A mi sobrina le quedaron tres matarías y sus padres me ha pedido que se quede conmigo en vacaciones a estudiar.
Acompañé a mi hermana al vestidor y aproveché para ir a hacer pipí en el baño de al lado, cuando una idea rumiante que tengo muy frecuente llego a mi cabeza. ¡Exhibicionismo! Pero dije: ¿aquí? ¿Hoy? ¿Cómo lo haría? ¿Será seguro hacerlo? En mi cabeza daba vueltas esa idea y no se iba.
Os voy a contar la historia de cómo comenzamos en el mundo del nudismo y las experiencias tan bonitas y excitantes que nos regalaron. Y uso el plural porque esta no es solo mi historia sino la historia de cómo una madre y una hija se inician en el apasionante mundo del nudismo y el placer.
2º capítulo del primer relato que publiqué en la web
No me ve los ojos por las gafas de sol, pero veo que me recorre con los suyos insistentemente. Intento parecer natural, y sin variar de postura le digo, claro!, ofreciéndole el bote de aceite.