Allí me invitó a 2 cubalibres, que terminaron por colocarme por completo. Cuando vio como me tenía, me dijo que era mejor que nos fuéramos, y así lo hicimos. Me iba llevando hacia su casa, por el camino, se iba aprovechando de mí, metiéndome mano, morreándome, hasta ponerme bien cachondo.
Pasaron unos minutos, y ambos seguíamos en la misma posición, ambos simulando que estábamos meando. Nos mirábamos, pero ninguno se decidía a dar el paso, él me miraba a los ojos, como diciéndome ¿quieres esta verga? Claro que la quería.
Me estaba dando por el culo mientras con sus manos se aferraba a mis caderas y con su boca, me besaba la espalda, luego con una de sus manos, me agarraba la polla, haciéndome una suave paja.
Me dio por el culo, me hizo gozar, luego me utilizó. Me decía así mi niño, así, goza. Mira como tienes la pollita, la tienes empalmadita. Mira como te gusta, ves, mira como goza tu culito con el juguetito, mi niño.
Me dio por el culo, me hizo gozar, luego me utilizó. Como vio que dudaba, me echó mano a la cabeza empujándola hacia su polla, me dijo, pruébala, ya verás como te va gustar, verás que bien sabe.
Eh, dije al darme cuenta mientras giraba la cabeza para ver quien era. Calla, me dijo, mientras con una mano me tiraba de los pantalones y slip, hacia los tobillos.
Me fue llevando por la mano hasta donde había un barco pequeño que estaba en reparación, allí me agarró el cinturón y fue desabrochando hasta que consiguió desabrocharlo todo, para empezar a desabotonarme el pantalón, e irlo bajándolo junto al slip.
Cuando estuve a su altura pude ver que lo que estaba haciendo, era lo que yo había pensado; estaba meando; él ni se inmutó, giró la cabeza hacia donde yo pasaba y al verme lo que hizo, fue enseñarme la polla y ponerse a masturbarse, haciéndome señas con la cabeza para que le viera la polla; tenía un buen rabo, se le notaba que estaba empalmado, o al menos eso me parecía, ya que se le notaba algo erecta.
Ufff, suspiré cuando me entraba aquella polla, ¡aaahhh! Ya la tenía toda dentro, ¡ooohhh! Que sensación más rica, notar como me entraba aquella polla en mi caliente culito, mmm, que delicia.
¡Dios! No podía más, aquella visión era una tortura que me estaba matando de placer y la polla ya no quería seguir enjaulada, ¡ufff! Ya no aguantaba más.
Como a la media hora, y después de ir marchando la mayor parte de la gente, me dispuse ir al baño, cuando justo al pasar a la altura del dueño del local, me pidió que no me marchase sin hablar con él. Salí del aseo, y volviendo a donde estaba sentado, miré como estaba saliendo el muchacho al que había reconocido nada más entrar. Ya no quedaba más que yo, un viejo, que parecía un vagabundo, y el dueño del mesón.
Yo miraba por entre mis piernas, y veía como mi polla y huevos iban para adelante y para atrás. era normal, me estaba sujetando por mis caderas, y no paraba de taladrarme mi virgen culo. Virgen al menos hasta ese día. Cada vez iba a mayor velocidad, pareciendo yo un muñeco encima de una cama, a 4 patas, siendo ensartado por una gran polla, y a un ritmo cada vez más infernal.
La vista que tenía mientras me estaba follando, era el de un dibujo que había en la puerta de aquel aseo para niños, y era un culo, siendo penetrado por una enorme polla. La verdad es que resultaba algo morboso, estar viendo aquel dibujo, mientras era follado salvajemente.
Volvió a presionar con la otra mano en mi espalda, para que me inclinara un poco más, y al mismo tiempo, arrimando su hermoso falo a mi agujerito, procedió a introducirme el mismo, en un movimiento rápido y sin parar. En ese momento di un respingo, pero ya estaba toda dentro de mi culito aquella maravilla
de polla.
Luego de unas cuantas horas decidimos hacer una pausa, cosa que aprovechamos para hacer algo de tomar; estuvimos hablando y me mostró su casa, por así decirlo ya que es un aparta estudio de una sola habitación que quedaba en la parte posterior.
Su vida sexual fue muy intensa, no como la mía que empezó apenas hace un par de años a la edad de 30 años, bueno si no tenemos en cuenta mis relaciones con las yeguas de Marta, que me iba a follar a escondidas cuando ya entraba la noche.
Con la pericia que solo la practica da le lanzo dos demoledores golpes apuntando al punto donde la columna vertical de su enemigo desaparecía entra sus nalgas musculosas…… paralizando al instante a su contrincante
Igual que cuando se le corta el pescuezo a un pavo las más de 150 kilos del machote blanco empezaron a brincar en el suelo de un lado a otro… parecía que su fin estaba ahora bien cerca….
¿Pero podrá el negrazo ultimar a su enemigo?... o lograra el gran macho blanco reaccionar a tiempo y descojonar a su contrario?
Sentía la parte interior de sus mejillas rozándome el glande y a cada acometida parecía tragar un poco más llegando hasta los huevos... Se la saco y se la comió de nuevo, hundiéndola en aquella boca caliente mientras su experta mano masajeaba mis nalgas e introducía los dedos en mi esfínter.
Me abrió el mismo chico, que se encontraba en shorts, con una camiseta y unas sandalias. Con su sonriente cara me miró y me hizo señas para que entrara. La casa era como yo me la había imaginado por fuera, con un gran patio central, y muchas habitaciones.
He vivido reprimido y triste escondiendo mi homosexualidad hasta ahora, que me he atrevido a decirle a la gente que soy gay, y me siento mucho mejor, ademas de vivir más feliz. Leed esto los que tengáis miedo a decir que sois gay.
Fue inútil Julián encendió la ordenadora y empezó a succionar mi verga gentilmente, sentí una oleada de placer, mientras Julián ponía mas melaza en mi culo, así que mientras la ordenadora continuaba extrayéndome la leche de la verga, las vacas seguían hurgando en mi culo con sus leguas tan ásperas sentía que se me doblaban las piernas del placer, de sentir que mi culo era explorado y mi verga era succionada por la ordenadora.
Ya de nuevo en la reunión no volvimos a sentar ya para entonces los ánimos estaban muy elevados por parte de la mayoría de los asistentes lo que sí me sorprendió fue que Alfonso se sintió como rechazado se aparto un poco de nosotros y empezó a tomar solo una botella de pisco y sin preparar le dije que viniera a estar con nosotros y como obligado y por ser dueño de casa acepto de mala gana y se sentó frente a mí
Ambos prepararon el baño era un jacuzzi para cuatro, después de enjuagarnos y acariciarnos mutuamente, fuimos al dormitorio , era una cama enorme como las camas matrimoniales en los hoteles norteamericanos, primeramente hicimos el 69 con Carlos, ambos Alberto y Marcos nos penetraron
Subí a mi pieza y al sentir el fresco del aire acondicionado mi piel se estremeció, ahí me di cuenta de las horas que había pasado al sol y que la misma estaba totalmente enrojecida, me di un baño y me recosté, me quedé dormido y desperté con un fuerte ardor en la espalda producto de la quemazón, no sabiendo que hacer para calmarlo
No suelo acudir a ese tipo de actos, me aburren soberanamente, pero la insistencia de Lucía eran tus amigos... esos reencuentros son bonitos me hizo claudicar. Desde que nos mudamos a Madrid apenas habíamos tenido contacto con ninguno de mis antiguos compañeros, algunos de los cuales me resultaron casi irreconocibles.
Julio cogió mi pija mientras me culeaba y comenzó a masturbarme, era delicioso, yo me estaba por venir cuando el me dijo que quería venirse dentro de mi culo, a lo que yo accedí de inmediato.
Al ver que estábamos solos me recorrió un escalofrío por la espalda y decidí ir al servicio donde me quité el sujetador, con el fin de que se me marcaran los pechos bajo la blusa blanca, mis pezones estaban duros y se marcaban lo suficiente para que él pudiera apreciarlos.
Ya en la calle, casi amaneciendo, caminé hacia la primera parada de taxi que encontré y en el trayecto fui repasando las vivencias de la noche a las que cada vez con más frecuencia, se entremezclaban las experimentadas con el sastre.
Yo tenía una cita con Marina, una culonita sabrosa que le gusta con sus enormes tetas satisfacer hasta la locura al igual que con su exquisita comida es Chef, de un restaurante muy lujoso y cocina y culea de maravilla, me vestí y después que besar a Luis y decirle que le llamaría, partí como un loco a ver a esa hembra.