Ante mis ojos, Alejandra comenzó a desabrocharle los botones de una camisa negra y le dijo a Andrea, que se saque su pollera, ante mi quedo esta con un conjunto de encaje negro, las tetas de esta me parecieron formidables y me dieron ganas de bajarle el corpiño, pero decidí esperar.
Ella se enderezo sabia que no la podía dejar así, entonces la lamí a todo lo largo de su rajita terminando mi lengua en su ano, de repente sentí como se ponía ella dura y tuvo su orgasmo, no desaproveche me comí todos sus líquidos y termine dándole un gran beso en su clítoris, y me quede dormida.
Ella se movía su clítoris la hacía gozar y yo me fui acostumbrando hasta que por fin el dolor se escondió detrás de lo sublime. Y volvimos a gozar los dos… Mara estiró su mano derecha y tomo mi polla, y eso solo fue suficiente para que mi leche estrellara contra las sabanas…
Nunca imaginó que al volver de su viaje antes de tiempo se encontraría a su amada esposa a solas súper excitada con el juguete que anteriormente se negaba a compartir.
Al llegar a su casa, sin decirle nada la tumbe boca abajo en el sofá y se la metí hasta el fondo, la sensación de su coño caliente y las bolas dentro me provocaba un placer infinito, pero estaba dada y yo quería algo más estrecho así que le saque las bolas chinas y le metí el consolador de un solo golpe, al momento ya tenía mi polla en su culo y ella gemía y se revolvía con rabia. Yo le decía: -Joder guarra como me pones, eres la más puta y viciosa que conozco y tu coño sucio me proporciona gran placer.
En clase nos sentamos juntas, mis amigas, yo ni nadie hablo de sexo en clase, pero en el descanso, me presento unos amigos, esa noche los dos se acercaron a nuestra habitación, si bien yo tomo pastillas anticonceptivas usaron condón, en un momento determinado estaba siendo cogida por Willy por el culo, mientras mamaba a Anthony, Clarence me introducía en mi vagina el consolador, yo era totalmente violada, gozaba y me gustaba, cuando hicimos un rato
Hace poco (un año) que empecé a tener relaciones sexuales, me sentía realmente mal, porque no había encontrado una satisfacción por lo menos lo que yo pensaba, no sé, también puede ser que empezó el calor, verdaderamente estoy queriendo, estar satisfecha continuamente, cosa grave porque todavía no había logrado, sentirme bien "llena" como decimos entre las chicas, no se sí será el mismo profesor, no lo creo, porque soy de una ciudad cerca de Buenos Aires, pero el reta a todos cuando se desperezan ( abriendo los brazos, se sientan mal), pero a mí me miraba con ganas, no me reta nunca, y cuando le muestro mis senos y me desperezo
Gabriela, confeso , que quería de su vida y su horizonte, su orgullo la hacen sentirse superior, a nosotras, pero es solo diferente.
Un hombre siente deseos de penetrar su ano con un vibrador en una apoteósica sesión masturbatoria.