Soy un chico de Zaragoza, os voy a contar mi historia. Era un martes de abril, un tanto caluroso, yo estaba en mi casa con mi novia Carla, estábamos tumbados en el sillón viendo una película abrazados mutuamente...
Soy maestro mayor de obra y esa tarde iba con la intención de calcular los costos y las personas que necesitaban, para las reparaciones.
Amanecía el jueves, era el gran día. K iba a alcanzar su mayoría de edad y yo iba lograr lo que buscaba.
Dominada al fin. Acostumbrada a ser la dominante, se encuentra con la horma de su zapato. Y ahora es ella la dominada.
Un relato muy excitante sobre la atracción de dos compañeros de trabajo y el resultado de esta relación.
Sin mas me sujeto del pelo y me hizo agacharme hasta estar frente a su barra de chocolate, eso parecía en verdad, con gusto me acerque y le di una pequeña probada, era de sabor fuerte y aunque grande aun estaba flácida
A pesar de ser una mujer casada y sexualmente satisfecha, debo reconocer que, pero en el fondo muchas veces me asalta la idea de ser puta por un día.
Ella se llamaba Patricia, y tenia la misma edad que yo, 16 años, media 1,68 era morena pelo largo, delgada con un culito guapísimo y una cadera que té hacia perder los papeles y dos pechos bien formados.
Lucía, soy yo, está es la única forma de poder decirte lo que me pasa, eres la única que se preocupa del contestador y sus mensajes, así que ahora mismo me estarás oyendo. Verás siempre has sido alguien muy especial para mi, como una hermana a la que cuidar, proteger y alguna vez que otra confesarle mis secretos y lo que voy a contarte ahora, no es más que otro de ellos.
Tras la experiencia relatada en otro capítulo anterior dedicado a mi especial familia, por fin se presenta la ocasión de experimentar con mi hermana, las mismas o parecidas sensaciones que ya había tenido con mi madre, como relataba en la historia aludida.