Invitado a una fiesta muy especial
Me toco entrar a trabajar en un lugar nuevo, la mayoría de mis treinta compañeros, hombres y mujeres, eran más jóvenes que yo.
Yo tengo 40 años y ellos promediaban veinticinco o veintiséis años.
Después de los primeros meses donde yo me dedique solo al trabajo y les daba poco lugar para conocernos.
De a poco fui conociendo sus nombres y sus pequeñas historias y dejé traslucir las mías…
Fue así que me empezaron a incluir a las reuniones fuera de la oficina.
Aunque me llamaban abuelo nuestras diferencias de edad se iban acortando…
Al principio me pedían consejos o me trataban como una persona que tenía más experiencia. Pero luego con los días ese escalón donde me habían puesto.
Yo sabía sin embargo que algunas cosas pasaban sin que lleguen a mi esos detalles, ni a otros compañeros de la oficina.
Un subgrupo, con los que yo tenía mas afinidad, se alejaban cada tanto y me dejaban afuera de sus actividades…
Yo no tenía ni idea de lo que pasaba y me imponía algún cuidado para con ellos.
Una tarde después del Breck y aprovechando un momento de intimidad, Esteban me encaró.
– A vos te gustaría venir a una fiesta?
– Si a mi me gustan las fiestas
– Pero estas fiestas son distintas… son fiestas especiales…
– Yo he ido a fiestas de muchas clases… ¿Y quienes van a esas fiestas?
– Verónica, Julián, Valeria, Silvia, yo y si te prendés vos.
– Es una reunión más que una fiesta…
– Llamalo como quieras… ¿tenés ganas de venir? es en lo de Vero… si te dan ganas pasate el sábado… ¿sabes la dirección?
– Si una vez la acerqué hasta su casa… cuarto B…
– Dale venite… la pasamos muy bien, empezamos a las ocho, traete algo de alcohol y ganas de divertirte…
Al principio me pareció una cosa de Esteban pero como insistió tanto supuse que todos lo habían decidido.
Yo tenía arreglado una comida para ese sábado así que lo dejé de lado…
Ese viernes la oficina se vio complicada, había entrado mucho trabajo y no tuve tiempo de disculparme por no poder asistir a esa reunión…
Al otro día a eso de las seis de la tarde una lluvia intensa cayó en la ciudad, parecía que no iba a acabar nunca… una hora más tarde mis anfitriones suspendían la cena para el fin de semana que viene…
Yo estaba preparado para salir y no quería quedarme en casa esa noche pese a la lluvia, así que me puse un impermeable, bajé y salí con el auto… entré en un supermercado y compré dos botellas de cerveza y una de vodka, unos limones y naranjas.
Con mi cargamento llegué a las ocho a lo de Verónica. Fui el primero en llegar.
Su casa era de esos departamentos antiguos de dos ambientes pero muy amplias. Un sillón grande en el medio, una alfombra peluda beige, mas allá una mesa a medio poner y se escurría desde la cocina un aroma a comida delicioso.
Vero era una de esas chicas que sin ser hermosas tenía una postura muy sensual… sus apretados jean la ayudaban bastante.
Puso las bebidas en la heladera y se aprestó a servirme un Gancia con limón.
Ella se sentó al lado mío y conversamos sobre lo bien que tenía ese departamento… sonó el timbre y era Esteban que venía con Julián… saludos y mas Gancia…
De una bolsita sacaron Maconha y se pusieron a armar unos buenos charutos… armaban para toda la noche…
Yo no me sorprendí ya que varias veces los había visto con sus ojos coloraditos en la oficina.
Cuando iban a prender el primero llegaron Silvia y Valeria… – Llegamos justo. dijo Silvia y mientras saludaba agarró uno de los pitillos. Rapidamente el ambiente se fue llenando de humo jamaiquino… cuando me llegó a mi, di dos pitadas y me puse a toser… era tan rico como fuerte.
No perdí el control pero mis sentidos se comportaban de forma lenta.
Una música recurrente empezó a sonar y todos se levantaron a bailar… yo no estaba en condiciones y me quedé mirando la escena…
Todos se movían al ritmo y yo los admiraba por eso… yo nunca supe bailar…
Después de un rato decidieron que era hora de comer y yo estaba famélico… nos pusimos a comer sin cubiertos así desesperadamente…
La cerveza me trajo algo de alivio y mi mente se fue aclarando…
No comimos mucho. Julián trajo unas cartas y nos volvimos a living nos desparramamos en el sillón y en los almohadones del piso Julián explicó las reglas del juego y luego agregó «Por cada punto perdido habrá que hacer una prenda»…
En la primera ronda Esteban perdió y le toco salir para que nosotros pensáramos una prenda…
Hubo dos o tres ideas que fueron descartadas hasta que Julián, que había estado en silencio Dijo: Que haga un streptease para nosotros…
Todos asintieron y lo llamamos… Vero dio el veredicto y Esteban primero se excusó pero luego prendió otro faso, dio dos pitadas, puso algo de música y empezó a desnudarse al ritmo de la canción…
Las chicas gritaban ante cada prenda que caía al suelo.
Quedó en calzoncillos y yo ya estaba por dar por terminada la sección cuando él ya se había quedado como Adán.
Todos aplaudimos, él hizo una reverencia y fue a sentarse a su lugar… entre Silvia y yo… Un poco incomodo estaba cuando Julián empezó a repartir las cartas…
El juego se puso más competitivo, ya nadie quería perder o eso creía yo. Le tocó a la anfitriona… Esteban propuso la misma prenda que el había sufrido pero Julián tenía otra idea.: que se desvista y nos toque un poco a todos…
Al enterarse Verónica dio un gritito y preguntó ¿En serio? la cara de Julián no dio otra respuesta.
Ella no se hizo rogar y se fue desnudando de forma muy bella… yo me empecé a excitar mucho .. Si que era especial esta fiesta, pensé para mi.
Que suerte que la lluvia había suspendido mi cena.
La erótica danza nos demostró una hermosa tangita rosa que hacía juego con su corpiño… se dio vuelta y me pidió que se lo desabrochara… me incorporé fui hasta ella y le dije al oído, que yo siempre tuve dificultades con eso menesteres. y así fue.
El roce con su piel me hizo vibrar… con un poco de esfuerzo y su voluntad lo logré… al instante ella se dio vuelta y nos mostró sus pequeñas tetas erectas… se apoyó en mi hombro y lo usó de bastón para sacarse la tanga y dejar al descubierto ese hermoso culito que yo había notado al entrar y mucho antes en la oficina. Volvió a virar y la pelambre de su pubis me deslumbró.
Los aplausos llegaban desde el grupo y Esteban, gritó: Ahora la segunda parte… Vero se dirigió al grupo el primer beneficiario era Julián… Le hizo una caricia en el cuello y luego le apoyó sus tetas en la cara…
Él intentó lamerla pero su lengua revoloteó en el aire. Seguía Silvia: Se miraron y se dieron un piquito…, Con Valeria la cosa fue más fuerte y el beso fue con lengua y abrazo, Valeria la acariciaba la cintura y el beso terminó en aplauso.
Esteban y Silvia se tocaron fuerte y sus manos tocaron sus sexos y se puede decir que ese juego acabó. o eso es lo que yo creía…
Ahora me tocaba a mi… ella se acercó me hizo levantar y mis manos se posaron en sus nalgas…
– Hizo trampa. – dijo Esteban. Mientras todos a su vez asentían.
– La trampa se paga doble. – Agregó Verónica.
– ¿Qué? – atiné a decir pues no entendía nada de nada…
– Vos te apresuraste y tocaste a Vero antes de que ella te tocara a vos Y eso está mal, muy mal. Explicaba Silvia…
– Eres malito y debés pagar por eso… ¿alguien pensó en una prueba para nuestro nuevo participante?
– yo no sabía de esta regla. – aventuré yo. pero no fue atenuante de la pena que debería pagar.
– La tarea deberá ser doble.
– Si – gritaron todos al unísono. Entre risas y murmullos…
Salí de la habitación a esperar el veredicto del grupo… tenía algo de miedo pero el efecto de los humos y del alcohol me envalentonaron. ¿Qué podía perder?
en eso oí las voces que me aclamaban…
Me acerqué al sillón donde se encontraban todos, menos Vero. La idea es que te desnudes, te tires en la cama y luego te relajes ya que la prenda es que sientas de todo y de todos…
Sin contestar me empecé a desnudar, salvo un poquito de panza, el resto estaba todo en su lugar. una vez en bolas se hizo un aplauso.
Me dirigieron al cuarto de Verónica. Alguien me empujó en la cama y rápidamente me ataron las muñecas y los tobillos a los barrotes de la cama.
Mientras Silvia me acariciaba los muslos y fijaba los ojos en mi verga para ver si se elevaba, los pocos que quedaban vestidos se iban ayudando a desvestirse.
Dos cosas me llamaron la atención los ojos de Silvia mirándome el pene y la verga inmensa de Esteban…
Julián se besuqueaba con Valeria y ambos se acercaron a mi. Vale me jugaba con los pocos bellos de mi pecho mientras Julián se acomodaba detrás de ella para penetrarla.
Cuando la empezó a perforar ella apoyó su cabeza en mi pecho y me lamía y mordisqueaba las tetillas, Silvia dejó de mirar y se llevo mi pija a su boca. Verónica hacía lo mismo con Esteban al otro lado de la cama…
Silvia sabía hacerlo y la estaba pasando muy bien… cuando Esteban vio que yo lo miraba saco el inmenso tronco de la pequeña boca de Vero y me la ofreció.
– Vamos a convidarlo – dijo él y ella se rió de forma pícara.
Fue acercándose hasta mi pero Valeria lo intercepto y se la introdujo en la boca… mientras Julián se la sacaba y le acababa en la espalda… hubo un cambio de posiciones y Silvia me dejó de chupar para lamer el semen que se deslizaba por la hendidura de su amiga… Julián las acariciaba a las dos, Vero me montó y mi pija fue desapareciendo dentro suyo.
Esteban volvió a su idea de mostrarme lo largo que era su pedazo.
La concha de Vero estaba caliente y húmeda, sus gemidos llenaban la habitación Esteban iba acercando su pene a mi cara.
Yo me di vuelta para eludirlo, pero silvia me tomó la cabeza para ayudar a Esteban en su jueguito y con su pija me golpeteaba en las mejillas, cuello, dejándome líquido pre seminal por todas partes.
El aroma de ese pene era fuerte y penetrante, yo nunca había estado en una situación así Una mijer a la que estaba penetrando y un hombre que deseaba que se lña chupe… es mas nunca había tenido una relación con un hombre.
Se subió a la cama y poniendo sus rodillas entre mi cabeza, su polla se apoyó sobre mi cara.
Con su mano la paseo por mis labios y me la fue introduciendo en mi boca todo lo que pudo, mientras yo hacía lo imposible por zafar… La cabeza de su falo era gigante y si se movía me iba a ahogar.
Me la saque como pude y se la lamí como si fuera un helado.
Él se inclinó hacia delante y su huevos fueron lamidos, entraron suavemente en mi boca y luego se inclinó aún más dejándome el ano en la punta de mi lengua… su polla se hizo más grande y Verónica seguía y seguía refregándose sobre mí… cuando menos me lo imaginaba Esteban se levantó y se fue a acariciar a Vero.
Sentí y ella también que un dedo la penetraba y luego con el flujo de ese dedo lo metió en mi culo… sin aviso y sin piedad… Grité y acabé en ese momento… pero Verónica no estaba dispuesta a abandonarme…
Esteban quería penetrarme y saco la almohada de mi cabeza y me la colocó en la cola para que mi culo quede más a la vista…
Vero seguía cabalgándome y en Esteban me apoyó la cabeza coronando mi culo. Se echó hacia delante con sus manos en las tetas de Vero y me fue rompiendo mi canal como un taladro…
No pudo meterla toda ya que estaba incomodo pero lo suficiente como para que me duela hasta la nuca…
Él se movía, Vero gemía y yo me iba adaptando. el dolor se fue reduciendo y ahora yo también gemía… Creo que yo acababa y acababa inundando a Verónica sin cesar. Ella también acababa y Esteban seguía metiéndola y sacándola sin piedad, cada vez mas fuerte, cada vez más rápido.
Acabó y sentí que su manguera bañaba mis entrañas de un liquido cálido y denso. Silvia esperaba que la saque para adueñarse de ella y lamerla hasta dejarla de nuevo de pie. Vero se desplomó a mi lado y Julián se levantó y dijo.
– Vamos a comer algo…
– Si dijimos todos pero nadie advirtió que yo estaba atado. Valeria se quedó para desatarme pero ante aprovechó para tocarme un poco… Probo me pija y saboreó esa mezcla de flujos que Verónica me había dejado, luego fue hasta el ano y me lo lamió… eso me hizo bien ya que me ardía mucho… la leche de Esteban estaba saliendo de mi culo y Valeria se la bebía… por fin me desató y al levantarme sentí que me corría leche pierna abajo…
Cuando llegamos a la mesa todos se estaban sirviendo y se aprestaban a comer… parecía como si el efecto de la marihuana y del sexo los había estimulado como a dinosaurios… nadie hablaba y lo único que se escuchaba era sus mandíbulas batiendo.
Una vez saciado el primer feroz ataque a la comida… se inició una charla que parecía haber olvidado la pequeña orgía que habíamos protagonizado hace apenas unos minutos… Esteban fue a armar nuevos cigarros de yerba y Julían bebía… Silvia tenía las piernas abiertas y me tenté. Tomé un pedazo de pan de y lo unté dentro de su vagina.
– Miren que despierto resultó el viejito. – Dijo ella llamando la atención de todo el grupo. Yo lo saque de entre sus piernas y me lo comí saboreando, el humedecido pan, en mi boca.
– Estás muy rica – le dije y todos quisieron probar… al tercer intento ella acabó e hizo que los panes fueran aún más ricos.
– Hay que celebrar este momento y Julian destapo una botella de champan y un embudo…
Lo introdujo dentro de la vagina de Valeria, vertió un chorro espumante dentro del embudo y luego todos bebimos de ella.
Hubo que llenarla varias veces y luego Vero se ofreció para que hagamos lo mismo en ella. Las que más tomaron fueron las chicas ya que Esteban había prendido dos charutos y nos pusimos a fumar…
Charlábamos y cada uno contó una fantasía que nunca hubiera realizado… pensar que ellos no habían realizado alguna fantasía era extraño pero fue así… Silvia presentó una moción a la que todos adherimos al instante…
Me gusto a medias. no me pareció que le rompieran el cuio al viejito. Será quizas que a mi no me gusta la carne de chancho? Pero bueno cada quie hace de culo un colectivo si quiere.