Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Mi preñadita

Sin decirle nada me levante y me puse tras ella, dándole un masaje en la cien con la yema de los dedos, echo su cabeza hacia atrás mientras se relajaba con mi masaje, este movimiento y el botón de arriba del pijama desabrochado me permitieron ver parte de sus tetas hinchadas por la preñez, algo que me puso a cien por hora, me contuve, hay que saber darle el momento y el lugar a cada cosa.