Últimos relatos eróticos:

Barriga I

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Cuando oí nuestras vaginas hacer ventosa, creí morir de placer. Una sacudida me azotó y me quedé rígida contra el coño de mi amiga, que acabó chillando y sacudiéndose aun contra mí, hasta que acabó rendida.

Lucía, mi cuñada

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Mi pija entraba y salía de su boca cada vez con más brillo, gracias a la salivaba que le iba dejando su boca, se la estaba pasando por toda su cara mientras me decía que no pensaba dejarme ni una gota de mi acabada.

El viaje

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Dando el paseo nos comentó que el había elegido la tarde del sábado, el joven la madrugada y el más mayor eligió la mañana del domingo y que todos ya sabían como utilizar a E, como él iba a ser el primero en follarsela me explicó lo que quería:

Historia en el futuro: el holosexo

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Al día siguiente, se presentó sin nada debajo de un vestido muy corto, en el que varios botones desabrochados dejaban ver perfectamente su sexo al caminar, mientras sus pechos se escapaban por el escote, tampoco abotonado.

Los creativos

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Te bese en la boca, compartimos tu leche en tu boca, toda tu acabada sobre mí volvió a excitarme, pero mi concha ya no resistía una verga adentro, así que volví a sentarme sobre tu cara, refregaba mi concha sobre tu boca, enterraste tu lengua en ella, y yo me movía sobre tu cara, refregándome sobre tu lengua, mis jugos comenzaron a caer sobre tu boca, los bebías y me lamías más fuerte

El chantaje

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Yo no razonaba, movía mi miembro sin ninguna compasión entre su ano, al tiempo que mi dedo anular empezó a acariciar su clítoris, primero circular y despacio y después directo y fuertemente, lo que la hizo dejar de quejarse y empezar a respirar verdaderamente agitada y excitada.

Mi primera vez con una mujer colombiana

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Lamí y chupé, le mordía los muslos y volvía al coñito con más fuerza hasta que la sentí venirse en una serie de orgasmos que parecían que no tenían fin. Yo no podía más tampoco y entrelacé mis piernas con las de ella para que nuestros coñitos se unieran, empezamos a estregarlos con fuerza uno contra el otro.

Primera noche

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Después de un lapso que me pareció eterno, y celestial, sentí que su pene crecía aún más dentro de mi boca, se endurecía, sentía que me ahogaba, y su mano firme sostenía mi cabeza pegada a su entrepierna.

Atardecer junto al Mediterráneo

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Orgía con dos travestís brasileños una tarde junto al Mediterráneo. Una aburrida tarde de domingo, un chico se encuentra dos travestís tomando el sol desnudos en un lugar apartado. Uno de ellos es un viejo conocido. El sol de la tarde, el rumor del mar, el calor y los cuerpos desnudos, conducen a un número a tres a pleno día, frente al mar.

Para Inés

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Para mi deseo, fue muy poco después -aunque mi mente decía que aquella maravillosa unión duró varios minutos- cuando sentí el placer tranquilo de mi clímax dentro de aquel precioso cuerpo de mujer.

Los pies de mi prima

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Tanto mi tía como mi prima son mujeres muy atractivas mi tía una mujer joven de tez clara y unos pechos de campeonato, un culo redondito y mi primita que aunque está un poco bajita de estatura tiene un cuerpazo y una boquita que se antoja.

Después del autobús

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Me dijo que ponga mis piernas sobre sus hombros y así lo hice, agarro su pene y de un golpe me penetro, fue un dolor que no pude retener y grite muy fuerte, él me tapó la boca y me dijo que era normal pero luego mi vagina comenzó a sangrar y también me dijo que era normal para la primera vez, el seguía con su mano tapando me la boca porque me seguía doliendo cuando sacaba y metía todo su pene, pero este dolor se convirtió en placer después de un rato.

Mi hermana

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Yo acepté, lógicamente, la noticia al principio no me había caído bien, porque pensé que tendría que cargar con mi hermanita (yo le digo así pero tiene 18 años), pero luego pensándolo bien acepte, porque hacía mucho que no estaba con ella, y dos semanas juntas vendrían muy bien.

Llegó el intercambio

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Cuando Sandra y yo terminamos Sandra se levantó y se fue hacia el lado de Eduardo y se pusieron a hablar, Gloria me decía que le dijera a Eduardo que viniera nuevamente donde ella (estaba emocionada), yo le dije a Eduardo que Gloria lo llamaba y Sandra le decía que fuera que no la hiciera esperar pero Eduardo no fue, después supimos que el motivo era que no logró nuevamente la erección.

Se licencia en la facultad y recibe un regalo muy especial

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Se licencia en la facultad y recibe un regalo muy especial Aquella noche era de las que prometían. Teníamos una fiesta para despedir otro curso más de la facultad, para algunos como yo, el último, en casa de una compañera de clase, a la que llamaremos M. Según la lista de invitados, la fiesta estaría […]

Cartas a Amy

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Después apunte a su ano, y así con más lubricante que su saliva la penetre despacio... esto para mi era la gloria es la posición que más me encanta penetrarla y era tanto el gozo que vio en mí, que me dijo soy tuya!!

El ascensor

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Estoy recostada sobre la cama, bajando de la nube, estuvo delicioso, fue un orgasmo prolongado, hacía tiempo que no lo tenía de esa manera, ni que me chuparan como lo hiciste...volteo a verte, me acerco y te beso en la boca, nos besamos, mientras acaricias mis pechos, que aún están despiertos, se reavivan mis pezones

Mi alumno preferido

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Me masturbaba a menudo pero no era suficiente, necesitaba un hombre, sentirme deseada y querida. Como dije estaba bien físicamente así que notaba las miradas de compañeros y hombres por la calle, aunque yo soy recatada en el vestir.

Trio por ocho años

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Aunque ella no es una jovencita, ni tiene un cuerpo de diosa destila una sensualidad que logra excitarme desde el primer momento de estar cerca de ella, no es muy guapa pero tiene lo suyo, blanca de pelo negro boca grande y ojos bonitos, en su juventud debió ser mucho más sensual pero yo la conocí ya de edad y aún conserva esa sensualidad

Mi gran cuñado

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Y lo abracé, sentí como su verga se levantaba y medio la introduje en mi vagina, ambos estábamos sin chones, ya que él los había guardado en el jardín como nuestro recuerdo, así que metió sus manos bajo las gasas que cubrían mis nalgas y tomo lo que era suyo, así que con sus manos en mis nalguitas, su verga entre mis labios vaginales, mis brazos rodeando su cuello

Querido diario

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Luego se empeñó en que yo también me probara un sujetador del que no quedaba su talla, y a pesar de que al principio me daba mucho reparo, me encontré desnuda de cintura arriba, probándome sostenes.