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Una aventura en el metro

Una aventura en el metro

Un fin de semana como uno de tantos voy despreocupadamente sentado en el metro leyendo mi periódico, cuando noto que la chica que va sentada frente a mí, se me queda viendo mucho la entrepierna, disimuladamente me inclino para ver que tanto le llama la atención y me percato que mi pans se ha desgarrado un poco y se nota mi trusa marcándose bien mis testículos y mi pene, veo que la chica no pierde detalle de esa situación, lo que me provoca un gran erección, luchando contra mis instintos trato de no pensar en esa situación, pero a ver su carita de aquella linda chica y como se moja los labios viéndome, volteo a los lados a ver si la gente se ha percatado de esa situación pero al parecer nadie lo ha notado, y me duele el pene de lo erecto y apretado que va en mi trusa, en un disimulado movimiento me lo acomodo hacia arriba, y ella se me queda viendo a los ojos y me sonríe coquetamente, para volver la vista a mi entrepierna dándose un buen taco de ojo, viendo mi pene en todo su esplendor firme como un roble, trato de darle un ligero masaje a mi pene sobre el pans apretándolo para que se marque toda su longitud y grosor y la chica no se pierde detalle, le brillan los ojos, se moja los labios, y sus mejillas se ponen rojas, me imagino que se está poniendo caliente, porque noto que de vez en cuando contrae sus piernas cerrándolas, por esta situación me percato de que se acaba de pasar mi bajada y me da igual sigo acariciando mi pene, y la chica observándome. Veo que se levanta y se baja del metro y yo voy tras de ella, le pregunto que si la puedo acompañar y me dice que si, después de caminar dos cuadras me detiene y me dice que hasta ahí la acompañe porque su novio la puede ver, y nos quedamos charlando de todo un poco, ya eran como las 9 de la noche y me dice que ya se tiene que ir y yo le insisto que se quede otro rato a lo que ella accede una media hora más, después insiste en retirarse y yo le doy un beso en la boca que ella, inmediatamente voltio su cara a un lado para evitarlo, con mis manos la tome de las mejillas, acariciándole la barbilla y alzándola hacia arriaba para que me viera y se di un beso francés bien rico en su boquita, no participaba pero se dejaba que la besara a mi antojo, después de unos segundos me empezó a abrazar y acariciarme el pelo, el cuello la espalda, mis manos también le correspondieron y la empecé a recorrer por la espalda hasta llegar a sus duritas pompis, dude un poco en tocarlas, pero la verdad ya estaba muy excitado y mis manos se adelantaron a mi razonamiento, las frote despacio, despacio, sintiendo lo redondas y firmes que las tenía, las apreté hacia mí, sintiendo su entrepierna calientita, calienta y mi pene se alojó sobre ella, flexionaba mis piernas un poco para que sentirla desde abajo subiendo poco, apoco frotando mi gruesa herramienta en ella sobre su pubis, ella también movía su cadera como buscándolo y restregándose sobre mí, como la calle estaba semioscura metí mi mano sobre su falda para tocar esos cálidos glúteos, tersos, mis manos la acariciaron una y otra vez apretándolos y provocando hondos suspiros a esa linda chica, observe la calle y estaba vacía no había cerca nadie y desabroche los botones de su blusa para sacar un pecho por debajo de bracier su pezón estaba duro erguido, con la punta de mi lengua lo toque y vi que se puso chinito chinito de la sensación, los empecé a succionar mmmm estaba riquísimo suave, cálido, eran en verdad delicioso muy firme, ya entrado en calor le libere el otro y le aplique la misma operación, de pronto sentía que si manita se acercaban a mi entrepierna y sin detenerse me tomo el pene lo acaricio por toda su longitud masajeándome delicadamente mis testículos, sobre el pans tome su manita y la metí debajo de mi pans para que lo tocara completamente desnudo. Me lo apretaba delicadamente deteniéndose en la punta de mi pene que es muy ancha, estaba en esos momentos a rojo vivo mi mano derecha se abrió paso sobre su vientre para introducir mi mano hasta su rinconcito sintiendo su bellitos de su pubis llegando hasta esa cuevita cálida mojada y muy caliente mis dedos separaron sus labios y la recorrí una y otra vez disfrutando de sus delicias, me percate que enfrente de la calle estaba casa en construcción y me la lleve hacia ella, la recargue en la pared de espaldas y sobre su nalgas le di unos empujones con mi pene sin quitarme el pans, sentía como se separaban sus nalguitas al restregar mi pene sobre ellos, ella paraba las nalguitas para sentirlo mejor y como era más bajita se levantaba de pintitas para facilitarme las cosas, decidí que era el momento y me baje el pans con todo y la trusa y le arranque la panty de un tirón, flexionando mis piernas para encontrar su rica entrada a la gloria, paro más su trasero ofreciéndomelo sentí lo caliente que estaba con la punta de mi pene, lo empuje con fuerza pero no cedió con el primer empujón, la tome de su cintura y con fuerza la lleve hacia mí y empujando mi pene, de pronto mi pene se deslizo completamente en ella hasta el fondo arrancándole un fuerte gemido, me pido que me detuviera unos momentos, la complací unos segundos y luego empecé el vaivén rítmicamente de fuera hacia dentro y en círculos, en los primeros momentos ella no se movía solo se dejaba guiar pero como a los 15 minutos, tomo la iniciativa y se arqueaba moviéndose incrustándose en mi candente verga, por unos momentos por el cansancio me detuve y ella siguió moviéndose devorándose una y otra vez mi tranca hasta que explote en ella inundándola completamente de mi néctar en su interior, nos quedamos unos segundos quietos, respirando hondamente, sudorosos jadeando.

Me separe de ella, para subirme nuevamente los pans mientras ella buscaba su panty en el piso y se empezó a limpiar su entre pierna en ella y después la arrojo nuevamente, me incline y la levante guardándola en el bolsillo, después intercambiamos números de celular y nos despedimos.

Cuando llegue a donde me daba bien la luz me percate que traía manchado el pans de sangre, saque la panty evidentemente estaba manchada de sangre y semen, en ese momento me percate que la chavita era virgen.

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