Mi nombre es Charo, os contaré la historia de como cuando me acercaba a mis 50 rompí las cadenas que me ataban a una vida monótona y sin emoción.
Salvador, un joven estudiante de familia humilde, recibe una beca para la universidad. Allí conocerá a Borja, un joven de buena familia. Salva va frecuentemente a casa de Borja a estudiar, donde se debatirá entre la lealtad a su amigo y las meriendas que le ofrece la madre de este.
Este es un pequeño spin-off de Historias picantes n°1 “Rompiendo cadenas” Si te gustó la historia que te contó Charo no te pierdas la que quiere contarte su amiga Marimar. Una despendolada divorciada, que busca recuperar el tiempo perdido en un insulso matrimonio.
Gabriel, un joven sin escrúpulos, construirá su propio harem de sexo salvaje. Disfruta de mujeres de su familia que hacen lo que sea por él. Aquí no hay lugar para lo prohibido, solo para lo más vulgar y lascivo.
Lucas, un chaval tímido, no tiene ni idea de lo que le espera con Marisa, su vecina madura que sabe lo que quiere. Y lo tiene claro: Lucas será suyo.
Clara, una mujer cercana a los 50, busca revitalizar su vida y matrimonio en el gimnasio. Su joven entrenador, si sobrino Alejandro, despierta en ella un deseo prohibido que la lleva a explorar fantasías lascivas y sumisas, transformando su rutina en una pecaminosa aventura que desafía todo límite.