En una semana cambió mi vida para siempre

Esa noche, estaba yo tumbada sobre mi cama semidesnuda, mirando esos videos porno que apenas hacía poco acababa de descubrir navegando por internet.

Ya había visto varios, pero sin saber por qué, mis favoritos eran de esos en que niñas menores cogían con hombres mayores. Por alguna razón desconocida, me identificaba plenamente con esos y soñaba con estar así con algún viejo pervertido.

No me fue difícil imaginarme a mi padrastro montándome y haciéndome todo eso que veía que hacían en los videos. Así, que, sin más, me empecé a tocar sin dejar de mirar.

Esa fue una de las noches que mejor me la he pasado usando mis dedos, pero lo que fue mucho mejor fue imaginar que el hombre que abría mis piernas era mi padrastro.

Pasaron un par de semanas, un buen día, el lunes, cuando iba caminando de regreso a la casa después del Cole, yo caminaba sobre la guarnición de la banqueta, haciendo equilibrios mientras que los autos pasaban a mi lado, no me daba miedo ya que como la calle es ancha los autos pasaban bástate lejos de mí, así que iba tranquila.

De repente, un siento una mano que se mete bajo mi falda apretándome una nalga.

Yo me sobresalte por lo inesperado de la situación. Me di vuelta a mirar y un hombre desde dentro del auto sonreía como libidinoso.

-Hola hermosa ¿cómo estás?

-Hola, dije algo nerviosa, no sabía que responder, así es que mis buenos modales tomaron el mando en ese momento.

-Mi amor, ¿ya para casita?

– Si señor.

– ¿No te gustaría que te lleváramos? Puedes sentarte aquí conmigo –al decirme eso, da un par de palmadas en sus piernas, en una clara seña de sentarme sobre su bulto.

-No gracias, ya estoy por llegar. Respondí amable.

-Y ¿mañana? Si quieres podemos ir por ti a la escuela y luego te pasamos a dejar a tu casa.

-Jijiji no gracias, respondí y sin querer me sonreí coqueta, provocativa, inocente.

– ¿Por qué no mami? Ese cuerpecito ya deberías de sacarlo a pasear y divertirte.

En ese momento llegamos a la entrada del área residencial donde vivo, y me metí despidiéndome con una seña agitando la mano. Los señores siguieron su camino porque no podían entrar conmigo, ya que era una privada exclusiva.

Al llegar a casa, subí rápido a mi cuarto y rápidamente me tumbe en mi cama totalmente excitada, por lo que acababa de vivir, me subí la falda y me quite los calzones, entonces empecé a acariciarme bien cachondo.

Como siempre, mi imaginación voló. Me imaginaba a aquel hombre acariciándome las nalgas en plena calle. Eso me empezó a poner excitada. Veía que aquel hombre estaba en mi cuarto desnudo y yo chupándosela. En otros momentos pensaba que estaba con él y sus amigos acostados en mi cama. Pero la imagen que más dominaba era la de mi padrastro metiéndomela de a perrito.

Tuve un orgasmo descomunal que me dejo dormida inmediatamente.

Al otro día, martes, a la salida del cole, escuche la voz del señor del día anterior, enseguida me emocione todita, recordando la metida me mano y el apretón de nalga que me había dado el día anterior.

Hola bb, sube, te llevamos, me decía tan amable, que me pareció muy agradable y muy simpático, así que sin más acepté y me subí al auto.

Ven, siéntate aquí conmigo, me señalaba como el día anterior que me sentara sobre sus piernas. Yo me sonroje todita y solo pude sonreír un tanto nerviosa, pero, pero acepte y me senté sobre sus piernas.

Mi corta faldita se me subió toda, así que me senté directo sobre su bulto. El auto arrancó, salude a los demás señores, eran cuatro en total. Empezaron a platicar tonterías y nos reíamos divertidos.

El hombre me empezó a acariciar las piernas y yo si que me puse todita nerviosa, no de miedo, de excitación. Recordaba mis videos y me estaba poniendo cachonda, y mas al sentir como su enorme bulto se meneaba exactamente en medio de mis nalgas rozándome el sexo ufff.

Que edad tienes preciosa, apenas tengo 12 señor, ya voy a entrar a Prepa.

_Quuuuuuue? Preguntaron todos a coro al mismo tiempo. Si señor.

Que bárbara bb, pensamos que por lo menos tenias ya 16 o 18, estas buenísima, tienes un cuerpo increíble, decían todos realmente sorprendidos de mi belleza.

En eso llegamos a mi fraccionamiento y me tuve que despedir, al levantarme, sin querer apoye una mano sobre el bulto del señor, se sentía muy duro, ya lo tenia bien parado, instintivamente, sin querer, involuntariamente se lo aprete como acto reflejo, note como su pantalón se había manchado de sus fluidos.

Me despedí y ellos quedaron de pasar por mi al Cole al día siguiente. Asentí coqueta con una sonrisa muy linda y muy coqueta, como una especie de promesa.

Mañana salgo mas temprano, les advertí, a las 11. A las 11 nos vemos preciosa.

Apenas entre a mi habitación, enseguida me quite los calzones, note como se habían mojado a causa de mis jugos, entendí que, sin haberme dado cuenta en su momento, el hombre me había puesto bien caliente con sus manoseos de pierna y el roce de su bulto en mi sexo.

Así que me di tremenda masturbada que me hizo venirme a chorros, con la imagen de los señores desnudos cogiéndome y mi padrastro mirando todo. Que loquera, pensé.

Al día siguiente, miércoles, salí a las 11 en punto, ya estaban ahí los cuatro señores puntualmente. Yo me llené de alegría al verlos y no lo pude disimular.

Le besé a cada uno en la mejilla a modo de saludo y sin más me senté yo solita sobre el bulto de mi nuevo amigo, solo que ahora, arrodillada frente a él, para poder platicar con los demás señores.

El hombre aprovecho y me fue manoseando las nalgas durante todo el camino. Me apretaba contra el para sentirme y para que yo sintiera su enorme bulto frotándome el sexo. Al ratito ya estaba yo super cachonda.

A alguien se le ocurrió ir a tomar algo a la casa de uno de ellos, aprovechando que yo no tenía prisa por llegar a casa. Yo acepte y todos celebraron con gran jubilo.

Al llegar a la casa nos bajamos y nos sentamos en la sala a platicar, la verdad es que todos eran muy agradables. En lo que dos fueron a preparar unas bebidas y unas botanitas, dos de ellos me abrazaban y me metían mano manoseándome las tetas, las piernas y el sexo.

En minutos yo ya estaba a mil, super caliente, así que me dejaba hacer. Cuando me pones las manos sobre sus bultos, yo, definitivamente, no me pude negar y se las empecé a acariciar a los dos viejos.

Al poco ya tenía sus vergas dentro de la bocha dándoles tremenda mamada a cada uno. Cuando llegan los otros dos señores, al ver la tremenda escena, se olvidaron de las bebidas y de las botanas y antes de darme cuenta, ya se las estaba chupando a los cuatro hasta que, sin poderse contener, me tiraron todita su leche dentro de la boca salpicándome la cara y las tetas.

Para ser mi primera vez, eso fue realmente increíble. Me fueron a dejar a mi casa y sobra decir, corrí rápidamente a mi habitación y logré sacarme un tremendo orgasmo en tiempo récord, ya que los condenados me habían dejado super caliente.

El jueves me escapé y me salí muy temprano. Los viejos fueron rápidamente por mi y me llevaron a la casa de ellos.

En esa ocasión me pidieron que les bailara, pusieron música suave y cachonda y al poco, yo completamente excitada, al ver como los muy pervertidos, ya la tenían de fuera y se la estaban manoseando, me empecé a desvestir ante el asombro de todos esos viejos libidinosos.

Al poco, ya se las mamaba a los cuatro nuevamente, solo que ahora, ellos me manoseaban estando yo completamente desnuda y a su merced, ya que yo me moría de caliente, de lujuria y excitación.

Me hicieron venirme tremendo, ellos encantados mirando como se me salían los jugos de manera abundante y me orinaba de rodillas en medio de la sala sacándome un tremendo squirt ufff, eso ya era la locura total.

Para finalizar, todos me tiraron su leche caliente en la boca, la cara y las tetas, para terminar orinándome todita por todo el cuerpo. Que rico se sentía su liquido caliente recorrer todo mi cuerpo.

El viernes de plano ya ni fui al cole, pasaron por mi a mi casa y rápidamente me llevaron a nuestro escondite. En esta ocasión, ya definitivamente, me la metieron entre los cuatro por todos lados, haciéndome con eso, la mujer mas feliz del mundo, ya que desde cuando traía yo unas ganas tremendas de coger.

La pasamos de maravilla, yo mamando verga y ellos chupándome las tetas, el sexo y hasta el culo. Todos nos dimos tremendas venidas varias veces, ya que ese día tuvimos tiempo de sobra.

Así que nos la pasamos cogiendo en todas posiciones. Los muy pervertidos me hicieron hasta sándwich, metiéndomela por el culo y por el sexo al mismo tiempo de dos en dos, eso fue la locura total.

Cuando me fueron a dejar a mi casa, mi padrastro vio cuando me bajaba del auto de los viejos, a él se le hizo extraño de sobremanera, ya que nunca se habría imaginado en las que yo me andaba metiendo, y mucho menos con cuatro viejos.

Así que me regaño hasta que se cansó, me fui llorando a mi cuarto. Más tarde, me llevo la cena y cuál sería su sorpresa de verme todita encuerada metiéndome los dedos en el sexo dándome tremendo placer.

Ni cuenta me di, cuando veo, él ya tenía su cara entre mis piernas dándome una deliciosa mamada de panocha ufff, yo no pude protestar, solo le tomé de la cabeza y le frotaba su cara contra mi sexo ufff.

Como yo ya andaba encarrerada, no tardé nadita en darme tremenda venida en su propia boca. El asombrado, se apresuró a beberse mis jugos rápidamente.

Para entonces, mi padrastro ya se había puesto de lo mas caliente, pude notar como su tremenda verga estaba de lo más dura y bien parada. Debo confesar que, en ese momento, sin querer, a mi se me hizo agua la boca.

Así que, sin más, me acomodé y se la empecé a mamar bien rico, el se sorprendió de lo bien que yo ya lo hacía, así que se dispuso a disfrutarlo.

Minutos después, mi padrastro ya no se pudo aguantar más, rápidamente me puso en cuatro y me empezó a coger como desesperado, el muy condenado me hizo venirme tremendo, así que le empecé a mover la cola para que el también se terminara.

El caso es que estuvimos cogiendo todo el fin de semana, se ve que el muy pervertido ya me traía unas ganas desde cuando y pues no dejó pasar esta enorme oportunidad de tenerme a sus anchas.

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En una semana cambió mi vida para siempre.