Sucede a veces que soñamos lo que fuimos en cuentos de hadas con escobas eléctricas y primaveras de cristal.
Parece que el destino y nuestro pensamiento convergen en un solo punto de mismo espacio y tiempo y van apartándose a velocidades constantes y en direcciones opuestas. Vértigo…
Ni la ecuación, ni la estadística hallarán la certeza; tales móviles no llegarán a encontrarse en estado semejante de perfección y vagarán en sentido contrario en la infinita línea de la nostalgia… para siempre…
Solo con la ayuda de una exacta mente geométrica podremos convertir este anhelo de sabios en un patio de recreo donde se juega al gato y al ratón (continua y no discretamente).
Y así, como la Tierra con gafas de sol y sin aliento continúa pilla que te pilla en busca del gran Astro que le da existencia, lo mismo perseguimos nuestros sueños que corren delante de nosotros y tienen un rostro oculto (matarían de espanto y de pereza si se volvieran a mirarnos o los cazáramos en un descuido).
¿Acaso Tom ha tenido la insensatez de tomarse a Jerry para merendar? Acabaría su diversión.
¿Acaso la Tierra quisiera besar al sol algún día?… MUERTE…
muy bueno — buena poesía y es cierto — hay barreras imposibles
Gracias por el espacio