Enseñando informatica a Vanessa
Sonó el timbre, el sábado a las 8 de la tarde, rápidamente dijo que tenía que irse pronto, pero cuando abrí la puerta quede sorprendido, era el día que la veía vestida más sexy y atrevida, venía con una minifalda negra ajustada, y una camisa blanca semiabierta que dejaba imaginar unos pechos preciosos, y con el pelo todavía mojado, ella debió ver mi cara de asombro, y me comento que hoy se iba de juerga con sus amigas.