¡Lo tengo!” Él dijo y se lo comió. “¡Cariño, ya puedes salir de la mesa!.” Cuando Miriam Caballero sale de la mesa él le dice que se pare. Se acerca a ella y le jala hacia abajo sus bragas. Pone dos dedos en la vagina de haciéndola jadear y gemir. “¡Ohhhh!…¡Por favor, por favor… Dejame!”, ella rogó
Habían pasado diez minutos cuando don Javier le pidió que abriera la boca para confirmar que todavía tenia sus mocos, ella echo un poco para atrás la cabeza y abrió la boca mostrándosela al viejo y el noto que efectivamente la tenia llena de sus mocos, y sonrió a la vez que le daba una palmada en la
Ambos cayeron en el asiento fulminados y sudados por la tremenda sesión de sexo que tuvieron, el jorobado aún seguía encima de ella con la verga bien metida dentro de su diosa, en ningún momento se la saco, hasta que poco a poco empezó a perder forma
Hola a todos, me llamo Cielo Riveros, lo que les cuento a continuación pasó cuando recién cumplía los 20 años. Vivía con mi familia en un barrio común y de clase media baja de la ciudad, conformada por mi madre, mi padre y un hermano menor, y justo estaba en esos días donde me había peleado con mi novio, así que me encontraba recién en mi fase de soltera.
Esa noche casi no dormí pensando en los detalles: la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes, el tamaño del miembro del vecino, su cara y sus pechos brillantes por el semen, la espantosa barriga de mi vecino, su risa odiosa, esa mirada de control y dominación. Nada
Después de eso clavo su mirada en mis pechos de nuevo y sonriendo metió la hoja de la navaja por el canal de mis pechos dejando la parte del filo contra la tela, haciendo un movimiento fuerte corto mi sujetador por en medio. Mis pechos dieron un pequeño rebote haciendo que las copas del sujetador ca
— Cielo Riveros, si no te has dado cuenta, tengo la erección más grande que he tenido en muchos años y es gracias a ti y te lo agradezco, ha pasado mucho tiempo desde que se me ponía así y muchos más años desde que alguien me hiciera sentir bien y creo que tu podrías hacer ese último trabajito para
Me anime a tomar con mi mano derecha un miembro duro y venoso, casi de color negro oscuro y con hartos pelos que me amenazaba cerca de mi cara, lo toque y lo sentí caliente y en su cabeza algo brilloso lo que me dio más curiosidad y lo dirigí hacia mi boca que apenas pude abrir porque había un brazo
Empecé a llorar nerviosamente, los hombres me rodearon sin posibilidad de poder escapar. El viejo hace señas para que los otros dos trabajadores se alejen un poco, y yo pueda calmarme
-Mmm…aaahhh…aaahh….-se quedó tirada boca abajó, alzando un poco la cola con su mano entre las piernas, la bombacha por las rodillas, masturbándose por primera vez. Lo hacía mirando una foto de una chica con un pene en el ano y otro en la boca. Sus deditos acariciaban su clítoris, y sentía que estaba
“AHHHHHH UYYYYY AHHHHH UYYYY MMMM UYYYY AHHHHH” Fueron los gemidos de Cielo Riveros y ahora el vejete escuchaba claro como la mujer disfrutaba de chupada de tetas que el le estaba dando …
Ayyyy ayyyyyy Nooooooo me dueleee y la mujer puso sus manitas tratando de levantar a su padrino pero le era muy difícil ya que era muy pesado y gordo ayyy padrino sáquela me duele me duele mucho la mujer sentía todo el líquido de sangre que recorría sus muslos cayendo esa sangre en la sabanas
-asu mare que rico culo tiene esa condenada, si fuera mía nunca saldríamos de la habitación –le decía uno de los borrachos a su amigo que no perdía detalle alguno de la sexy figura de la chica -a la mierda la voy a traer acá– dijo otro viejo ebrio envalentonado por todos los vasos de cerveza