Hola, mi nombre es Alicia, soy una chica de estatura 1.65 metros, con voluptuosas tetas, y un culo muy bien puesto, ahora tengo 24 años pero cuando pasó esta historia que estarás a punto de leer. Yo siempre había fantaseado coger con un hombre maduro, mayor de 35, veía porno y seleccionaba videos de hombres mayores con jovencitas.
Durante dos años estuve tomando clase con el profesor Jorge de dibujo, el tenía fama de ser ojo alegre con las alumnas, y cuando yo entre a la escuela en segundo año era la “nueva” por ende siempre me sentaba hasta adelante de él. Como su asiento era elevado mi vista en clase era ver el paquetote que se le hacía y eso me hacía fantasear y distraerme. No fue hasta el último año de secundaria que comencé a noviar con un compañero que puso más atención en mi, además de sentarme delante de él, me miraba las piernas, me abrazaba y hacía cosquillas, lo único que causaba en mí era que yo me mojara.
Un día común siendo la última clase que tenía, me quede más tiempo hacer un trabajo y me comenzó a cuestionar sobre mi vida, yo todo lo contestaba mientras me lamía los labios, miraba su paquete, me subía un poco la falda y en un instante se me acercó para ver mi trabajo, puse mi mano sobre su espalda y comencé a bajarla, de pronto volteó a verme y comenzó hacerme cosquillas hasta que quedamos muy juntos y lo bese, fue un beso rápido y apasionado, le metí la lengua, y cuando iba a bajar la mano para tocar su pene, me detuvo y me pidió que me fuera. Días después me pidió quedarme al final, cuando se acercó a mi, cruce las piernas y me subí un poco la falda, y me dijo:
-Ya se lo que estas pensando y quiero decirte que no estuvo bien lo que hicimos, eres mi alumna- mientras veía mis piernas. A lo que yo conteste: -Si lo repetimos, yo te juro jamás decirle nada a nadie, quiero que me vuelvas a besar y que me hagas tuya.
Mi profe se quedó en silencio y comencé a subirme más la falda hasta que se vieran mis bragas, entonces me tomo y me beso, fue un beso lleno de lujuria, pasión, me metía la lengua y con una mano comenzó a tocar mis tetas, mientras yo lo acariciaba con fervor para que me hiciera suya, el bajo su mano a mi vagina, yo ya estaba mojada, cuando me tocó sentí muy rico, era la primera vez que me tocaban allá abajo. Y lo único que pude decirle fue: Quiero que me la metas!
El solo me soltó y me dijo: Te veo en 15 minutos en la tercera esquina a la derecha de la escuela.
Me acomode la falda, y pasados 15 minutos me subí a su auto donde me dijo, manejo 20 minutos hacía su casa, yo iba en silencio y el solo me miraba de reojo. Llegando a su departamento, me dijo que su hijo no estaba que podíamos estar tranquilos. Y se abalanzó sobre mi. Mientras me besaba y tocaba el culo, me llevaba a su cuarto, mi profesor olía a perfume de hombre y tabaco, era embriagador, comenzó a quitarme la ropa y me tiro a la cama.
Me miraba tan excitado, yo estaba igual o peor, estaba muy mojada, tenía los pezones de las tetas parados, mi piel chinita y mi vagina palpitaba por una verga.
Se desnudó frente a mi, y cuando vi su verga comencé a salivar, una verga de aprox 16 cm y gruesa, me acercó su verga a mi cara y mi instinto fue meterla a mi boquita.
Lamia de arriba para abajo, sabía muy buena, no me cabía toda pero yo la sacaba y la lamia desde la base del pene hasta arriba. Me decía que con la lengua hiciera círculos en la cabeza del pene y yo muy obediente lo hacía, esto mientras me tocaba las tetas y se mojaba los dedos para a acariciar mis pezones que estaban muy duritos.
De pronto me acostó en la cama y me toco muy rico mi vagina, me decía “estás muy buena” “que rica estas” me pregunto si antes me la habían metido y yo solo moví la cabeza que no, entonces me dijo “ntp, dolerá poquito, después sentirás muy rico”
Se puso encima de mí, mientras paseaba su verga sobre mi vagina, la arrimaba y de pronto comenzó a meterla, fue tan rico, no sentí tanto dolor, y comenzó a penetrarme, yo solo podía gemir, y verlo a los ojos, el profe me besaba cuello, labios, orejas, y las tetas.
En ese momento conocí mi punto débil, que me chupen las tetas. Me la metía una y otra vez, hasta que me levanto y me puso en 4, mientras me daba nalgadas, me la metía tan rico, tan duro, duramos así unos minutos hasta que se puso un condon y me hizo mamársela de nuevo, el condón sabia raro pero eso no impidió que dejara mucha saliva sobre esa verga.
Me la metió otra vez de misionero, y comenzaba a acariciarme el clítoris y sentí que me desmayaba pero sentí una explosión de sentimientos, había llegado al clímax, seguido de eso el también. Después de eso me chupo un ratito mas las tetas, me dijo lo rica que estaba y me pidió vestirme.
Solo lo repetimos 3 veces mas porque me gradué de secundaria, y 6 años después me lo encontré, lo saludé, me pidió mi número de celular y volvimos a coger, pero esa es otra historia.