Un día cualquiera con ganas de experimentar algo nuevo, una alta, sonrisa agradable y un gran trasero que solo de verla se paraba mi miembro. una historia fantastica
Ese fin de semana hice lo imposible para que Marisol no venga a casa, me daba cuenta que no podría evitar que Julia se diera cuenta, si ella compartía la comida con nosotros. Hablé con ella y quedamos en vernos el Miércoles como siempre, en su departamento.