Por aquella época era monaguillo en la iglesia del pueblo. Cierto es que ya no estaba en edad pero igual ahí seguía.

Siempre he sido alto pero en ese punto justo en la adolescencia me sentía un toro. Hacía mucho deporte y me alimentaba bien. En la iglesia tenía poco que había entrado de sacristana (la que se encarga de todo en la iglesia) una muchacha de 19 que era sobrina de la anterior sacristana que dejó el cargo porque enfermó.

La chica era morena, bajita, 1.50 a lo mucho; cabello negro y un par de tetas que desde que llegó y aunque se vestía muy recatada se veían de buen tamaño.

Solo por dar contexto ella había estudiado el bachillerato en la ciudad y pues la vida era mucho más acelerada haya que en el pueblo, por lo tanto ya había tenido varios novios (y mucha experiencia en el sexo, eso lo supe después por ella). Todo marchaba con normalidad.

Yo llegaba como media hora antes de la misa y todo ese tiempo estábamos ella y yo solos. Luego cuando la misa terminada yo le ayudaba a guardar todo y a hacer demás deberes que ella tenía. Así ocurrió aquel domingo.

La misa había terminado la gente ya se había marchado y yo le ayudaba a guardar todo. De repente andábamos llevando cosas a la sacristía cuando me la encuentro de frente se me queda viendo y me dice “Tú me gustas”.

Yo como todo mocoso inexperto no supe qué decir me quedé pasmado. Ella se acercó y me dio un beso corto y al retirarse me mordió el labio inferior. Yo aún seguía en shock ella me vio se rio y me dice pues aunque no digas nada eso te gustó. Bueno al menos al él le gustó y señala mi pito que tenía una erección brutal. Yo comencé a reaccionar y le respondí pues no soy de madera.

Ella siguió recogiendo cosas con total normalidad. Yo sentía que ardía pero estaba nervioso porque no sabía qué hacer. Cuando regrese dentro de la sacristía ella ya había cerrado la puerta que da a la calle y cuando entre yo cerró la puerta tras de mí. Yo me quedé parado sin saber qué hacer y ella se acerca y me dice “Para estar tan chiquito, tu amiguito se ve de buen tamaño” yo le puse rojo y literal no sabía qué decir. Seguía excitado pero tenía esa sensación de nerviosismo de cuando haces algo por primera vez. Me ve que estaba todo nervioso y me dice relájate que tú y yo vamos a ser muy cercanos y no tienes por que preocuparte.

Me pregunto “Nunca haz estado con una mujer verdad?” Yo le respondí que no. Pero si te gustó? Me dice. Yo le respondí un poco más confiado señalando mi pido “Crees que si no me gustaras me tendrías así?” Ella me dice pues hoy vas a comenzar a conocer cositas que te van a volver loco. Sin decir más se quita la blusa. Aún recuerdo el brasier negro que traía. Lleva sus manos a la espalda y lo suelta. Fue cuando por primera vez vi en vivo y de cerca un par de hermosas tetas.

Eran de buen tamaño con el pezón negro y parado que parecía un pulgar. Me dice ven no quieres tocarlas. Yo fui de inmediato y no esperé que me dijera más. Yo ya había visto en películas porno como las amasaban y las chupaban. Yo intenté hacer lo mismo. Auwww “Trátalas con cariño” me dijo pues lo estaba haciendo muy brusco. Poco a poco comencé a tocarlas con más suavidad y le pregunté si las podía chupar.

Ella con su cabeza asintió y por primera vez chupé unas tetas. Eran hermosas a decir verdad. Luego de un rato ella me dice “Yo ya te enseñé algo y te dejé jugar con mis nenas. Me enseñas tu amiguito ” yo que en todo momento había tenido una erección brutal, me reí un poco pues me daba pena pero le dije que estaba bien y me bajé el pantalón y los calzones.

Ella lo vio y me dice “Mira nomas que escondidito lo tenías. Muy de monaguillo en la iglesia y con este pitote aquí.” Ella lo agarró y con mucha experiencia pasó la yema de su dedo por la cabeza de mi pito dándome una sensación que nunca había experimentado. “Bueno pues te voy a dar un regalito por tener un pitote tan rico” me dijo y sin decir nada se lo metió a la boca. Yo sientí que una onda eléctrica recorría mi cuerpo. Ahí estaba ella de rodillas dándome mi primer mamada a mi pito hasta ese punto virgen.

Duró unos pocos minutos cuando comencé a sentir fuego recorriendo todo mi cuerpo y más en mis huevos. De pronto eyacule de una forma épica. Chorros y chorros de semen brotaban de mi pito virgen.

Ella estaba extasiada no dejo de mamarlo hasta que terminé de eyacular. Luego ella lo limpió con su lengua, me mostró todo el semen que aún traía en su boca (porque era mucho y se le había derramado la mayoría) y se lo comió diciendo “No todos los días uno puede comer mecos de un pito virgen” después se limpió la boca y tetas con papel y me dice “Bueno pues ahora este será nuestro secretito, te gusto?” Yo eufórico contesté “me encanto” ella me dijo que poco a poco me iba a ir enseñando otros secretitos y nos podríamos seguir divirtiendo.

Y así fue como recibí mi primera y muy satisfactoria mamada. Posteriormente les platicaré que otras cosas conocí con ella.