Para ese momento yo estaba totalmente húmeda, excitada, y cuando, tirando de mis labios mayores, me dio delicados pellizcos con sus afiladas uñas, yo lo único que deseaba era que me metiera uno de sus dedos, lo que finalmente hizo al tiempo que me daba un profundo beso en la boca.
En mi lugar de trabajo tenemos un grupo de terapia sexual, por favor, no sean más morbosos que yo, no tenemos practicas sexuales lo que hacemos es cambiar experiencias buenas y malas, y por lo menos yo, que después de un matrimonio horroroso y de una vida sexual pésima, con quien fue mi primer amante, ahorra es que estoy empezando a vivir o por lo menos a gozar de mi vida sexual a lo máximo.
Ella según pasaban los años se ponía cada día mas buena, y claro los chicos se le pegaban como moscas, eso durante una época me sentaba muy mal, pero con el paso del tiempo me llegó a gustar, no se me ponía caliente, me daba morbo.
En el siguiente año entre a la universidad y me tuve que rentar un departamento porque la universidad donde tenia que ir contaba con la carrera de biólogo marino, era lo que quería estudiar, solo a finales de semestre era cuando podía ir a visitar a mi padre en los 4 años de universidad solo fui tres veces a visitarlos porque algunas veces preferí ir con mis amigos a vacacionar.
Estaba que explotaba de placer, parecía que no llegaba el momento de penetrarla. Me miró a los ojos, me sonrió y lentamente cerró sus ojos al tiempo que se iba sentando sobre mi polla tiesa. El ano no tardó en ceder a la presión de mi glande y pude sentí con nitidez como ese ano tan deseado se abría para abrazar todo mi glande.
Salimos de la cuidad el viernes por la mañana, fuimos en el coche de Antonio, el novio de mi amiga, ella se llama Rocío, llegamos a la finca sobre las 12, soltamos los bultos, repartimos las habitaciones y nos fuimos al pueblo que estaba al lado a comprar algo para comer y tal.
Sus labios estaban húmedos. Seguro que la excitaba mi forma de hacerlo. -Por favor... -, Fue casi un susurro, mientras que cerraba sus piernas lo más que podía de poco servía, pues mi mano estaba bien enterrada en su panocha, mis dedos frotaban una y otra vez su clítoris a través de la pantaleta.
Luego se encabalgó sobre mi barriguita y comenzó a rozarme los pezones con las yemas de los dedos, pues sabía que los tenía muy sensibles, con el fin de excitarme, de ponerme la polla dura y poder así clavarse de nuevo. Sin embargo, no lo conseguía con la suficiente dureza como para volver a penetrarse y por mucho que se esforzaba no conseguía que se mantuviera firme.
Entonces comenzó a moverse lentamente y su pene comenzó a "masturbarse" por entre mis nalgas, lo cuál a mí me hizo ver las estrellas y sentía una sensación tan extraña como erótica en mi plexo solar, hasta que de repente su pene, sin querer, tocó la entrada de mi ano; le pedí que ahora sí me penetrara, entonces D se detuvo y comenzó a presionar un poquito, pero no pasaba nada, pugnó por entrar, y sentí un dolorcito chiquito.
De pronto siento una lengua en mi clítoris. Es Rudy que sentado en el suelo me esta chupando la chocha, el clítoris, mientras todavía tengo la verga de Carlos adentro. Siento un gusto cabrón con esa lengua moviéndose ahí abajo donde más me gusta mientras me meten una verga como si quisieran matarme.