Después del trabajo
Salí de trabajar a las 8 y como de costumbre me fui a tomar una cerveza a un bar que había cerca antes de ir a casa.
Era un bar muy cálido y acogedor, poca luz, muchas mesas y un ambiente elegante.
Al llegar me dirigí a la barra a pedir y mientras esperaba vi una mesa libre así que le dije al camarero que me llevase la cerveza y me fui a sentar.
Había sido un día duro y estaba un poco cansado.
Ya sentado miraba a la gente con la vista perdida hasta que la vi a ella, era preciosa. Sobresalía de entre toda la gente como si una luz la iluminase solo a ella.
Rubia con el pelo un poco largo y unos ojos claros, hipnotizantes.
Su vestimenta era su complemento perfecto, vestido vaporoso de tirantes y amplio escote, muy corto, de color negro.
Yo diría que casi transparente y al final de sus preciosas piernas envueltas en unas medias trasparentes que le daban un brillo excitante, unas sandalias de solo una tira de unos 3 cm delante con un tacón fino de unos 6 o 7 cm, negras.
Estaba perfectamente conjuntada, elegante, sexy.
Su cuerpo se dibujaba a la perfección, dos hermosas y grandes tetas que casi se veían enteras por su escote, una cintura estrechita que invitaba a abrazarla y un culo redondo y respingón que formaba un tobogán lujurioso con su espalda.
Mirándola no me di ni cuenta de que ya me habían servido la cerveza y tomé mi primer trago que la verdad, me vino de maravilla ya que mi temperatura se había elevado un poco.
Al volver la vista a la barra para buscar a esa diosa que no se me iba de la cabeza, vi que estaba acompañada de un hombre alto, fuerte, parecía deportista. Se les veía muy alegres y acaramelados.
Él le pasaba la mano por la cintura y de vez en cuando le tocaba el culo pausadamente.
Ella también le acariciaba el pecho también bajaba la mano a sus piernas y su cintura.
Decidieron sentarse y se fueron a una de las mesas que había a la parte de atrás, yo la seguía con la mirada y su mesa estaba separada por otra de la mía así que la tenía de frente ya que me volví para seguir admirándola.
Ya sentados en los sofás que había contra la pared el le metía mano a su entrepierna y ella lo disfrutaba ya que cerraba los ojos y le besaba con ansia.
El le masajeaba las tetas disimuladamente y al hacerlo le brotaban dos sensacionales pezones que su fino vestido delataba.
Decidieron levantarse y dirigirse a los servicios, y yo les seguí disimuladamente.
Les vi doblar el pasillo y entrar en una puerta que estaba al lado del servicio de caballeros que debía ser un pequeño almacén del bar.
Entré y me oculté detrás de una estantería que me permitía verles con total claridad.
El la tenia contra una pared y la sujetaba por las tetas mientras la comía el cuello y ella le agarraba el paquete y el culo.
Estando así la bajo hasta sentarla en unos barriles y abriéndole las piernas pude ver un coño depilado y sin bragas, bastante húmedo y con unos labios carnosos que el apartaba con la lengua dándole unas lamidas que la empezaron a hacer gemir.
Mientras le comía el coño la bajó los tirantes dejándole sus hermosas y grandes tetas al aire masajeándolas y apretándolas.
Ella se las agarró y empezó a chuparlas gimiendo por las chupadas que le daba su amante que seguía de rodillas comiéndole el coño y acariciando sus pies envueltos en las excitantes sandalias negras.
Yo estaba a cien y empecé a tocarme el paquete.
En esto el se puso de pie y dándola un beso profundo en la boca la dijo algo al oído.
Ella se agachó y en cuclillas saco su miembro y empezó a pasarle la lengua por el capullo.
Tenia una polla muy grande y gorda, que ella masturbaba lentamente a la vez que pasaba su lengua por toda ella y de vez en cuando se la tragaba entera despacio, saboreándola. Poco a poco fue acelerando la chupada a la vez que se tocaba el coño.
Era espectacular ver su coño húmedo y sus sandalias negras juntos, a la vez que chupaba esa gran polla.
Después de un rato así ella se dio la vuelta y a cuatro patas abriéndose las nalgas y mirando al hombre con una sonrisa y una mirada de lujuria le dijo que quería tenerla en el culo.
El se agacho cogiendose la polla y masturbándose un poco.
Metió su cara entre sus nalgas y empezó a lamerle el ano y la raja del culo hasta llegar a su coño. Ella mientras se acariciaba las tetas y el clítoris poco a poco.
El seguí metiendole la lengua en el ano y jugando con los dedos en su culo.
Yo ya me había sacado la polla y estaba masturbándome, estaba fuera de control viéndola tan sexy y tan caliente.
El hombre cuando la hubo preparado bien el culo apuntó su enorme polla a su ano y la metió poco apoco.
Entró sin dificultad y ella empezó a gemir más fuertemente.
Él la follaba con rapidez el culo y el ruido que producía la humedad de su coño y sus nalgas golpeando contra la pelvis de su amante me producían una excitación muy grande.
Estuvo cogiéndola por detrás un buen rato hasta que sacando la polla con rapidez ella se giró de rodillas y se metió la polla en la boca fueron dos o tres mamadas suficientes para que empezase a correrse en su boca en gran cantidad cayendo el semen por sus labios en sus tetas y en sus piernas.
Había asistido a un polvo fenomenal.
En esto un chico mas joven entró en el almacén y se dirigió al hombre hablando y riendo un poco.
Estaba bastante cachondo ya que su entrepierna le delataba, al parecer también lo había visto todo.
La agarró a ella de la cintura y diciéndola algo al oído se fueron los tres.
Parecía que se conocían y según salían ella dirigió la vista hacia donde yo estaba y me guiño un ojo con una sonrisa traviesa, me había visto. Yo les seguí y vi que se iban a la calle.
Montaron en un monovolumen que debía ser del chico.
El hombre montó adelante y ella se subió en la parte de atrás donde se encontraban otros dos chicos jóvenes.
Yo les seguí con mi coche. Según iba detrás de ellos se notaba cierto movimiento en la parte de atrás.
Me imaginé que los dos ocupantes de la parte trasera se lo estaban pasando en grande con ella.
Estuve siguiéndoles por la ciudad durante unos diez minutos hasta un centro comercial. Se bajaron del coche todos y se dirigieron a unos multicines que había allí.
Compre una entrada y les seguí a la sala. En el camino desde el aparcamiento hasta la cola del cine y la sala ella estaba muy alegre con todos ellos.
Entramos en la sala y me senté una fila detrás de ellos. Ella se sentó entre el chico que entró en el almacén del bar y uno de los que iban detrás. El hombre y el otro chico se sentaron a los extremos.
Empezó la película y yo casi no la prestaba atención, miraba a la fila de adelante donde ella empezó a gemir debido a que los dos acompañantes a cada lado empezaron a tocarla y a chuparla las tetas que ya habían sacado fuera.
El cine estaba desierto solo estaban el grupo de adelante y yo detrás.
Ella empezó a escurrirse en el asiento y ellos se pusieron de rodillas en sus asientos con las pollas fuera mientras ella las chupaba alternativamente.
Mientras tanto los otros dos se arrodillaron delante de ella y uno la chupaba el coño y el otro los pies. Ella gemía fuerte y yo estaba a cien.
La escena era verdaderamente impactante, chupaba las dos pollas con mucha ansia y estaba gozándola muchísimo ya que sus gemidos se oían tan alto como la película.
El que le estaba chupando el coño empezó a follarsela con rapidez agarrandola de la cintura y ella no soltaba las dos pollas que tenia en las manos y que chupaba alternativamente.
Después de un rato soltó un grito de placer y sus gemidos fueron aún más fuertes.
El que la estaba follando se había quitado y había dejado paso al que le chupaba los pies que se la estaba follando por el ano.
Yo que ya tenía la polla fuera y sin pensar en que ocurriría me puse de pie acerque mi polla a su cara. El de la derecha me sonrió y se quitó.
Ella me miró y con una sonrisa se tragó mi polla mirándome a los ojos con cara de salida.
Estaba muy excitada mientras los dos que se la habían follado por el coño y el culo se corrieron en su cara sin ésta dejar de chupar mi polla y sin soltar la del chico de al lado.
El chico de al lado se sentó en la butaca al lado de ella y agarrandola la sentó encima de él de espaldas.
Ella se clavó su polla en el culo y empezó a subir y bajar gritando de placer.
Yo pasé delante y arrodillándome delante de ella metí mi polla en su coño y así la follamos los dos por el culo y por el coño.
Así estuvimos gran rato hasta que viendo que me corría saque mi polla y la puse en su cara empapándola de semen que ella lamía y chupaba. El chico que tenía debajo de ella se corrió dentro de su culo.
Ella se levantó y se sentó encima de otro que se masturbaba.
Al hacer esto el semen cayó de su ano por sus piernas mojando sus sandalias yo no pude resistirme y me tiré al suelo lamiéndolas y chupando sus pies mojados de semen.
Al terminar y mirar arriba ella estaba chupando una polla y con otra clavada el culo gemía y pedía que se corrieran que adoraba el semen y sentirse una puta.
El chico se corrió de inmediato en su cara y el otro en su culo.
Estaba chorreando semen por el culo, la cara y las tetas. Yo sentado en el suelo la miraba y me hacia volver a excitarme.
Los chicos exhaustos se marcharon de la sala al igual que el hombre que dándola un beso se despidió de ella. Allí nos quedamos solos, desnudos, cansados.
Ella se levantó y poniéndose el vestido y arreglándose las medias se secaba como podía con un clinex mientras yo me vestía.
Salimos de la sala y mirándome me beso en la boca apasionadamente. Yo abrazándola por su cintura y acomodándole el pelo le pase la mano por la mejilla y la dije.
– Te apetece ir a cenar a algún sitio?
– Estoy cansada, respondió. Mejor nos vamos a casa. Mañana comemos en casa de mis padres.
– Está bien, dije. También estoy cansado y no me gustaría hacer esperar a mi suegra.
Tengo una mujer espectacular y fantástica en el sexo, ¿no les parece?