensar que esta chica era de una cachondez increíblemente oculta hasta hace muy poco.

Ella estaba muy guapa, con un topcito que apenas cubría sus preciosos y turgentes pechos, y permitía ver como se le pusieron duros los pezones sólo con vernos, y un jean bien ajustado, de esos que entran con calzador, que dejaba ver la forma de sus tentadoras nalgas, imaginando nosotros que no llevaba nada debajo o a lo sumo una tanguita minúscula, ya que no se apreciaba el elástico de sus braguitas, y descalza, lo cual a mí personalmente me excita bastante.

Hechas las presentaciones de rigor, M se acercó a Josi y le estampo un prolongado y, aparentemente para ambos, delicioso beso en la boca.

Nos sirvió unas copas (gin tonic para mí, cubata para Josi y una cerveza para ella), y nos sentamos en los sofás del salón (living).

Sonaba de fondo el bolero de Ravel, que junto a una tenue luz difusa ponía un ambiente de lo más sensual

En eso M se levantó y comenzó a desvestirse con insinuantes movimientos.

Recuerdo que pensé: esta chica está desatada!!

Comenzó por desprenderse el botón del jean y a continuación muy lentamente fue bajando la cremallera, para luego con movimientos ondulantes ir bajando el jean hasta los tobillos, mostrándonos sus hermosas nalgas, y luego sentándose sobre mí y pidiéndole a Josi que se los terminará de sacar, cosa que este hizo mientras acariciaba sus pies y comenzaba a lamer sus deditos, tal y como yo le había enseñado.

Ella en tanto, girando su cabecita empezó a chuparme los labios con los suyos, y yo procedía a quitarle el top con una mano mientras con la otra acariciaba su pubis por dentro de su tanguita (que era mínima como había pensado al mirarla con ese jean ajustado) y ya notaba la humedad que brotaba de sus labios vaginales.

Ahhhhh chicos, que bieeeeen, que haréis conmigo? – Lo que haremos no lo haremos Josi y yo, sino los tres, algo así como todos contra todos. Iremos improvisando sobre la marcha.

Tú limítate a dar rienda suelta a tus deseos más profundos y a disfrutar como nunca, que nosotros haremos lo propio y nos la pasaremos en grande.

Dicho esto continuamos morreándonos, M se puso de pie y entre ambos le quitamos la tanguita.

Josi estaba admirado y encantado con el cuerpo y sobre todo con el culo en pompa de M que acto seguido empezó a bajarle la cremallera a Josi con una mano y con la otra la mía. Introdujo sus manos dentro de nuestros respectivos jeans y comenzó a frotarnos el paquete que ambos ya teníamos enhiestos como lanzas preparadas para la guerra; chicos!, que delicioso regalito me traéis, cómo estáis hoy!!!.

Luego nos quitó por turnos las camisas a cada uno.

Solos nos quitamos los pantalones y dejamos que ella nos sacará los slips, cosa que hizo con un gesto de lujuria aprovechando para sobarnos las pollas mientras dejaba escapar unos suspiros de placer pensando en lo que se le venía a continuación.

Se arrodillo sobre la alfombra y comenzó a recorrer a lengüetazos la tranca de Josi, que sostenía con su mano izquierda, al tiempo que con su otra mano me masturbaba suavemente.

A estas alturas estábamos los tres a cien.

Josi gemía como si fuera la primera vez que se la fueran a mamar.

M le seguía recorriendo con su lengua desde la base del pene hasta la punta, entreteniéndose un ratito en lamer y chupar como un helado de cucurucho sus lampiños huevos que incluso en un momento se introdujo en la boca de a uno por turno, luego presionando el tronco rosado y turgente de Josi y frotándole la puntita como queriendo abrirle el agujerito del pito, y de repente se la metió de un saque en la boca, cosa que hizo que Josi gimiera como si estuviera por estallarle el pene, y M chupaba con fruición realmente gozando de ese delicioso trozo de carne dura y caliente que colmaba su boca por completo, durante algo así como cinco minutos, en los cuales frenaba el ritmo cuando le parecía que el chaval estaba a punto de correrse para volver a empezar en cuanto se tranquilizaban los espasmos peneanos.

No lo llevó a correrse, estaba jugando y gozando, y de pronto se la sacó y comenzó a lamérmela a mí. Joder, esto es una maravilla. AAAAAAAAAAhhhhhhhhh, M, cada día lo haces mejor, mamita, sigue, sigue, métetela adentro de la boca, le decía cuando ella estaba entretenida chupándome con sus labios y lengua mis cojones.

ASIIIIIIIIIIIIIIIIIII, así toda adentro, mami, ayyyyyyyy, que placer.

Ella me estaba pajeando con los labios y jugaba con la punta de mi lengua igual que había hecho con Josi.

Este ahora le estaba chupando los pezones mientras le sobaba el culo.

Ella también suspiraba, en la medida en que mi polla se lo permitía.

Mientras le seguía acariciando los cojones a Josi hasta que en un momento percatándose de que los dos estábamos al borde del orgasmo, se llevó las puntas de ambas vergas a la boca que abrió desmesuradamente y con su trabajo de manos y lengua logró que nos corrieramos en un glorioso orgasmo los dos juntos, inundándole la boca de semen, que obviamente le rebalsaba corriendo por su perita yendo a caer sobre sus pechos y abdomen.

Prosiguió lamiéndonos las pollas a los dos hasta dejarlas totalmente limpias y otra vez duras como varas, mientras se desparramaba el semen con suaves movimientos por sus pechos.

Así envarados como estábamos y ella caliente como perra en celo, nos fuimos al dormitorio principal donde sus padres tenían instalada una cama de dos plazas y media.

La acostamos y mientras Josi le comía el coño yo le daba un buen repaso a su culito, que hoy me parecía más delicioso que nunca, suavecito, firme y con una mezcla de olor a hembra en celo y colonia que me enervaba aún más.

Lo tenía hirviendo y su agujerito palpitante me apretaba la punta de la lengua cuando por fin logré introducirla.

Con los ojos bizcos por la posición que tenía veía como al mismo tiempo Josi con una maestría inusual, lamía una y otra vez sus labios, o mejor dicho el surco entre los labios externos y los internos, para luego frotar con su lengua el bomboncito de su clítoris mientras por su mentón resbalaban los abundantes jugos que manaban de su conchita.

M Suspiraba, gemía, temblaba y gritaba de placer por el trabajito que le estábamos haciendo. OOOOOOOOOOOOOOHHHH HHHhhh, AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, SSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, ASIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIÏ, MMMMMMMMMAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSS, QUIERO MUUUUUUUUUUUUUUCHO MMMMMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSS DE ESTOOOO, por dios chicos me vais a matar de ppplacer, AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH, YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, me CORRRRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOo

Y así se vino en un tremendo orgasmo que bañó la cara de Josi y luego yo me puse a lamerle sus jugos como ella había hecho con nosotros, dejando su vulva limpia y brillante con mi saliva.

Cosa que aprovechó Josi para montarla arriba de él y meterle la polla hasta el fondo, dejándome a mí el espectáculo de su culo en pompa que continué lamiendo mientras el la follaba desesperadamente, gimiendo ambos como si fuera la última vez.

También aproveché para meter mi lengua entre el borde posterior de su vagina y la polla de Josi, que mantuve un ratito mientras Josi entraba y salía de su cuevita, sensación de lo más agradable para mí ( que lo hacía por primera vez) y de locura para ella que volvió a correrse endemoniadamente.

Tenía su culo tan lubricado y palpitante y estaba yo tan caliente y con mi polla enorme y dura, que no aguanté más y apoyando mi glande en su entradita posterior se lo metí hasta el fondo. NNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, los dos al mismo tiempo noooooooooooooo.

Por favor mi amor, nooooo. -SSHHHHHHHHH tranquila preciosa, vas a ver como lo disfrutas.

Quédate un segundo quietita y enseguida comenzarás a disfrutarlo.

Dicho y hecho, enseguida comenzó ella a moverse hacia adelante y atrás en un vaivén delicioso que empujaba una vez mi polla y al siguiente la de Josi hasta lo más profundo de sus entrañas, arrancándole gritos pero esta vez de placer.

Diosssssssssssssssss están tan calientes y duras las dos, siento que me abrasan por dentro, y están tan adentro, por diooooooooos, esto es increíble, no me la saquen, por favor, quiero mucho máassssssss, maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas, asiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii.

Yo mientras tanto sentía que estaba muy adentro suyo, de su volcán en erupción, y al mismo tiempo notaba a través de la pared de su vagina, como se movía la polla de Josi, que entrechocaba con la mía en cada vaivén de M.

Seguimos así un ratito, hasta que no aguantamos más y nos corrimos los tres al unísono, llenándola de leche por delante y atrás. No la saquen todavía chicos, déjenme sentirlos un poco más, MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM, que rico se siente.

Al fin cuando se nos ablandaron y las sacamos de su interior, se abalanzó sobre nosotros chupándonos a ambos como premio por lo que le acabábamos de brindar, hasta dejarnos las pollas limpitas, pero fláccidas, ya que con todo ese esfuerzo, yo por lo menos no daba más de mí.

Necesitaba descansar un ratito. pese a eso no pudimos soportar el espectáculo de su culito entreabierto manando lechita igual que su coño y nos pusimos a lamerla ,Josi por delante y yo por detrás saboreando esa mezcla de fluidos, que se nos antojaba deliciosa.

Al fin, nos quedamos los tres dormidos casi como tres horas.

Al despertarnos merced a las caricias de ella, nos había traído sendas bandejas con bocadillos, y refrescos, y había también una tercera bandeja con un tupper opaco misterioso??

Comimos los tres en medio de risas y especulaciones de Josi y mías respecto al tupper.

M estaba recién bañadita y olía de maravilla. Josi y yo fuimos por turno a ducharnos. Cuando volvimos al dormitorio, la imagen de M desnuda llevándose las bandejas (las dos de los bocadillos) nos excitó sobremanera por la forma de menear su respingón culito.

Cuando regresó dijo, acercando la otra bandeja: y ahora la sorpresa.

Cogió el tupper y lo destapó mostrando su contenido: un montón de crema chantilly (nata montada, en España).

Y eso? dijimos los dos. Acostaos y ya veréis.

Tomó una espátula y empezó a embadurnarnos nuestros pezones y genitales con la dichosa nata.

Acto seguido se dedicó con fruición a lamer la nata, hurgando con su lengua en todos los recovecos, incluyendo el ombligo, mordiéndonos suavemente los pezones, entre los, pelitos etc.

Pero lo mejor fue cuando se puso nuestras pollas (de a una por vez) en la boca saboreando la nata y su contenido y por supuesto enchastrándose la boca y nariz con ella, que aprovechamos para lamer y besarla.

Luego se recostó ella y dijo: vuestro turno chicos. Le embadurnamos los pechos el ombligo (su punto débil)y el pubis y vagina; separando sus labios casi le llenamos el interior.

Luego atacamos cada uno por un frente, Josi los pechos y yo el ombligo buscando la nata en la profundidad del mismo, arrancándole suspiros de placer y a continuación bajamos los dos a la entrepierna y simultáneamente lamimos primero su pubis y pelitos, luego sus labios por fuera y por dentro haciéndola estremecerse de placer.

Finalmente tomando la delantera, entreabrí los labios con dos dedos mientras profundizaba con la lengua buscando ese delicioso depósito improvisado de nata.

Me hubiera gustado tener una lengua larguísima para llegar a lamerle el cuello de su útero y toda la vagina, pero tenemos la lengua que tenemos y me las arreglé para llegar hasta lo más hondo posible, lamiendo las paredes de su vagina en las cuatro direcciones.

Notaba que M temblaba y gritaba que no podía más, cuando tomé con mis labios su bomboncito, con un copo de crema en la punta, y empecé a succionarlo como un bebé a la teta, esto fue la gota que colmó su vaso de placer y explotó en un orgasmo interminable. No paraba de estremecerse y jadear.

Parecía que la faltaba la respiración. Hasta que se fue apagando suavemente.

Entonces la puse encima de mi en un hermosos 69 y separándole las nalgas con las manos, invité a Josi (que se moría de ganas desde que llegamos) a penetrarle su cuevita posterior. Josi ni corto ni perezoso le lleno el culo de nata y empezó a lamerle los cachetes y la raja posterior hasta llegar al agujerito que lamía con deleite mientras pugnaba por entrar con su lengua.

Cuando lo logró y la lubricó suficientemente, se incorporó y apoyando su rojo y enorme glande, la penetró de una estocada gloriosa, que hizo que M se corriera sin más preámbulos, gimiendo y bombeando como loca, mientras su sabroso flujo bañaba mi cara y llenaba mi boca.

Diosssssssss me vas a partir, le decía a Josi que metía y sacaba la verga sin piedad, pero que delicioso se siente, sigue, sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeee, siiiiiii, asssiiiiiiiiiiiiiiiii papito, párteme en dos, aaaaaaaaaahhhhhhhhhh hhhhhhh! Yo aproveché y poniéndola más en cuatro, me salí de abajo suyo y dándome la vuelta volví a deslizarme por debajo hasta quedar en posición de penetrarla por delante.

Ella me vio y me dio un riquísimo beso en toda la boca, dejándose caer encima mío mientras esta vez no se quejaba sino que me decía: tu también JC métemela hasta el fondo que quiero sentiros a los dos como antes. Por supuesto no me hice rogar y acomodándola se la clavé hasta el fondo sintiendo que le tocaba el fondo de la vagina y su cuello empezando los tres a bombear al mismo ritmo, con una cadencia de lo más deliciosa que conozco.

Todos gemíamos y jadeábamos como poseídos por el placer más irracional, con toda la lujuria y energía que se pueda creer.

Yo sentía como sus contracciones vaginales apretaban las paredes hirvientes y húmedas de su vagina en torno a mi polla como si fueran un molde hecho ex profeso y esto me proporcionaba un placer indescriptible y al mismo tiempo sentía contra mi tronco las acometidas de la verga de Josi.

La cara de M era digna de hacerle mil fotos.

Se contorsionaba en mil y una muecas de placer, jadeaba, se reía, se le caían las lágrimas y gotitas perladas corrían por su frente y sus mejillas que yo sobaba y absorbía con mis labios, hasta que estallamos en un orgasmo simultáneo que nos dejó a los tres agotados.

Luego de una media hora o cuarenta minutos, reaccionamos y comenzamos a comentar lo que acababa de ocurrir, entusiasmados con el resultado de la nata y como se le había ocurrido.

Y ella nos dijo que lo había leído en algún relato porno y cuando fue a por las bebidas a la nevera vio la nata montada por su madre y se le ocurrió probarlo con nosotros.

Estuvimos de acuerdo en que fue una excelente idea y que la habíamos disfrutado mucho.

Para despedirnos M se puso a hacernos una mamada sensacional logrando en pocos segundos, pese al gasto del día, que nos corriéramos en su boca tragando toda nuestra lechita y lamiéndonos hasta la última gota que colgaba de nuestros glandes, esa gota final más espesita que cogió con la punta de su lengua y saboreó contra su paladar antes de tragarla.

Nos levantamos y nos duchamos los tres juntos enjabonándonos dulcemente unos a otros, y aunque a nosotros ya no se nos erguía, con la lengua la hicimos correrse un par de veces.

La alzamos, la secamos suavemente y la llevamos a la cama donde la arropamos y nos despedimos con sendos besos, hasta la siguiente vez que supongo ya será con Mari también.

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